Del «notable» al «miserable», las notas de Pérez-Reverte a los Reyes y políticos sobre lo ocurrido en Paiporta

Arturo Pérez-Reverte visitó anoche 'El Hormiguero' para presentar su nueva novela, 'La mujer de la isla dormida', y ya de paso comentó la actualidad política tras lo sucedido en los últimos días en Valencia. Especialmente la visita de los Reyes, Sánchez y Mazón a Paiporta.

Los únicos que salen bien parados, en su opinión, es el Jefe del Estado y su esposa. «Un Rey notable, haciendo su trabajo, por el que cobra un sueldo, y unos políticos miserables, pagando las consecuencias de su miserable forma de entender la vida», afirmó a modo de resumen.

Antes, ya se había quedado a gusto con los políticos. Sobre todo con Pedro Sánchez, de quien destacó su «gallardía» de forma irónica. El académico y escritor tampoco esperaba mucho del presidente del Gobierno: «Sánchez estuvo Sánchez (ríe)». Al escuchar a Pérez-Reverte se nota que no le gusta el líder socialista, pero aun así se deshace en elogios hacia su modo de ver la vida. «A pesar de los casos que le acorralan, saldrá de esta porque es un genio», dijo entre risas. Y, de paso, lo comparó con el dictador Francisco Franco y con Fernando VII, uno de los Reyes más nefastos de la historia española. «Nos tiene cogido el pulso y nos conoce perfectamente. Esto es una partida de póker y nos está desplumando. Los pringados somos nosotros».

El escritor cree que Sánchez es «interesante» por su «desvergüenza política, su cinismo, su ambición, su deseo de aferrarse al poder a toda costa y su falta de escrúpulos». Al presidente de la Generalitat tampoco le deja en buen lugar. «Estaba ahí, escondido», afirma Pérez-Reverte sobre el ataque a la comitiva real. «Debería dimitir, sin duda», sentencia.

En cambio, se deshizo en elogios con Felipe VI y la Reina, de la que destacó que «ha aprendido mucho estos años». «Letizia estuvo muy bien y el Rey, el rubio alto como yo digo, estuvo notable», afirmó.

Pérez-Reverte subrayó de Felipe VI «esa serenidad, ese valor... porque se la jugó, ¿eh?». Le molestó especialmente que algunos traten de restar valor al hecho de aguantar el chaparrón de los vecinos. «No es verdad que estuviese rodeado de escoltas. Estaba rodeado de gente. Esa manera de dar la cara y ser honorable y fiel al papel que desempeña... No era él, no era la casa Borbón con los eméritos... no, no. Es el Estado español y él es el máximo representante», sostuvo.

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