Lo que faltaba: ¡un trío en 'La isla de las tentaciones'!
En el capítulo del reality no faltaron reproches, lágrimas, arrepentimientos, nuevas infidelidades y la sorpresa de ver a tres concursantes en la misma cama
Lo habían cebado bien, aunque luego no fue para tanto. Tres personas retozaban bajo las sábanas de una misma cama en la villa femenina de 'La isla de las tentaciones'. Visto lo visto, todos esperábamos lo peor, pero no llegó la sangre al río. Se trataba de Lucía, Lola y Carlos, que decidieron, medio en broma medio en serio, dormir juntos. Eso sí, para marcar distancias, Lucía puso la condición de que ella se acomodaría en una esquina, dejando juntos a los otros dos. Y claro, aprovecharon la situación. En principio parecía que Carlos apuntaba hacía la andaluza, pero la casualidad hizo que fuera su amiga la que tenía más a mano, y no dejó pasar la oportunidad.
«Hemos estado picantes, es que tengo las hormonas alteradísimas», se justificaba Lola. Y es que mientras Lucía estaba dormida (o se lo hacía) los otros se metían mano sin disimulo. Lo curioso es que Lola había reñido antes con Simone porque se arrepentía de haberle sido infiel a Diego con él. «No puedo seguir abrazándole, es que me agobia», sollozaba la chica compungida antes sus compañeras. Más tarde decidió explicarle la situación al italiano y éste se cabreó de lo lindo. «Has estado haciendo un papel y me has utilizado», reprochó Simone. Y la joven, ofendida, se levantó y se fue dejándole con la palabra en la boca. Pero se ve que los remordimientos solo se los producía el de Milán porque luego en la cama con Carlos el sentimiento de culpabilidad había desaparecido.
El que está roto es Raúl. Diego tuvo la oportunidad de espiar a Lola durante diez minutos y vio algo que le sorprendió. «He flipado porque Claudia estaba en la habitación con Toni y parecía que había conexión entre ellos», contó al volver a la casa. Y el canario se derrumbó. Llorando desconsolado, lamentaba que podía perder a su novia y aquello sería una desgracia para el muchacho. El drama apunta a hoguera de confrontación la semana que viene. Y a ver qué pasa porque ella, que parecía muy segura de su relación, ya no lo está tanto. No ha visto nada de su chico que le haya hecho dudar, pero ha congeniado con Toni y se replantea su futuro. «A él le gusto y a mí me podría gustar él», confesaba.
Marina sigue a su bola con Isaac, ya sin tapujos, mientras su novio, Jesús, también se ha liado la manta a la cabeza y se arrima a Stefany en cuanto puede. Hugo y Lara están, pero apenas se les ve. Ella tontea con Rubén, pero al recibir el veto masculino no ha podido profundizar en él, y su novio se deja querer por algunas tentadoras, pero sin cruzar líneas peligrosas. Y cerramos el círculo con Manuel. El chaval está ofuscado con Fiama. Desde que la nueva pretendiente llegó no ha parado de besarla. Cuando Sandra Barneda le devolvió las joyas que le había regalado a Lucía se sintió mal y derramó unas lagrimillas, pero se ve que eran de cocodrilo porque al cuarto de hora ya estaba retozando con su nuevo amor. Y Lucía se soltó un poco al sentirse 'cornuda' y Carlos aprovechó para endiñarle un beso en la boca. Al principio aceptó el ósculo de buen grado, pero luego se arrepintió. «¡Ay, mi Manuel! ¿Qué va a pensar?», gemía. Pues nada, hija, que está ocupado con Fiama. Casi le haces un favor, pero de Carlos tampoco te fíes porque ya ha caído con Lola. Esto es un sinvivir.