Memorias de plomo
Reportaje ·
A punto de cumplirse diez años del anuncio del fin de la violencia y tres de la disolución de ETA, resurgen las novedades editoriales y las producciones audiovisuales sobre el terrorismo¿Ha dejado ETA de ser un tema tabú? Durante los años del plomo y los que le siguieron no pocos autores vascos se referían ... a la organización y su mundo como «la cosa», como si les diera pudor nombrarla o estuvieran cansados de algo que lo envenenaba todo. Cuando a finales del verano de 1998 las fuerzas nacionalistas negociaban el Pacto de Lizarra, un acuerdo para alcanzar una tregua indefinida a cambio de un precio político, ELA y LAB, que fueron los 'sherpas' de aquella iniciativa, hablaban de «quitar a la vaca del pasillo», en referencia a ETA. ¿Lo que no se nombra no existe? Ahora es como si se hubiera roto un dique. Desde la Declaración de Aiete (17 de octubre de 2011), seguida tres días después por el anuncio por parte de la banda del cese de la violencia, y el acto en Cambo-les-Bains (4 de mayo de 2018), en el que certificó su disolución, se han multiplicado los libros, películas, series y documentales en las que el terrorismo copa el argumento, con más de cincuenta títulos en los últimos cuatro años.
Publicidad
Noticia Relacionada
Del 'veneno' para la taquilla al éxito en TV
Fernando Aramburu, autor de la exitosa 'Patria', declaró en una entrevista concedida a este periódico que el silencio respecto a ETA había gozado de muy buena prensa. En un diálogo posterior con el periodista César Coca, lo explicó: «Desde luego, están apareciendo más libros que tratan el tema, en general escritos por autores que por razones de edad no vivieron los años de plomo y no se vieron afectados emocionalmente por todo aquello; autores que, por ejemplo, no perdieron amigos en atentados terroristas. Yo me refería más bien a quienes se mantuvieron en silencio en los años en que ETA estuvo más activa. Y creo que nadie cuestiona ese silencio. Otra cosa es que tras él hay razones distintas. Siempre las hay. Existe un silencio cómplice, el de quien solo pretende sobrevivir o el de quien está desinformado sobre lo que pasa. Aunque, por supuesto, no todo el mundo se mantuvo en silencio».
Afirmaciones así no gustaron a parte de los escritores vascos. Por ejemplo, a Iban Zaldua. «Lo que me subleva es que Fernando Aramburu piense que estamos condicionados a escribir que este es bueno o aquel es malo por el dinero que dan por unas charlas en las escuelas, o por el miedo a ETA. Eso me parece verdaderamente inaceptable», señaló en un debate el autor de 'Como si todo hubiera pasado' (Galaxia Gutenberg), una colección de relatos sobre la violencia y la represión, escritos entre 1999 y 2018. En una conversación con Pablo Elorduy en ElSaltodiario.com abundó en esta cuestión. «Uno de los peligros que tenemos ahora es pasar página muy rápido, que es lo que se hizo en la Transición con toda la memoria de la Guerra Civil y del franquismo. Si ocurriera eso, habría un corte generacional. Eso luego tiene un rebote. El otro peligro es el de construir un relato muy monolítico en el que el Estado quede como vencedor, que aplasta cualquier otra alternativa».
El atentado contra Carrero Blanco es un clásico en la producción sobre ETA desde la película de Pontecorvo en 1979
El tiempo del testimonio
Una de las últimas novedades editoriales sobre el tema es '20 de diciembre de 1973, el día en que ETA puso en jaque al régimen franquista' (Taurus), del catedrático de Historia de la UPV/EHU Antonio Rivera, un análisis del atentado contra el almirante Luis Carrero Blanco. El magnicidio del 'delfín' de Franco es un clásico en el argumentario de la producción cultural sobre ETA desde que Gillo Pontecorvo llevara al cine en 1979 'Operación Ogro'. El director italiano era un militante antifascista que descolló en 1966 con 'La batalla de Argel', un alegato contra el colonialismo que le valió el León de Oro en la Mostra de Venecia. El cine y la literatura militantes, sin embargo, han dejado paso a unos contenidos mucho más autocríticos, que han orillado la épica de entonces sin sesgos ideológicos o sectarios.
