La futbolista canadiense Quinn, primera transgénero en colgarse un oro olímpico

La levantadora de pesas Laurel Hubbard, que quedó eliminada de los Juegos de Tokio 2020, no fue la única deportista transgénero en acudir a la cita internacional. La futbolista canadiense Quinn -a secas-, ha hecho historia al convertirse en la primera mujer transexual en colgarse una medalla de oro tras vencer 3-2 a Suecia en una tanda de penaltis. Además este no es su primer metal, ya que la joven de 25 años ya se hizo con el bronce en Río de Janeiro 2016.

Quinn, antes conocida como Rebecca Quinn, debutó con la selección femenina de fútbol canadiense en 2014, con la que comparte una larga trayectoria. En 2020 se declaró una persona no binaria, convirtió su nombre en el monónimo Quinn y empezó a utilizar pronombres de género neutro. «Quería autenticidad en todas las facetas de mi vida, y el espacio público es una de ellas», ha declarado.

La mediocampista canadiense juega en el OL Reing de Seattle, en la liga nacional femenina estadounidense, y ha rechazado contestar preguntas sobre su presencia en la selección femenina de Canadá. «Quiero que se cuente mi historia porque, cuando tenemos mucha visibilidad trans, comenzamos a hacer un movimiento y avances en la sociedad», declaró en la página web de su club.

Quinn recibe mensajes de jóvenes que le dicen que nunca antes habían visto a una persona transgénero competir. «El deporte es la parte más emocionante de mi vida y, si puedo permitir que los niños practiquen los deportes que aman, esa es mi lucha. Para eso estoy aquí», ha confesado. Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 le han producido sentimientos encontrados. «Siento orgullo al ver a Quinn en la pantalla de alineación y en mi acreditación, pero me entristece saber que hubo atletas olímpicos incapaces de vivir su verdad en el mundo antes que yo», escribió en redes sociales antes de asegurar que «la lucha no ha acabado».

Temas

• Transexuales
• Tokio
• Rio de Janeiro
• Canadá
• Fútbol femenino
• LGTBI