«No hay tanta distancia entre la música de Shostakovich y los boleros»

- ¿Hay algún género que aúne tan bien música y literatura?

- En la clásica encontramos grandes ejemplos en el lied y la chanson, pero este es otro ámbito. El bolero tiene una inmediatez, unas características, que hacen que hable a muchísima gente.

- ¿Y en la música popular?

- En ese mundo es el género más excelso. No hay nada igual porque en muchos casos son un prodigio. Y hay mucho músico clásico que piensa lo mismo que yo.

- El bolero goza de un gran prestigio literario. ¿Sucede igual con la música?

- Creo que sí, porque hay melodías verdaderamente inspiradas. El bolero siempre ha estado revestido de unos arreglos muy bien hechos, realizados por compositores de mucho oficio e inspiración. Sucede algo curioso: que no se sabe muy bien quién escribió las letras porque había un mercadeo enorme. Son muchos los boleros en los que aparece atribuida al compositor la autoría de la letra pero parece claro que no era suya.

- ¿Cómo un trío que interpreta obras del clasicismo a la música contemporánea se mete en un proyecto así?

- Somos omnívoros, hemos estrenado obras de casi todos los compositores españoles, y ya antes nos habíamos metido en muchos fregados, como el flamenco. Lo del bolero surge por una pasión personal mía. Estaba pensando qué podría hacer con los boleros cuando conocí a Miralles, que para mí era una figura importante porque yo de niño no quería ser Horowitz o Richter, sino ese señor que tocaba el piano acompañando a Serrat. Miralles se ofreció a hacer cosas para el trío y ahí empezó todo.

- Luego llega Sandra Carrasco, imagino.

- La conocía de unas cosas que habíamos hecho para una película y me había quedado maravillado con su voz. Como ella ya había interpretado algún bolero en sus actuaciones, se lo propuse a ambos y nos fuimos todos de cabeza.

- ¿Cómo eligieron las obras?

- Se trataba de hacer una combinación de boleros más y menos célebres. Pedí a un amigo cubano que me indicara uno muy bueno pero poco conocido y me recomendó 'Como un milagro'. Sandra quería dedicar uno a su hija pequeña, e incluimos 'Mira que eres linda', y así fuimos decidiendo unos y otros. Y también deseábamos que hubiera algunos compuestos por mujeres.

- Hay dos temas que son solo para trío.

- Son dos arreglos que Miralles tenía hechos de antes y nos gustaron. Pensando en algunos conciertos, daban la posibilidad de variar un poco y permitir que Sandra descanse. Pero lo cierto es que hemos hecho pocos conciertos con este programa porque a los programadores les cuesta entender lo que ofrecemos. Si somos un trío clásico, ¿qué hacemos con una cantaora y un programa de boleros? Están descolocados. Imagino que algo parecido sucederá con los críticos respecto del disco. ¿En qué sección de las revistas lo meterán? Tenemos curiosidad.

- ¿Qué diferencia hay entre trabajar su repertorio habitual y estas canciones, entre tocar a Shostakovich o un bolero?

- Pues la distancia entre Shostakovich y estos boleros y sus arreglos no es tanta... La música buena está interconectada a un nivel profundo y estas piezas están cerca en cuanto a la transmisión de emociones. Le aseguro que es muy refrescante tocar un día Beethoven o Shostakovich y al día siguiente unos boleros.

- ¿Y con la voz? Tampoco será lo mismo acompañar a una voz en una canción de Gershwin o un lied de Schubert y hacerlo en un bolero.

- Hemos tenido que encontrar una manera especial de tocar. Los arreglos son escurridizos y era preciso combinar una flexibilidad muy sutil sobre una estabilidad rítmica. Hallar ese punto fue lo que más nos costó.