Deportistas refugiadas que buscan la gloria en Tokio 2021
Por segunda vez en su historia, los Juegos Olímpicos contarán con un equipo de 29 deportistas obligados a abandonar sus países
Judith Romero
Domingo, 13 de junio 2021, 20:42
El Comité Olímpico Internacional ha anunciado los nombres de los 29 integrantes del equipo de atletas de refugiados que, por segunda vez en su historia, competirá en los próximos Juegos Olímpicos de Tokio 2021, que se desarrollarán entre el 23 de julio y el 8 de agosto. El conglomerado casi se triplica en número, porque sólo una decena acudió a Río de Janeiro 2016. Estos deportistas son personas que no están amparadas por los organigramas deportivos de sus países, a menudo envueltos en graves problemas y conflictos como guerras, o son consideradas non gratas allí. El equipo cuenta con una importante representación femenina con atletas como las judocas Muna Dahouk y Nigara Shaheen, la taekwondista Kimia Alizadeh, o la atleta Rose Nathike Lokonyen. 'Campeonas' presenta a algunas de ellas.
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Sanda
JudoEscapar de la guerra en Siria para reencontrarse en Ámsterdam
La judoca siria huyó de la devastadora guerra de Siria en 2015 para instalarse en Países Bajos. Escapó de Damasco dejando atrás a su marido y entrenador personal Fadi Darwish y al mayor de los tres hijos que tiene, pero ahora los cinco viven juntos en Ámsterdam. Aldass asegura que el deporte le ha servido para mantenerse fuerte tanto física como mentalmente en su transición a su nueva vida en Europa. La peor etapa fueron los nueve meses que pasó en un campo de refugiados holandés. Durante seis no pudo ver a su familia. Sus dos hijos menores han nacido en Países Bajos y Darwish ha logrado sus credenciales de entrenador.
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Anjel
AtletismoDe la segunda Guerra Civil sudanesa a entrenar en Kenia
La atleta de pista y campo vivió una de las guerras más largas de finales del siglo XX. Nació en Sudán en 1993, durante la segunda Guerra Civil sudanesa, y tanto ella como su familia se veían obligados a dormir entre la maleza para evitar ser descubiertos en las continuas redadas que sufrían en casa. En 2001, cuando tenía 8 años, su pueblo fue rodeado con minas terrestres, por lo que no les quedó más remedio que abandonar su hogar. La deportista llegó al norte de Kenia en 2002 acompañada de su tía y se instaló en el campo de refugiados de Kakuma, uno de los más grandes del mundo. Allí fue donde empezó a correr. Estos serán sus segundos Juegos Olímpicos tras una primera experiencia en Río de Janeiro 2016.
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Luna
TiradoraDe Eritrea a Suiza en busca de libertad
Luna Solomon nació en Eritrea, uno de los países más pobres y cerrados del mundo. «Me fui porque allí no hay libertad», explicó la deportista instalada en Suiza desde 2015, donde empezó a practicar tiro. Mientras vivía en Lausana conoció al tirador italiano Niccolo Campriani, tres veces campeón olímpico. Hasta entonces no sabía nada sobre este deporte, pero ahora entrena con él en su disciplina, rifle de aire, entre tres y cuatro días por semana. Cree que el deporte puede ayudar a otros inmigrantes a afrontar sus nuevas vidas con valentía.
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TaekwondoDe la indigencia a arrasar en su deporte
Dina Pouryounes huyó de Irán a los Países Bajos en 2015 y, en apenas seis años, ha logrado un impresionante palmarés en taekwondo. Ha llegado a ser la tercera mejor del mundo en su categoría (46 - 49 kg) y se ha colgado 34 medallas del ranking mundial. Este deporte se convirtió en su salvación después de haber vivido en la indigencia. Ganó su primera medalla internacional en 2015, cuando aún vivía en un centro de acogida. Dos años después se convirtió en la primera atleta refugiada en competir en un Campeonato Mundial de Taekwondo. Pouryounes quiere seguir entrenando para superarse a sí misma.
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