«Soy un poeta popsocrático»
Juan José Lanz
Sábado, 5 de julio 2025
En «la casa de los libros» de Luis Alberto de Cuenca habita ese caudal de referencias que alimenta -sin saciar nunca- su curiosidad. Rodeado de ... primeras ediciones, colecciones completas, tebeos, figuras de Tintín y de la Guerra de las Galaxias, entre otros personajes, disfruta de la literatura «en calidad de lector, que es la más alta graduación a la que puede acceder una persona que se precie de serlo».
- Entrar en un libro de poemas suyo es como entrar en la biblioteca de un amigo, donde nos encontramos temas recurrentes (el amor, la muerte, la nostalgia, los viejos amigos, etc.), lecturas ('Drácula', la épica germánica, los clásicos grecolatinos, Sherlock Holmes), películas clásicas (el cine negro norteamericano), el cómic, etc. ¿Son esos textos, en sentido general, los que nos salvan de la existencia cotidiana? ¿Cuáles son sus filias en el ámbito de la cultura?
- Podríamos llenar decenas de cuadernos con la mera mención de mis filias culturales, que van desde la literatura mesopotámica a los cómics, del 'Cantar de los Nibelungos' a Michel Houellebecq, del cine mudo a Tarantino.
- Esa superación de las barreras que separan alta cultura y cultura de masas, la integración en los poemas de materiales de muy diversa procedencia, apunta sin duda a una influencia del pop art y de la cultura pop en general fraguada en los años sesenta, ¿Cómo ha influido la cultura pop en un escritor tan culto?
- Mi amigo Garci dice que soy un poeta popsocrático. Me parece un adjetivo que me va como anillo al dedo. Los primeros filósofos, por un lado; Roy Lichtenstein y Tom Wesselmann, por otro. ¿No hay suficientes motivos para ser feliz en tan gratificante compañía?
- Por otro lado, ha compuesto un buen número de canciones para la Orquesta Mondragón y Loquillo ha musicalizado una serie de poemas suyos en 'Su nombre era el de todas las mujeres'. ¿Cómo es la relación de su poesía con la música?
- Música y poesía nacieron juntas en la Grecia arcaica. Son amigas íntimas, tan íntimas como las tríbadas que soñó Baudelaire. Me gusta el rock como funicular de mi poesía: que traslade mis versos a lo más alto de la montaña, desde donde puedan ser escuchados en la voz, por ejemplo, de Loquillo, un mito del rock español y un caballero del bushido (o sea, un samurái).
«Me voy haciendo viejo»
- Creo que en su poesía última se empieza a percibir una mirada quizá más pesimista. Creo que 'El secreto del mago' y 'Ala de cisne', sus últimos poemarios, insisten en cierto modo en una poesía elegíaca y en cierto pesimismo, ¿podríamos hablar de un cambio?
- No son más pesimistas que los anteriores. Solo son más recientes. Me voy haciendo viejo y la muerte acecha. Por eso tiene, y no siempre, un tono más elegíaco.
- En varios poemas y secciones de estos últimos libros vuelve a la reescritura de antiguos poemas, a visitar con nueva mirada experiencias pasadas, como en 'La otra noche después de la movida y otros poemas'. ¿Es la escritura de la memoria, a estas alturas, memoria de la escritura?
- Todo eso forma parte del manual del poeta bien educado (recordando el título de un librito que estudiábamos en Ingreso y que se llamaba 'El muchacho bien educado'). Escritura de la memoria, memoria de la escritura... Yo diría que ambas cosas a la vez a estas alturas (otra vez el funicular que conduce a lo alto) y al nivel del mar. Revisitando: ese gerundio lo resume todo.
- En una foto memorable en una representación de 'Macbeth' en el Colegio del Pilar, aparece Fernando Savater, como Duncan, nombrando como heredero a su hijo Malcolm, al que usted interpreta. «De todos aquellos amigos / que poblaron conmigo el mundo / solo me quedan eneasílabos», escribió en 'Vbi sunt?' ¿Qué queda de aquellos viejos amigos y de los amigos más nuevos?
- Unos se han muerto. Otros son abuelos felices. Otros son jóvenes impetuosos que escriben maravillosamente en los periódicos denunciando la insania de nuestros gobernantes. Otros son catedráticos como tú y editan libros de sus viejos amigos, como el que vas a editarme en Reino de Cordelia. Y todos ellos, los viejos y los nuevos, los que te quieren y a los que quieres tú, te hacen mejor poeta corrigiendo tus versos y mejor persona por tenerlos a tu lado, brindándote esa forma perfecta del amor que es la amistad.
«Mi poema favorito en castellano son las 'Coplas' de Manrique»
- Su poesía ha abierto caminos nuevos para los autores de las generaciones siguientes, ¿en qué cree que les ha podido influir o en qué coincide con ellos? ¿De qué poetas más jóvenes se siente próximo? ¿Y de cuáles de su generación?
- La sencillez, la variedad infinita de lecturas, el rigor en la construcción, el buen oído, un particular esmero en los versos iniciales y finales de cada poema (que cuido mucho), la pasión con que escribo (matizada por la ironía), etc. Habría que preguntar a esos poetas jóvenes qué es lo que les atrae de mi poesía. Seguro que tú sabes quiénes son. Prefiero no decir nombres, que luego me olvido de alguno sin querer y la pifio.
- Hablemos de algunas influencias. A menudo ha referido la importancia para su escritura de los poemas breves de Ezra Pound, Personae, o de la poesía de Pere Gimferrer, ¿cómo han influido estos autores en su poesía?
- Pound y Gimferrer influyeron muchísimo en mi poesía más antigua. Siempre los consideraré mis maestros, junto con Juan Ramón Jiménez, Jaime Gil de Biedma y el mentado Cirlot. Para otras influencias delego en ti, querido Juanjo, que has dedicado a mi poesía muchas horas de estudio y de hermeneusis. Todas las filias literarias a las que antes me he referido han influido, poco o mucho, en mi obra. Ah, mi poeta español favorito es Lope de Vega. Y mi poema favorito escrito en castellano, las 'Coplas por la muerte de su padre' de Jorge Manrique.
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