Nuria Roca, a Carmina Barrios: «Roncas como un jabalí»

Se ve que Nuria Roca se está soltando cada vez más en 'El Hormiguero'. Los lógicos nervios del estreno -sustituyendo a Pablo Motos que sigue confinado por el coronavirus- se van olvidando y la comunicadora transmite con naturalidad y soltura. Se apreció en la entrevista que realizó a Carmina Barrios, con la que ha compartido autocaravana durante tres semanas. 'Road Trip' es un formato de TNT que afronta su segunda temporada con novedades. Roca y Esty Quesada comparten periplo esta vez con la madre de Paco y María León. «Me lo he pasado de puta madre», aseguraba la actriz antes de nada. Y le lanzaba una pulla a la periodista: «Esta tiene carita de morir y culito de vivir».

Roca no se achantó con la invitada a la que espetó sin anestesia: «Roncas como un jabalí». Y Carmina no se arredró. «¡Qué hija de puta, y tú!», replicó con sorna. Y añadió para justificarse: «Todo el mundo ronca, más o menos suave». Entre risas, la conductora del show le dijo que a eso se le llama respirar. Y la aludida echó balones fuera: «Es que yo no sé lo que hago una vez que estoy dormida». Eso sí, quizá para evitar caer sola, metió a su esposo en el saco. «Pues mi Antonio ronca igual que yo», informó provocando carcajadas. Luego, para dar una de cal y otra de arena, piropeó a su manera al marido. «Antonio tiene su categoría, pero también su punto canalla. No te creas que es un santo», afirmó.

Las mujeres calificaron su proyecto como «feminismo bizarro», aunque Barrios fue más allá al reivindicar el «poder chochal». «Es lo que tenemos las mujeres, que lo llevamos todo para adelante y podemos con todo», proclamó. Ambas coincidieron en que lo que más les ha gustado del espacio es trabajar sin aderezos. «Íbamos al natural. Sin maquillaje, sin peluquería… Así somos», decía la presentadora. Aunque su compañera matizaba: «Yo parece que me he tragado un colchón de uno cincuenta».

Las confidencias no pararon durante todo el divertido encuentro. Carmina reconoció que ha bebido más refrescos de cola que nunca y que es capaz de tomarse un litro de gazpacho de golpe. También admitió ser bastante supersticiosa y lo ilustró con un ejemplo. «En Triana, cada vez que escuchamos al afilador, nos levantamos, nos ponemos un pañuelo en la cabeza y bailamos pidiendo dinero», ilustraba. Y la creencia es tal que hasta interrumpió una película por ella. «Cuando rodamos 'Carmina o revienta', los de sonido siempre están muy atentos a que no se escuche nada de fuera. Y pasó el afilador y les dije que dejaran un ratito más el flautín y dijeran: Afilador, dinerito quiero yo. Da buena suerte y yo me apunto a todo», describía guasona.