Los concursantes de 'El Conquis' explotan contra el programa bajo acusaciones de tongo
Las broncas y los piques protagonizaron las expulsiones de la noche
Nada mejor que un clásico para empezar una nueva jornada de 'El conquistador del Caribe'. El juego de inmunidad era un viejo conocido, aunque tenía nuevas trampas. Lide, Pedro y Sandra eran los elegidos de cada equipo para encabezar el gusano que viaja engrilletado por un circuito repleto de obstáculos. Cada grupo debía ir sorteando los estorbos hacia la zona central. Encender tres antorchas era el objetivo y, una vez prendidas, salir hacia los estandartes e izarlos con la boca, sin utilizar las manos. Para complicarlo aún más, unos viajaban de frente y otros, de espalda. Un numerito que provocó disturbios.
Pedro no se enteró bien de las reglas y, aunque los rojos llegaron los primeros a la bandera, no consiguieron levantarla como era debido. Las verdes, lideradas por Lide, se dejaron la piel en el reto y, por la mínima, consiguieron adelantar a los colorados en el último minuto. Loa azules de Sandra quedaron muy atrás. La escogida se lió y no supo coger la ventaja necesaria para avanzar más rápido que sus contrincantes.
Una vez finalizada la prueba y con las chicas ondeando la ikurriña, surgieron los piques. El conjunto masculino no estaba del todo conforme con el resultado. «Escucháis lo que queréis», reprochaba David Seco. Las verdes, para defenderse, acusaron a los contrarios de practicar el «juego sucio». «Son tácticas», respondían los aludidos. En cualquier caso, los verdaderamente derrotados eran los Corocote, que marchaban hacia el campamento muy pobre con el ánimo por los suelos.
A la hora de nominar, las verdes condenaron a Arruti. «No me pilla de sorpresa», argumentaba el joven. Ya en la asamblea, Julian Iantzi apreció el agotamiento del grupo azul. «Por lo que veo esta derrota os ha pegado un gran mazazo», observaba el presentador. Y es que dos derrotas seguidas merman a cualquiera. Hasta la capitana estaba de bajón. «Te veo un poco apagada y apática», afirmaba Seco. «Puede ser», respondía lacónicamente ella. Con todo, a Bego le tocaba incluir a alguien de su banda en la lista negra y se decantó por Sandra. «Lo asumo», acató la chica. Quedaba un tercero en jugarse el tipo y eran los compañeros los que tenían que elegir. Punky fue el señalado, no acaba de conectar con el grupo. «Está claro que lo estoy haciendo mal y tengo que cambiar las cosas», asumía Koldo.
Los rojos aguardaban en el campamento pobre la llegada de Julian y el comunicador aterrizó allí para indicar a Andrea que, como jefa, tenía que nominar a uno de los suyos. Pedro fue el nombre que pronunció la capitana. «Soy la oveja negra y todos los marrones me caen a mí», protestaba el más veterano de la cuadrilla. A él le tocaba elegir con quién se iba a batir en el duelo. Arruti era fijo, así que Pedro prefirió enfrentarse a Sandra.
Era un duelo de altura. Primero debían tirarse al mar desde una plataforma de doce metros, luego buscar un banderín bajo el agua y, después, ir ascendiendo por la pared de roca recogiendo más banderines. Arruti no acabó el reto, pero fue el que más lejos llegó. Pedro y Sandra ni siquiera salieron del agua a la hora de escalar por la cuerda. Así que la pareja fue la expulsada de la noche. Dos menos. Otro mazazo para los azules y una muesca dolorosa para los rojos que pierden a su 'aitatxo'.
