Emma Clarke, la primera futbolista negra de Reino Unido

Su historia permaneció en el olvido durante más de un siglo, pero fue una de las primeras mujeres en lanzarse al campo de fútbol en Reino Unido y, además, la pionera entre las de color. Emma Clarke nació en Liverpool en el verano de 1875 y trabajó como aprendiz de confitera. Sus padres tuvieron un total de 14 hijos, aunque sólo cinco llegaron a la edad adulta. Una de ellas fue Jane, la hermana mayor de Emma, quien también se adentró en el mundo del fútbol.

Jugaron juntas en las calles de la localidad de Bootle hasta que Emma hizo su debut profesional en el equipo British Ladies en 1895, fundado diez años antes por la mecenas Lady Florence Dixie. Su primera capitana fue Nettie Honeyball, quien usaba un nombre ficticio. Clarke jugó para ellas hasta 1903 excepto durante un breve inciso en 1896, cuando viajó a Escocia para integrarse en las Mrs. Graham's XI, un equipo fundado por Helen Matthews en Edimburgo en 1881. Es considerado el primer equipo femenino británico y sus jugadoras debían utilizar pseudónimos para evitar el acoso y proteger sus identidades. La propia Matthews se hacía llamar Mrs. Graham, y se cree que dos de las hermanas de Emma la siguieron en esta aventura escocesa.

El primer partido oficial de Clarke y las British Ladies, y de todo el fútbol femenino en general, tuvo lugar en Crouch End, en Londres, el 23 de marzo de 1895. Se dividieron en dos grupos que representaban 'El Norte' y 'El Sur'. Finalmente 'El Norte' ganó 7 a 1 ante una audiencia de 11.000 espectadores, lo que llamó la atención de periódicos como 'The Standard'. La información sobre Clarke es muy escasa, en especial después de 1903, pero se cree que la joven murió a la edad de 30 años ya que desapareció del censo en 1905.

La historia de Emma Clarke fue redescubierta hace tres años por el artista Stuart Gibbs mientras investigaba para preparar una exhibición sobre la historia del fútbol femenino. Desde entonces ha recibido algún pequeño homenaje público. Por ejemplo, la escuela Campsbourne, en Londres, instaló una placa en uno de sus muros para conmemorar a Emma, Jane y el resto de las integrantes de las British Ladies.