Un icono

Crítica de televisión ·

Hay dos clases de personas en el mundo, las que piensan que 'Dirty Dancing' es la gran película de Patrick Swayze y las que creen ... que lo es 'Ghost'. Esta reflexión es de 'Yo soy Patrick Swayze', documental que Paramount Newport emitió el pasado miércoles, tras la proyección de 'Dirty Dancing', conmemorando el 69 aniversario del nacimiento del actor (18 de agosto de 1952 - 14 de septiembre de 2009). Es una producción de 60 minutos en torno a un actor todoterreno que lo mismo era el héroe de películas de acción como 'De profesión: duro', donde no admitió dobles de acción -lo que le ocasionó más de una lesión-, que la elegante dama travestida de 'A Wong Foo, ¡gracias por todo! Julie Newmar', o que uno de aquellos 'Rebeldes' de Francis Ford Coppola. Swayze era ya un icono.

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Mañana martes 'Dirty Dancing' regresa a la gran pantalla. No importa que se haya emitido por televisión una semana antes y que sus pases televisivos hayan sido innumerables. Es una película emblemática que, como también le ocurre a 'Pretty Woman', no importa cuántas veces se haya visto para revisarla una vez más.

Pero 'Dirty Dancing' es también una historia generacional con un tema musical que ganó el Oscar. ¡Cuántas jovencitas de los 80 no se identificaron con aquella Jennifer Beals colada por el rudo bailarín ante el disgusto de su padre! Una historia de cuando el primer baile coincide con el primer amor y con una forma de moverse que se abría con fuerza. En España la película ganó el entonces primer Festival de Cine y Música de Cuenca en la categoría de música moderna. Los que formamos parte de aquel jurado, entre ellos el inolvidable Carmelo Bernaola, lo tuvimos muy claro. No solo era una gran película, sino que era imbatible. El tiempo nos ha dado la razón.

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