Publicidad
Joseba Eceolaza, miembro de Gogoan-por una memoria digna, sostiene que «es sana esta eclosión de la memoria y es necesaria porque todavía estamos en el tiempo del testimonio. Lo que ahora se está haciendo, además, contribuye a que la gente joven conozca la magnitud de lo vivido y a terminar con la idea extendida de la 'levedad de ETA'. El deber de memoria implica ahondar en el fondo de las cosas; aunque nos duela, aunque sea antipático, aunque nos recuerde nuestros silencios, aunque cansemos. Así que hablar de lo que nos pasó no solo ayuda a fijar la verdad histórica, sino que contribuye a cerrar heridas y superar colectivamente el trauma de la violencia».
Esta posición coincide con la de Aintzane Ezenarro, directora de Gogora, el Instituto de la Memoria, que no considera prematura esta eclosión de producción cultural sobre ETA. «Para nada. Gogora se crea precisamente con ese objetivo, para articular las políticas públicas de memoria después de ETA, para mirar sobre nuestro propio pasado y para hacerlo ya. Si no se hace nada, si no se aborda, parecería que lo estamos olvidando. Y no se puede dejarlo solo en manos de las instituciones, la propia sociedad tiene que hacerlo. Me parece bien que haya esas ganas, esa voluntad de creatividad cultural desde diferentes puntos de vista, desde distintos ángulos, que remueve conciencias y nos hace preguntas para reflexionar. Luego el consumo es libre».
Publicidad
En la misma línea se pronuncia el historiador Gaizka Fernández Soldevilla, del área de investigación del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo. «La primera novela sobre ETA fue 'Lectura insólita de El Capital', de Raúl Guerra Garrido, de 1976. Desde entonces se han publicado decenas de libros de ficción, pero espaciados en tiempo y con poco éxito editorial hasta que llegó 'Patria'. Lo llamativo ahora es que las novedades se están multiplicando a un ritmo nunca visto y que las firman autores de todo tipo. Quizá había muchas ganas reprimidas por contar o quizá han desaparecido ciertos prejuicios o prevenciones. De cualquier modo, no me parece precipitado en absoluto», asegura el profesor, autor de libros como 'El terrorismo en España. De ETA al Daesh' (Cátedra), 'Pardines. Cuando ETA empezó a matar' (Tecnos) o '1980. El terrorismo contra la Transición' (Tecnos), estos dos últimos en colaboración con otros investigadores.
Es verdad que 'Patria' abrió un camino por el que están transitando muchos autores, que abordan tanto el ensayo como la ficción. Algunos recogen el sufrimiento de las víctimas, como 'Una tumba en el aire' (Galaxia Gutenber), de Adolfo García Ortega, o 'Memorias del terrorismo en España' (Catarata), de Raúl López Romo; y de los extorsionados, como 'La bolsa o la vida' (La esfera), coordinado por Josu Ugarte, o 'Los empresarios y ETA, una historia no contada' (Nerea), de varios autores. El papel de la Iglesia también ha sido analizado en obras como 'Con la Biblia y la Parabellum' (Península) o 'ETA yo te absuelvo' (Beta), esta última centrada en el Proceso de Burgos, en su cincuenta aniversario. Sobre la lucha contra el terrorismo destaca 'Sangre, sudor y paz' (Península), de Lorenzo Silva. Dos libros recién salidos de la imprenta son 'ETA. Del cese del terrorismo a la disolución' (Catarata), de Luis R. Aizpeolea' y 'En manos del tío Sam' (Comares), en el que David Mota analiza documentación de la CIA y de las delegaciones diplomáticas de EE UU sobre la organización vasca.
Publicidad
El Centro Memorial de Vitoria ha apadrinado un buen puñado de iniciativas editoriales como 'Historia y memoria del terrorismo en el País Vasco' (Confluencias), que constará de tres volúmenes. Gogora también dispone de una línea de subvenciones para estos proyectos. La Fundación Ramón Rubial ha impulsado la publicación de numerosas obras sobre la memoria, entre ellas el libro 'Fernando Buesa, una biografía política', y en los próximos meses promoverá varios títulos más, uno de ellos dedicado al senador Enrique Casas.
