Omar Montes desvela el 'malentendido' que le enfrentó al marido de Kimberly Flores
El cantante acudió a 'El Hormiguero' con su desparpajo habitual y descubrió el problema que tuvo en México: «Les propuse que lo solucionásemos en el ring»
Una vez más, Omar Montes dejó su impronta en 'El Hormiguero', empezando por su siempre llamativo estilismo. «Llevo un dinero aquí colgado. Siempre que vengo, quiero ponerme lo más nuevo. Y esto son mis nuevas adquisiciones de diamantes. Cuando lo quieras para salir de fiesta por Requena, me dices», presumía ante Pablo Motos sobre la exagerada joyería que portaba. El cantante no tuvo reparo en recordar la invitación que quiso hacer a sus jefes y que no salió del todo bien. «Me llevé a cenar a los de Sony y metí la pata como siempre. Les dije que estuviesen tranquilos, que no se preocuparan que yo controlaba Granada. Estábamos grabando el videoclip en La Alhambra y quise tener un detalle. Les dije que era el mejor sitio de todo Granada y les llevé al kebab del tío Jalim. Cuando llegamos empezaron a mirarme raro. Quería que descubrieran mundo», recordaba entre risas. El músico sostiene que no ha probado el alcohol en su vida, «aunque últimamente me han venido las ganas de probar a cogerme un pedo. Será que estoy haciéndome grande. Aun así, no he sucumbido a la tentación», aseveraba.
Evitar los tragos estando de fiesta no resulta grato, según Omar. «Lo pasas fatal porque llegan las dos de la mañana y te quieres ir. Ves como los demás empiezan a emborracharse. Te hablan todo el rato muy cerca, te agarran… y da un poco de cosilla. Ya he descubierto la fórmula para no quedar mal: te vas sin decir nada», explicaba. El artista acaba de regresar de México. «Vengo de allí. Hice un par de conciertos y triunfé. La gente es súper cariñosa», brindaba. No obstante, también tuvo algún que otro encontronazo. «Pero se enfadó conmigo el marido de Kimberly (Flores) porque, por lo visto, nos habían hecho unas fotos a los dos paseando por Miami y se empezaron a especular cosas. Y cuando salí de la discoteca me siguieron en un coche unos chavales y hubo un pequeño lío. Me decían que tenía problemas con su patrón. Les propuse que organizáramos una velada y lo solucionásemos en el ring», solventaba.
El boxeo apasiona a Montes y ha regresado al deporte hace poco, aunque en uno de los combates sufrió una lesión. «Se me ha subido un nudillo. Fue en el primer asalto. Me fui al hospital directo, pero cuando acabé la pelea y con mi cinturón, después de ganar. Yo pegaba y notaba como cristales dentro de la mano, pero no quería que se me notara», contaba desvelando así su dolorosa estrategia.
Omar no evitaba confesar que su debilidad es la alimentación. «Intento no comer, pero me puede el vicio. Mi plato favorito es el kebab. Soy un gourmet del kebab», descubría. Y esa pasión también le ha provocado anécdotas curiosas. «Uno de los mejores sitios para comer kebab es 'El pollo de oro', que está en mi barrio. Un día le llevé ahí a Agatha Ruiz de la Prada y quedó horrorizada. La llevé con todos mis paisanos. Vio a cuatro o cinco moros fumando porros y de todo, y me preguntó a ver dónde le había llevado. Le dije que tranquila y accedió a entrar. Mira que me costó. Y cuando probó la comida, me dijo que era de los mejores sitios en los que había comido en su vida. Le gustó tanto que me dijo que iba a ser modelo en uno de sus desfiles. Ya le dije que estaba todo gordo, pero le da igual», remataba el compositor que, según indicaba él mismo, disfruta leyendo a Marco Antonio.
