Horizontes abiertos

Dos meses después de decretado el Estado de Alarma y el confinamiento domiciliario, todos echábamos de menos ver el cielo en toda su extensión, y no solo un trozo a través de una ventana. Recluidos, pero no maniatados, en Territorios decidimos dedicar un número a examinar cómo los artistas de todas las épocas, tanto pintores como a partir del siglo XIX también fotógrafos, lo han reflejado en sus obras. Con una portada ilustrada con un espectacular cuadro de El Greco que recoge un cielo de tormenta sobre la ciudad de Toledo, el suplemento planteaba un recorrido que comenzaba en la Edad Media para terminar en obras de ahora mismo. La evolución permitía además observar la influencia que los avances en el conocimiento de la atmósfera -y de las nubes- tuvieron en la representación gráfica de la bóveda celeste. El número de Territorios, publicado el 16 de mayo, incluía también un reportaje científico sobre el cielo, que apuntaba que aunque lo veamos y se represente habitualmente en distintos tonos de azul, en realidad es de una tonalidad más bien violeta.

Una curiosidad: durante el confinamiento, Territorios dedicó también una portada al primer símbolo de la pandemia: el arte realizado con o sobre papel higiénico.