«Además de datos, la memoria tiene que tener un filtro ético; el objetivo es reforzar la cultura de los derechos humanos», dice Ezenarro
La voz de las víctimas
Eceolaza valora la suma de estilos que se está produciendo. «Dar voz a las víctimas es central y se está haciendo de forma muy adecuada. En realidad, recordar a una persona es recordar a todas, así que singularizar una agresión, ponerle nombre, describir como pusieron una rodilla en el pecho de alguien para rematarlo, hablar del susurro insultante que tuvo que soportar en Mondragon Ainara Carrasco días después de que asesinaran a su padre o descubrir esas miradas vacías de quienes oían los tiros pero prefirieron no hacer nada, ayuda a hacer memoria y transmitirla. Las vivencias singulares de quienes sufrieron la violencia, y contarlas, son la parte esencial del puzzle de la memoria. Por otro lado hay libros y documentales que trascendiendo del testimonio ayudan a conocer y entender los orígenes de ETA y el ambiente social que tuvimos que soportar. Esa suma de estilos es muy constructiva».
Publicidad
La violencia y el terrorismo han seducido a autores como Javier Marías, que tiene una cita pendiente con el Nobel. El escritor se apunta con 'Tomás Nevinson' (Alfaguara), su última novela, en la que aparece una activista del IRA relacionada con ETA. Ambientada a finales de los años noventa, surge el dilema moral, el dolor de la violencia y el 'no matarás'. ¿La narrativa sobre ETA y el terrorismo tiene que ser aséptica, o debe incluir una aproximación moral? Fernández Soldevilla cree que hay dos tipos de relatos. «El del narrador es libre y su finalidad principal es entretener al lector o espectador. El del historiador tiene que ser lo más objetivo posible, porque su compromiso prioritario es con la verdad. Mi primera aspiración, como investigación, es acercarme lo máximo a ella, independientemente de lo que resulte el trabajo. Los hechos hablan por sí mismos. Para mi, la lectura moral es cosa del lector».
Ezenarro considera que los trabajos tienen que estar hechos «con seriedad y rigor histórico, escapando del amarillismo. La memoria democrática solo tiene un límite: no puede haber proyectos que justifiquen nada. Puede haber distintos sujetos y autores que arriesguen más, porque eso forma parte de la complejidad que tiene la memoria, pero no puede haber negacionismo ni justificación. No es terreno discutible. Además de datos, la memoria tiene que tener un filtro ético, porque el objetivo es reforzar la cultura de los derechos humanos para que no se vuelva a repetir».
Noticia Patrocinada
Eceolaza revindica que el «relato puede ser la suma de memorias plurales, complejas y dolorosas, pero tiene que ser contrastable con el pasado y tiene que tener la mirada puesta en el futuro y en la deslegitimación de la violencia. Quienes la ejercieron o apoyaron están defendiendo una 'teoría del empate' que es tan perjudicial como falsa. Equilibrar relatos, por acumulación de daños (reales o forzados), es una forma de cerrar en falso. Poner en marcha un relato para neutralizar otro es una forma de olvido. Porque en ese esquema no hay propósito de enmienda sino una intención de bloqueo y empate infinito. Por eso es necesario no caer en la trampa. El hechizo ante la idea de las dos violencias se ha convertido en una cuestión confortable en un momento en el que deberíamos estar revisando lo hecho. Por eso es tan importante que el relato y sus verdades sirvan para reforzar la ética pública y para romper con la idea de que tal vez hubo una época en la que mereció la pena matar. El relato por eso tiene que estar lleno de verdades históricas contrastables y de valores constructivos».
