Bronca tremenda en 'El conquistador del Caribe'

Una pregunta encendió 'El conquistador del Caribe': ¿Quién te cae mejor y quién te cae peor del equipo contrario? La cuestión tenía su miga porque de ella saldrían los elegidos para liderar el juego de inmunidad. Los amarillos se lo pensaron dos veces antes de soltar ningún nombre, conscientes de que se están jugando su futuro. La pérdida de Leire ha mermado aún más a su grupo y la moral está por los suelos, aunque David Seco se encarga de levantarla como puede. Duque y Bego fueron los escogidos del conjunto Cucaya. El primero, por su buen rollo y la segunda, «por echada para adelante», según Binbi. Y precisamente el de Eskoriatza fue el seleccionado por sus contrarios como el peor, igual por ese sambenito de torpe que le acompaña casi desde la prueba del laberinto. Le acompañaba Beko, otro corpulento.

El desafío del bauprés comenzaba con los dos equipos achicando agua ya que los dos cayucos estaban inundados. Después, los escogidos debían ir encendiendo tres pebeteros situados a lo largo de un complejo circuito. Lo malo es que a medida que iban avanzando por él, la dificultad aumentaba ya que el bauprés se estrechaba. Para colmo, los capitanes debían guardar silencio porque los encargados de dirigir a los concursantes eran los 'odiados' Binbi y Bego. Y a Eneko no le gusta estar callado. «Le va a costar», avisaba el presentador, y no le faltaba razón. Su afán por guiar a los suyos a buen puerto le hizo perder los nervios en más de una ocasión y Julian Iantzi tuvo que llamarle la atención al escuchar sus instrucciones.

Los amarillos se adelantaron al estar la embarcación contraria encallada en el barro. Con todo, los negros lograron remontar y casi alcanzar a los rivales, pero su capitán seguía ordenando por gestos y con ruidos, y tanto va el cantaro a la fuente… «Eneko, te lo habíamos advertido y sigues hablando. Equipo Cacata, estáis descalificados», anunció Julian. Y se armó la marimorena. «No he hablado, lo he hecho todo congestos. A tomar por culo, son unos tramposos», denunciaba el remero visiblemente cabreado. Binbi añadía leña al fuego al asegurar que todo estaba preparado. «Esto estaba claro desde el puto principio», argumentaba con el beneplácito de sus compañeros. El enfado fue monumental, tanto que ni siquiera hubo la clásica liturgia de nombrar ganadores.

Los de Seco, desde el campamento rico, optaron por nominar a David. En una asamblea tensa, Leire salió de nuevo condenada. La donostiarra lleva ya los duelos y se sintió defraudada por los suyos. El tercero en discordia lo elegía Eneko y se decantó por Aitor. El trío debía enfrentarse a los Tumbapalos. Se trataba de darle a un mástil con un ariete colgante y golpearlo hasta conseguir tirar el tronco de su color. La fuerza de los trompazos de David y Aitor ayudaron a Leire que vio cómo su señal caía la primera ganando la competición. Los dos hombres se jugaban la expulsión y las instrucciones de Yanci fueron vitales para que Aitor lograra el objetivo. Y fue David el expulsado. «¡Qué puta mierda irse así a casa!», protestaba con impotencia. Era uno de los favoritos y había cumplido a la perfección hasta ese momento, un instante fatal que causó que tuviese que abandonar antes de tiempo la aventura.