Marta enreda a Tom y logra que rompa su amistad con Melyssa

Los piques siguen salpicando 'Supervivientes'. Hay jaleo en la playa y en el barco, a veces orquestado y otras, improvisado. Lara Sajén se está revelando como la concursante más polémica de esta edición, con permiso de Marta López. La argentina ha cogido a Alexia Rivas como aliada y despelleja a quienes se ponen por delante. Y luego se queja de que sus compañeros casi ni le dirigen la palabra. Con Sylvia Pantoja la tiene tomada. Sabe que la cantante entra al trapo y no deja de provocarle día y noche. «Estoy muy quemada, no me gusta que saquen la peor parte de mí y no aguanto tanto teatro», sollozaba la artista ante un Carlos que la animaba a pasar de líos y aguantar estoica las ofensas. Y es que al chef también le ha tocado resistir bravatas. «Estoy harto del barco y de esta gente, quiero irme ya al otro lado», le comentaba a su amigo Agustín Bravo. Pero la audiencia escogió a Valeria Marini.

¿Y qué hace la diva italiana en la playa? Achucharse con su amigo Gianmarco. Besos castos a la luz de la luna, piropos varios, bailes sensuales… de todo hace la actriz con tal de encantar al muchacho. Todo pudibundo, vaya por delante. En tierra firme hay más gente y los conflictos también abundan. El que está en el ojo del huracán es Alejandro Albalá. El chico se siente abandonado y perseguido, y razones no le faltan. Carlos Sobera avisó de que uno de los concursantes oficiales iba a ser deportado al barco encallado y ellos mismos escogerían al 'afortunado'. Y Alejandro empató con Tom en votos, pero como la que decidía era la capitana… condenó al ex de Isa Pantoja. Y es que Melyssa Pinto no ha olvidado que Brusse fue su novio, pese a lo que le hizo en otra isla más tentadora.

Hablando de Melyssa. La tierna muchacha se ha visto metida en un jaleo de aúpa. Y aquí entra en acción Marta. La 'gran hermana' no da puntada sin hilo y manipuló a Tom para que se enfrentara a su exnovia. «Cuando llegue la final, si alguien te puede arrancar la cabeza lo hará», avisó astuta. Y el hombre cayó en la trampa. Le echó en Cara a Melyssa todo lo que la había ayudado. «Si no es por mí, tú no estarías aquí», reprochó el marroquí. Y ella se quedó a cuadros porque no se esperaba la amonestación. Melyssa se revolvió y decidió irse para no enfangar más el asunto, pero Tom la persiguió y trató de explicarse. Ella le expresó la desconfianza que aún sentía por él. «Jamás en mi vida he traicionado a nadie», proclamó él muy digno. Y la cara de su contraria era un poema. «¿Y me lo dices precisamente a mí?», cuestionó con sorna.

Marta siguió con la cizaña hasta que llegó el momento de enfrentarse cara a cara a su oponente. Melyssa la acusó de propagar el rumor de que le gusta Gianmarco y se armó el lío. «¡Ya está bien de victimizarse! Eres perfecta y lo haces todo fenomenal. Cómo mola todo lo tuyo», ironizó la veterana que ya ha enseñado sus cartas y parece que, al menos de momento, son 'jokers'.