Cuando el jazz se asocia a la clásica y además se piensa en jóvenes pianistas

A muchos pianistas clásicos les gusta el jazz pero no todos se atreven a entrar en ese mundo que se sirve de un lenguaje tan diferente. El donostiarra Javier González Sarmiento era muy consciente de ello en su faceta de profesor de Musikene, donde imparte clases de Lectura a Primera Vista. «Descubrí que a los alumnos les gustaba pero tenían dificultades con algunos aspectos técnicos, como los ataques y otros», comenta.

Fue allí, en esas clases, donde concibió la idea de componer una obra que fuera una combinación de ambas músicas. La partitura, una colección de 24 Preludios, pudo escucharse por primera vez en la primavera de 2019. Jóvenes pianistas que completaban su formación en Musikene se ocuparon de interpretar la serie, a razón de una pieza cada uno, y su profesor se ocupó de aquellos que no había elegido nadie. Ahora, esa obra, junto a una selección de los 'Txikiludios' del propio González Sarmiento, ve la luz en una grabación discográfica del sello Orpheus.

Los Preludios están interpretados por la joven pianista vizcaína Itxaso Sainz de la Maza. Compositor e intérprete no se conocían antes de esta colaboración. «En un principio, pensé hacer yo mismo la grabación», explica González Sarmiento, «pero en junio del año pasado me nombraron secretario académico de Musikene y eso me llevaba mucho tiempo». Estaba tomando conciencia de las dificultades que podían presentársele para hacer frente a la tarea cuando vio y escuchó un vídeo de Sainz de la Maza, donde interpretaba varias piezas clásicas y algunas otras de tono jazzístico. Y la llamó.

La intérprete se llevó una sorpresa. «Sabía quién era, pero no me esperaba una propuesta así; que me dieran la posibilidad de participar en un disco, con lo que ello supone», recuerda. El compositor apreció en ella su estupenda capacidad técnica para el repertorio clásico y lo receptiva que se mostró ante el proyecto. Desde el primer momento, quedó claro el interés de la intérprete por la fusión entre ambos géneros, y lo que tenía ante sí, comenta, era «una obra a medio camino».

De ese cruce de intereses y pasiones nació el álbum. González Sarmiento daba salida a su proyecto de componer y publicar una pieza para el piano, su instrumento, y por otro Sainz de la Maza combinaba dos géneros que en sus manos ya habían tenido algún tipo de convivencia en los programas de concierto.

«Me identifico con su interpretación y me sorprendió cómo interiorizaba las sugerencias que yo le hacía», cuenta ahora González Sarmiento. «Estos Preludios pueden ser tocados de muy distintas maneras, precisamente en el espíritu del jazz. Pero llegamos a un consenso sobre cómo hacerlo».

Ahí está el disco, con esas piezas que homenajean a Ravel, hacen un guiño al 'Summertime' de Gershwin, toman un aire a lo Bach, ríen a veces y se ponen algo más serias en otras ocasiones. El álbum se completa con una selección de 'Txikiludios', otra colección de González Sarmiento creada pensando en estudiantes de Piano, en este caso de cursos menos avanzados. Y aquí la interpretación corre de su cuenta. «Son algo más asequibles para todo tipo de alumnado. En este caso, no se trata solo de jazz, y están presentes la tradición vasca, el folclore, las músicas del mundo. Hasta hay un chachachá».

La colección de 'Txikiludios' no está completa por razones de minutado del CD. «Me dio pena no haber grabado más. Son los más aparentes, una muestra con la que he querido explicar de qué van», argumenta su autor.

El disco será presentado en sociedad el próximo 30 de octubre, con un concierto en el auditorio de Musikene. Luego, Itxaso Sainz de la Maza -que también es profesora en el Conservatorio de Bilbao- tiene intención de incluir los Preludios en sus recitales, combinándolos poco a poco con otras obras. «Pueden encajar muy bien tanto con jazz como con obras clásicas de compositores como Ravel y Bach, a los que se refieren algunas piezas. O con un compositor como Kapustin, un músico ruso muerto el pasado julio, que tomó como base al autor de 'El arte de la fuga' para construir una obra que también transita en el doble terreno de la clásica y el jazz.

Piensa Sainz de la Maza que este disco es una buena iniciativa con la que atraer a un público joven al que la música clásica puede causarle rechazo porque se mueve con el cliché de la dificultad técnica para tocarla y entenderla, la seriedad y una cierta rigidez por cuanto se trata de obras escritas y fijadas en la tradición a lo largo de los siglos. Tiene además otra particularidad: «Se trata de un repertorio muy adecuado para moverlo en las redes sociales, o mediante vídeos, que es un mundo que para los jóvenes es su hábitat natural», sostiene.