UNA LISTA INAGOTABLE
LIBROS
-
'Patria'. Fernando Aramburu. Tusquet. 2016
-
'El eco de los disparos. Cultura y memoria de la violencia'. Edurne Portela. Galaxia Gutenberg. 2016
-
'El desarme. La vía vasca'. Iñaki Egaña. Txalaparta. 2017
-
'Misivas del terror'. Izaskun Sáez de la Fuente. Marcial Pons. 2017
-
'Como si todo hubiera pasado'. Iban Zaldua. Galaxia Gutenber. 2018
-
'La derrota del vencedor: el final del terrorismo de ETA'. Rogelio Alonso. Alianza. 2018
-
'Argala. Pensamiento en acción'. Vida y escritos. Mertxe Aizpurua. Astero. 2018
-
'La persecución de ETA a la derecha vasca'. Gorka Angulo. Almuzara. 2018
-
'Memorias del terrorismo en España'. Raúl López Romo. Catarata. 2018
-
'Fernando Buesa. Una biografía política'. Antonio Rivera. Catarata. 2019
-
'Yo confieso. 45 años de espía'. Mikel Lejarza y Fernando Rueda. Roca. 2019
-
'Sangre, sudor y paz. La Guardia Civil contra ETA'. Lorenzo Silva. 2019
-
'The Basque Contention'. Lugder Mees. Europa publications. 2019
-
'Historia de un desafío'. Manuel Sánchez y Manuela Simón. Península. 2019
-
'Con la Biblia y la Parabellum'. Pedro Ontoso. Península. 2019
-
'Los niños de Lemóniz'. Estela Baz. Espasa. 2019
-
'La última entrevista con la dirección de ETA'. Iñaki Soto. Txalaparta
-
'Una tumba en el aire'. Adolfo García Ortega. Galaxia Gutenberg. 2019
-
'Historia y memoria del terrorismo en el País Vasco'. José Antonio Pérez. Confluencias. 2020
-
'Los otros Gondra'. borja Ortiz de Gondra. 2020
-
'Ana María Vidal Abarca. El coraje frente al terror'. María Jiménez. Catarata. 2020
-
'La carretera de la costa'. Kepa Murua. El Desvelo. 2020
-
'Las narrativas del terrorismo'. Antonio Rivera y Eduardo Mateo coeditores. Catarata. 2020
-
'Nunca fuimos héroes'. Fernando Benzo. Planeta. 2020
-
'Diccionario breve para entender el terrorismo de ETA'. Carlos Urquijo. Fundación Villacisneros. 2020
-
'Patriotas de la muerte'. Fernando Reinares. Taurus. 2020
-
'Los ausentes'. Juana Cortés Amunarriz. Espasa. 2021
-
'García'. Rafael Carriegas. Rubric. 2021
-
'El terrorismo en España. De ETA al Dáesh'. Gaizka Fernández Soldevilla. Cátedra. 2021
-
'Cómo luché contra ETA. De los años de plomo al 'caso Faisán'. Pablo Muñoz y Antonio Sala. Almuzara. 2021
-
'De prisiones, putas y pistolas'. Manuel Avilés. Alrevés. 2021
-
'ETA. Del cese del terrorismo a la disolución'. Luis R. Aizpeolea. Catarata. 2021
-
'Vidas arrebatadas. Los huérfanos de ETA'. Pepa Bueno. Planeta. 2021
-
'El proceso de Burgos. Cincuenta años después'. Iñaki Egaña. Txertoa. 2021
-
'ETA yo te absuelvo'. Pedro Ontoso. Beta. 2021
-
'En manos del Tío Sam. ETA y Estados Unidos'. David Mota. Comares. 2021
PELÍCULAS Y SERIES
-
'ETA, el final del silencio' Jon Sistiaga. Movistar+. 2019
-
'La línea invisible'. Mariano Barroso. Movistar+. 2020
-
'Patria'. Aitor Gabilondo. HBO. 2020
-
'ETA: el desafío'. Hugo Stuven. Amazon Prime. 2020
-
'Ane'. David Pérez Sañudo. 2020
-
'Parot'. 2021
-
'Maixabel'. Iciar Bollain (en rodaje)
-
'El comensal'. Ángeles González-Sinde (en rodaje)
DOCUMENTALES
-
'El fin de ETA'. Justin Webster. 2017
-
'Pasaiko badia'. Yuri Agirre. 2018
-
'Lagun y la resistencia civil a ETA'. Luis R. Aizpeolea y José María Izquierdo. 2019
-
'Apaiz kartzela'. Oier Aranzabal. 2019
-
'Bajo el silencio'. Iñaki Arteta. 2020
-
'El instante decisivo'. Luz Aldama. 2020
-
'Bajada de bandera'. Fundación Miguel Ángel Blanco. 2020
-
'Apaiz kartzela'. Oier Aranzabal. 2021
-
'Traidores'. Javier Viar. 202
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión