Larissa Iapichino emula a su madre 32 años después
La italiana se proclamó campeona de Europa de salto de longitud a la misma edad con la que Fiona May se colgó el oro en 1987
De tal palo tal astilla. Y nunca mejor dicho. La joven Larissa Iapichino lleva ya tiempo dando de qué hablar en su Italia natal, donde hace un par de años, con tan solo 15, firmó la mejor actuación nacional de un atleta menor de edad en el pentatlón. Hija de Gianni Iapichino, especialista de salto con pértiga, y de Fiona May, campeona del mundo y olímpica en salto de longitud, ha heredado sin duda todo el talento deportivo de su madre.
Ésta, representando a Gran Bretaña, país en el que nació, ganó su primer oro en 1987, en Birmingham, logrando una marca de 6,64 metros. Fue el punto de inflexión de su aún corta carrera ya que al año siguiente en Canadá se llevó el Mundial en la misma categoría con 6,88, consiguiendo el billete para los Juegos de Seúl, en los que quedó sexta. Tras conseguir la nacionalidad italiana en 1994 volvió a renacer logrando en 1996 y en el 2000 sendas medallas de plata en las Olimpiadas, primero en Atlanta y luego en Sídney, llegando a sobrepasar la barrera de los 7 metros. En 1995 y en el 2001 consiguió además el primer puesto en el Mundial de atletismo.
Todo apunta a que su hija podría mejorar su legado. De momento, ha conseguido su primer gran triunfo antes que su madre. May lo hizo con 17 años y 8 meses, Larissa tan solo tres días después de cumplir los 17. Una victoria que celebró junto a sus padres, presentes en el Ryavallen Athletics Stadium en Boras, Suecia. Lo hizo después de volar 6,58 metros. «Es una alegría indescriptible , la misma que sentí cuando gané en Birmingham hace más de treinta años. Estoy muy orgulloso de ella», comentó a un periódico italiano la madre de la campeona.
Some 32 years after her mother Fiona May won long jump gold at the European U20 Championships, Larissa Iapichino follows suit in #Boras2019 with this fifth-round jump of 6.58m!pic.twitter.com/Alrxwu12rH
— European Athletics (@EuroAthletics) July 21, 2019
Empezó saltando con lluvia, y con el viento en contra. 5,93. Luego se abrió el cielo, al igual que sus zancadas. 6,37 primero, luego 6,33, 6,51, 6,58 y 6,53. «Esta victoria significa mucho para mí. Es como un sueño. Soñé con este momento. No sabía cómo sería ganar una medalla de oro en el Europeo, y ahora digo, 'esto es increíble'», acertaba a decir la propia protagonista, aunque reconocía que en su último salto le hubiera gustado haber terminado un poco más lejos.
Ahí es donde todos la ven, volando muy alto, mejorando la carrera de su madre, quien aún mantiene en su poder el récord italiano de salto de longitud con una marca de 7,11 metros. ¿Será su propia hija quien se lo arrebate? Aún queda mucha historia que contar. De momento Fiona le da un consejo. «No escuches a nadie y sigue».