Los políticos se han fijado siempre en los tiempos televisivos a la hora de dar discursos o de anunciar medidas. Cuando internet no existía y ... este tipo de contenidos solo se trataban en los informativos solían ajustar el momento en que iban a contar sus decisiones para que entrasen en la escaleta del Telediario. Eso aún sucede. Lo que pasa es que ahora están atentos a otras muchas cuestiones que marca la televisión. Y convengamos que esta no ha hecho de la política un lugar mejor.
Buena parte de la culpa de la simpleza de algunas reflexiones parte del tratamiento en estos debates, donde prima más la discordia que el ánimo por explicar y entenderse. '59 segundos', que comandaron Mamen Mendizábal, Ana Pastor y María Casado, hizo mucho daño. En su época nos pareció original y divertido lo de que les bajasen el micrófono al llegar al minuto pero el invento llegó para quedarse y desde entonces lo importante en cualquier tertulia política es que los que intervienen sean breves. Da igual si lo que dicen es verdad o no, lo relevante es que no se extiendan en su turno de palabra.
Flaco favor han hecho también los tertulianos oficiales, que han dejado de ser analistas para ser palmeros de uno u otro partido. Y todas estas formas se han trasladado al Congreso de los Diputados, que en ocasiones se parece más a 'La Sexta Noche' que a lo que se espera de un órgano constitucional que representa al pueblo. Para terminar de simplificarlo todo llega Ana Obregón y en una entrevista en 'Yo Dona' dice que ningún político hace «absolutamente nada por ayudar a los ciudadanos». Ángel Martín remata: «Todos son iguales, se ríen de nosotros». Quién les iba a decir que iban a estar de acuerdo en algo.
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