Kiko Rivera se abre en canal y confiesa haber sido desleal a su mujer
El hijo de Isabel Pantoja acudió a 'Sábado Deluxe' para afrontar las infidelidades a su esposa y acabó desvelando que su dependencia a las drogas no ha acabado
«Soy el culpable de todo y tengo que dar la cara», con esta sentencia se presentó Kiko Rivera en 'Sábado Deluxe'. Hacía cinco años que el hijo de Isabel Pantoja no acudía al programa y unas supuestas infidelidades a su esposa motivaron el precipitado regreso. «Vengo aquí a abrirme en canal», declaraba muy intenso. Y lo hizo. Para empezar confesó que había mantenido conversaciones subidas de tono con otra mujer. Hace un año adquirió la discoteca El Hoyo en Sevilla y acude a ella de vez en cuando para ver cómo marcha el negocio. Las pasadas navidades asistió a la cena de empresa y, cuando salió fuera del restaurante a fumar, una joven camarera se acercó a hablar con él. Le dijo que tenía frío y el cantante le prestó su cazadora. «Y ahí empezó todo, con la tontería de la maldita chaqueta. Ella me escribió días después y seguimos mensajeándonos, aunque no pasó de ahí», argumentaba.
Publicidad
«Mi matrimonio pasaba un momento raro», justificaba. Y es que su suegra estaba gravemente enferma y falleció poco después. «En ese tiempo tuvimos un bache y discutíamos muchísimo», comentaba Kiko insistiendo en que toda la culpa es suya y no pretende buscar excusas. «Mi mujer es lo mejor que me ha pasado en la vida y yo no me he sabido comportar», remataba. El por qué de estas deslealtades tiene respuesta. «Cuando salí de 'GH Dúo' me vi guapo por primera vez en la vida. Y cometí ese fallo», descubría el artista que reconocía que anteriormente había engañado en varias ocasiones a su esposa, «pero siempre bajo el efecto de diversas sustancias y esa etapa de mi vida se ha terminado», aclaraba. Y es que Rivera desveló en un reality que había sido drogadicto y estaba rehabilitándose. Y aunque ya no consume y rechazar las ofertas que le hacen, le está costando. «Sigo teniendo dependencia las drogas, hay noches que no puedo dormir y hasta lloro», revelaba emocionado narrando cómo, una vez superado el trance, le han ofrecido «una raya» varias veces.
«La gente se cree que mi vida es una fiesta, pero no es así», contaba el invitado que afirmaba a continuación tener la autoestima muy baja, debido a que, desde que era pequeño, «mucha gente se ha acercado a mi por interés». Y el tiempo afecta. «Cuando era joven me la pelaba. Ganaba diez mil y me gastaba quince mil, pero ya no», advertía sereno. «Debería de ir a un psicólogo, pero tengo tanto miedo a saber por qué…», dejaba caer afligido, asegurando que era la primera vez que lo expresaba, «esto no se lo he contado ni a mi mujer porque me da vergüenza», decía.
Con todo, Kiko sostiene que actualmente la relación con Irene Rosales, su mujer, es buena. «Estoy enamoradísimo de ella», manifestaba. La que también le puso las pilas para salvar el matrimonio fue su madre. La tonadillera le regañó al enterarse de los mensajes subidos de tono con otra. «Me dijo que era un mal marido y una mala persona por hacerle eso a alguien que me quiere tanto. Y yo acabé llorando como un niño», describía.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión