La tensión en Ferraz de Iker Jiménez con los ultras: «Serán gilipollas... Me tiran un objeto y te juro que voy a por el tío»
El periodista y presentador de 'Cuarto Milenio' realizó una retransmisión en directo de la manifestación no autorizada contra la amnistía en los aledaños de la sede socialista en Madrid
A.M.
Miércoles, 8 de noviembre 2023, 09:22
El popular presentador y locutor Iker Jiménez se caracteriza por ser un hombre tranquilo y calmado. Capaz de mantener el mismo tono pausado durante horas, tanto en la televisión como en la radio. Anoche acudió a la manifestación contra la amnistía que se celebraba en los alrededores de la sede socialista de Ferraz y se vio a un Jiménez desconocido. La tensión del momento le superó, especialmente cuando un grupo de ultras encapuchados lanzaron objetos y encendieron bengalas a escasos metros de él.
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El presentador se encontraba retransmitiendo a través de las redes sociales la concentración no autorizada, en un canal llamado 'La estirpe de los libres' que comparte con su mujer -la también periodista Carmen Porter-. Los espectadores vieron cómo se desarrolló la protesta minuto a minuto. Desde los primeros instantes de la concentración hasta la irrupción de grupos ultras encapuchados que provocaron las cargas policiales.
Jiménez, que estaba subido en una plataforma cerca del vallado policial, fue fotografiado por muchos de los presentes y su presencia enseguida se hizo viral. También para los más radicales.
Fue entonces cuando el periodista se topó con un grupo de ultras encapuchados. Estos encendieron varias bengalas y miraron fijamente a Jiménez y otros fotógrafos de la prensa, que se encontraban en el mismo punto de la concentración. Alguno de los radicales incluso lanzó una botella a los periodistas. «La madre que los parió. Serán gilipollas... Me tiran un objeto y te juro que voy a por el tío», le decía a su mujer en directo. A Carmen Porter se le escapaba una ligera sonrisa fruto del nerviosismo.
Cuando la Policía comenzó a cargar, la noche se torció por completo. Volaron adoquines, las calles quedaron destrozadas y la tensión se disparó hasta tal punto que el propio Iker Jiménez perdió los nervios. «¡Eh! ¡Eh! ¡Eh! ¡Nosotros no! ¡Prensa, prensa!», gritó a los policias que cargaban a escasos centímetros de Jiménez y el resto de periodistas desplazados a Ferraz. En ese momento, los agentes comenzarón a rociar con gas pimienta a los ultras que reventaron la manifestación. La sustancia tóxica afectó a Iker Jiménez que comenzó a toser sin parar mientras trataba de interesarse por el estado de sus compañeros.
Después de la tempestad llegó la calma, ya de madrugada. Iker Jiménez, que había detenido la conexión, volvió a entrar en directo para pasearse por Ferraz y mostrar a sus seguidores los restos de la batalla campal. Las aceras estaban completamente destrozadas y algunos adoquines tenían el tamaño de una cabeza.
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