Los teatros plantean un 60% de aforo como umbral para hacer viable su actividad

El 1 de junio es una fecha de referencia para el verano cultural en Euskadi, pero las artes escénicas avanzan más despacio que los museos y bibliotecas. Para los profesionales del sector, la cifra que realmente importa es el aforo permitido, y de momento no les salen las cuentas. Ni con un tercio que es lo autorizado en la fase 2, en la que ahora nos encontramos, ni con el 50% que se admitirá en la tercera, a partir del 8 de junio. El presidente de la Red Española de Teatros, Auditorios, Circuitos y Festivales de titularidad pública, Carlos Morán, y el asesor de programación del Campos Elíseos, Jorge Culla, situan el umbral en torno al 60%, que coincide con la ocupación media de las salas.

«Con un tercio es imposible funcionar para los teatros privados que dependen de la taquilla», un factor que también tiene peso en los de titularidad pública. «El 50% es mejor, pero nosotros ponemos el listón a partir del 60%», dice Morán. La doble función es más complicada de lo que parece. «Dependerá de cada espacio, porque entre pases es necesario higienizar las salas y eso tiene un alto coste».

En la red que agrupa a 800 teatros públicos, de los 1.300 que hay en España, la voluntad es «volver lo antes posible», pero «todavía hay mucha incertidumbre». Carlos Morán dirige el Serantes Kultur Aretoa de Santurtzi, que mantendrá bajado el telón hasta septiembre, cuando empieza la nueva temporada. Lo mismo prevén en Barakaldo, Basauri y Getxo.

«La decisión depende de cada teatro y quienes tienen programación de verano intentarán salvarla, pero el grueso de la actividad va a empezar en septiembre», explica. Al menos bajo techo, ya que en estos meses «el foco está en la calle». Un campo artístico en el que Euskadi pisa fuerte «y en el que hay gente que solo trabaja esta temporada, si no tiene que esperar al verano que viene». Bilbao tiene en junio y julio dos citas importantes, el Festival de danza en paisajes urbanos Lekuz Leku y el Bilboko Kalealdia de teatro y artes de calle, sobre las que todavía no se ha anunciado ninguna decisión.

El Ayuntamiento está estudiando al detalle las posibilidades de cada espacio y no se descarta que el verano de alguna alegría a los amantes de las artes escénicas. Cuando se confirmó la suspensión de la Aste Nagusia, las autoridades municipales afirmaron que trabajan en un calendario estival de propuestas artísticas, culturales y de ocio.

El Campos Elíseos, un teatro municipal pero de gestión privada, aseguró ayer que su interés es «abrir lo antes posible, en julio o cuanto antes. Pero seguimos pendientes de las condiciones sobre el aforo permitido que nos indiquen las autoridades», precisa Jorge Culla. Una vez aclarada la normativa, «volveremos a hablar con cada compañía para que la representación de sus espectáculos sea viable económicamente, tanto para ellas como para el propio teatro».

Solo dan por perdido el musical 'Antoine', ya que la mayoría de las obras han sido aplazadas hasta la próxima temporada. En la Sala Cúpula, con 250 butacas y muy utilizada por las compañías vascas, la clave es también el aforo. «Hay espectáculos como Jamming on Tour, que agotan entradas todos los meses, que ya nos han adelantado que al 30% no les salen los números. Si se permite un 60% o incluso un 50% del aforo de la sala, la función posiblemente sería sostenible para algunas compañías, especialmente las residentes en Bilbao», explica Culla. También el Arriaga, que se mantiene en continuo contacto con el Ayuntamiento, recuperará 'Madre coraje' y 'Prostitución', entre otros títulos.

Carlos Morán considera «muy importante» que por primera vez se hayan adoptado medidas específicas para ayudar al sector a salir de una crisis, aunque en el resultado ve «claroscuros. Valoramos la defensa de los intermitentes, que pueden acceder al paro, pero seguimos reivindicando el descenso del IVAen la contratación (del 21% al 10%). Ese será nuestro caballo de batalla en 2021 y 2022, cuando el epicentro esté en la economía».