Alguien se imagina hoy a María Teresa Campos en el plató de 'Sálvame' rodeada de los colaboradores habituales del magacín jugando al 'Si fuera'? El ' ... Si fuera' -para los que hayan crecido sin ver a Raffaella Carrà en la televisión española- era una sección mítica de su programa de noche en TVE en el que varios famosos trataban de desvelar la identidad de otro con adivinanzas: si fuera un animal cuál sería, si fuera una ciudad, una canción... Con la muerte de la cantante italiana se repusieron fragmentos de sus intervenciones televisivas y en una de ellas se le podía ver en un corrillo en el que figuras como Anabel Alonso, Pedro Osinaga, Paco Lobatón o Arévalo preguntaban «si fueras» a la Campos para acertar qué personaje ocultaba.
Hoy en día cuando la periodista se sienta en un plató la situación es muy diferente y ha de responder sobre si discute con sus hijas, lo que hizo con Bigote Arrocet o si le cae mejor o peor Kiko Matamoros. Aquella otra tele amable no tiene espacio en la Telecinco actual, porque ha encontrado en la tensión y el enfrentamiento su mayor filón.
El buen rollo que Raffaella otorgaba a todos sus proyectos se habría dado de bruces con el universo Mediaset, en el que los presentadores se pelean con los invitados, los colaboradores se torpedean entre ellos y los programas se lanzan pullas sin parar. Ya nadie levanta ahí el teléfono y espera que alguien conteste con un pletórico «hola», porque los que se comunican con Jorge Javier o Ana Rosa lo hacen en calidad de aludidos y vilipendiados. Son dos modelos de seducir al espectador completamente distintos. Lo que tenemos claro es que algunos echaremos de menos el modo en que supo hacerlo la Carrà. Qué desastre si tú te vas... Pues eso.
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