Eneko, exfutbolista del Alavés, gana 'Masterchef' en una final muy emocionante

Una lección de deportividad, de compañerismo, de lealtad, de amistad. Así fue el duelo final de 'Masterchef'. Alex y Eneko no pararon de animarse, de darse abrazos, de ayudarse… Eran rivales, pero por encima de todo, «hermanos». Venció Eneko, pero no importa. Alex, con solo 19 años, se ganó el futuro. «Tienes toda la vida por delante», espoleaba Pepe Rodríguez. Jordi Cruz fue más lejos. «Tienes trabajo en mi casa», informó. El catalán no quiere perder el talento de este joven que compitió hace varios años en 'Masterchef Junior' y repetía, ya como adulto, alcanzando la final. Pudo su «hermano», pero él sedujo a todo el mundo y se dibujó un porvenir brillante.

«¡He ganado! ¡Cómo puede ser esto!», exclamaba incrédulo Eneko, el exfutbolista del Alavés entre otros. Colgó las botas cambiándolas por los fogones. Empático, comprensivo, amable y simpático, el aspirante emocionó a su mujer y a sus hijas dedicándoles unos platos que sabían a gloria, según los expertos.

Todo arrancaba con una prueba más complicada de lo habitual. El reto de seguir al chef cambiaba porque esta vez Toño Pérez preparaba su receta de espaldas a los concursantes. Prestar atención y no saltarse ningún paso era esencial. El ansia pudo a Lluis que se adelantó a las instrucciones y aquello perjudicó su propuesta. Los jueces le amonestaron por ello. «Tienes que entender una cosa, cuando un chef establece una receta no lo hace por su ego, lo hace porque quiere que todos los clientes que vayan a su restaurante coman lo mismo. Y para eso hay que respetar esa receta», aleccionaba Jordi. Samantha Vallejo-Nágera fue más lejos. «Creo que es una falta de respeto a un chef que tiene tres Estrellas Michelin y viene a hacer un platazo, intentar adelantarle. Aparte de que es ridículo», abroncaba. Lluis no encajaba bien las críticas. «Me enfado porque estoy ilusionado y no me gusta que quieran dejarme de prepotente. Ya he agachado la cabeza cuando la tenía que agachar», protestaba. «Siempre sacas esa puntillita a todas las cosas que te estamos diciendo y hay que tomárselo con ironía y con humor. No te puedes enfadar porque con esas cosas que te hemos dicho también te hemos traído hasta aquí, hasta la final. No te quedes solo con la parte buena», recomendaba Pepe. A pesar de que Pilu y Alex habían hecho buenos platos, Eneko destacó coronándose como primer finalista.

La prueba de exteriores se celebraba en el restaurante de Martín Berasategi en Lasarte Oria. Pilu se vino abajo y acabó llorando viendo que el duelo final se le escapaba de las manos. Y así fue. «Sin duda, has sido tu peor enemiga. No ha sido tu día. Tienes que estar orgullosa, pero la chaquetilla no es para ti», informaba Jordi. Pepe ponderaba el trabajo de Lluis, aunque tampoco triunfaba. «Has demostrado mucho talento y el resultado final se ha parecido mucho al original», le decía el de El Bohío antes de anunciar que el triunfador era Alex. «Me ha costado ocho años conseguir la chaquetilla, pero ya está», celebraba el benjamín del grupo que se batía en duelo con Eneko en una final emocionante que, al final, ganó el veterano.

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