Polina Berezina: «Si te gusta la gimnasia, da igual lo sacrificado que sea»

Nació en Moscú y en diciembre cumplirá 22 años, pero desde los tres reside en España, en la Comunidad Valenciana, desde donde se ha consagrado como una de las mejores gimnastas de su país de acogida. La triple campeona nacional destila naturalidad y buen rollo, y será una de las principales estrellas de la gala Euskalgym que se celebrará este sábado en el BEC de Barakaldo, reuniendo a lo mejor de la gimnasia rítmica mundial. Para Berezina esta es su cita preferida del año, donde llegará para hacer disfrutar al público y para recargar las pilas en busca de una plaza para los Juegos de Tokio 2020.

-Es una de las fijas en el Euskalgym, una gala que para muchas gimnastas es especial, donde se sienten muy arropadas.

-Cuando termina una edición ya estamos pensando en la siguiente. Aquí venimos sin ninguna presión, no nos jugamos nada y venimos solo a disfrutar y a hacer que la gente haga lo mismo con nuestro deporte y con nuestra pasión. Del público recibimos un apoyo y mucha energía positiva que nos dura para toda una temporada.

-¿Hay algo parecido a esto?

-No, sin duda. Que vengan 8.000 personas para verte hacer lo que más te gusta es increíble. No existe nada como esto, es lo máximo, la mejor gala que existe en todo el mundo.

-¿Prepara por ello una actuación especial?

-Sí, todo lo que voy a hacer está pensado solo para Euskalgym y tengo muchas ganas de enseñarlo.

-Muchos la han apodado ya como la reina de la gimnasia rítmica en España, la sucesora de Carolina Rodríguez. ¿Pesa mucho esto?

-(risas) Eso de la reina no lo sé, pero ahí estamos. Yo lo único que hago es trabajar e intentar conseguir mostrar lo máximo y lo mejor en cada competición para lograr mi único objetivo, que es ir a los Juegos de Tokio. En el Mundial lo di todo y me quedé a seis puestos para conseguirlo.

-Su objetivo ahora, no desperdiciar las próximas oportunidades.

-En los primeros meses de 2020 hay en juego otras cuatro plazas y espero poder dar aún más de mí para poder estar ahí. En abril tenemos cuatro Copas del Mundo, seguidas cada semana, a las que pueden ir dos gimnastas por país. Ahí se repartirán dos plazas, y la última será en mayo, el Europeo de Kiev.

-¿Qué cree que tiene que tener una buena gimnasta para triunfar?

-Además de un poco de talento y de tener el cuerpo un poco preparado para la rítmica, con elasticidad, flexibilidad, salto y equilibrio, lo más importante es la preparación psicológica. Hay que estar lista para superar cada obstáculo y cuando no te sale algo o ves que se te complica y no puedes seguir adelante, poder conseguir avanzar y superar todo lo que se te ponga en el camino. Solo así se pueden conseguir grandes objetivos.

-¿La gimnasia rítmica a este nivel es tan sacrificada como se dice? Se habla de que no comen casi, de que entrenan demasiado...

-Tenemos que cuidar nuestra alimentación pero no solo para estar delgadas, sino para estar bien y que tu cuerpo aguante una carga de 9 horas al día. Como en cualquier deporte seguimos una dieta saludable para coger los nutrientes necesarios. Por dedicarnos a esto no tenemos mucho tiempo de hacer otras cosas, como salir con amigos o de fiesta, pero hacemos esto porque queremos, nadie nos obliga. Vivimos de este deporte y para nosotras es lo más importante. Cuando tienes esto claro te da igual lo que sacrificas y lo duro que sea, vas a por tu objetivo.

-Hace diez años logró su primer campeonato de España. ¿Cómo recuerda ese momento?

-Fue muy especial. Antes de que empezara la competición aposté con mi padre a que si ganaba el oro me daba mil euros. Fui y gane. Me los dio, claro, diciéndome que no se lo esperaba. Esa medalla fue una gran motivación para mí, me dio el empuje para seguir avanzando y mejorando, pero reconozco que no me esperaba llegar tan alto.

-A partir de ahí los éxitos le han acompañado, pero ¿cómo está la cantera española? ¿Las niñas quieren seguir siendo gimnastas?

-Sin duda. Aquí es donde se nota. Las niñas están muy ilusionadas y esperan el Euskalgym más que ir a Disneyland, pero a nosotras nos hace la misma ilusión o más poder formar parte de este gran espectáculo.