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Candela Peña y Pilar Castro, en la obra 'ContrAcciones'. T. Arriaga

Oficinas siniestras

Sábado, 10 de febrero 2024, 23:28

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Dos trabajadoras de una gran empresa: la jefa de la sección de ventas y una empleada. Las dos con su txartela al cuello, pero una ... manda y la otra no. Son escenas sucesivas con entrevistas separadas por un apagón que es un salto temporal. La jefa husmea la intimidad de la subordinada, perpleja al principio, pero cuya inseguridad le hace ceder a preguntas más y más apabullantes, asedio previsto en «la página 3, párrafo 5» del contrato. La excusa para la intromisión paternalista y el mangoneo de la vida privada del personal es la armonía laboral y la productividad.

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