Ramón Barea abandona 'Shock' por el retraso en el pago a los actores

Ramón Barea ha abandonado 'Shock', un exitoso espectáculo del Centro Dramático Nacional (CDN) que le tiene «enamorado», en protesta por las condiciones de pago a los actores en los teatros públicos. El procedimiento que sigue el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM), donde todo pasa por Hacienda, hace que cobren con un mes de retraso, y los contratos no contemplan dietas para quienes viven fuera de Madrid. «Cuando reclamas todo el mundo te da la razón, pero hace falta una acción más contundente», defiende. «En mi caso, esto llega hasta aquí».

El actor y director bilbaíno, que ganó el premio Nacional de Teatro en 2013, ya denunció la situación en el verano de 2019 tras su incorporación a 'Shock (El cóndor y el puma)', un montaje de Andrés Lima que parte de la investigación del golpe de Estado de Pinochet. Ante la falta de soluciones ha decidido descolgarse de la última tanda de funciones, desde finales de abril hasta mediados de junio. Es su manera de poner el altavoz a la denuncia de una «anomalía» que persiste desde 2014, cuando en plena crisis la intervención de Hacienda cambió las reglas del juego en el INAEM.

«El problema es que las nóminas se abonan como facturas y no se pueden hacer efectivos los pagos hasta que finalicen los servicios prestados, en este caso las representaciones», explican fuentes del organismo público. Aseguran que son «sensibles» e incluso están «alineados con la reivindicación de Ramón Barea», pero aún no hay fecha para acometer la reforma legal que permitiría funcionar de forma más flexible; un asunto calificado como «de prioridad máxima».

Barea afirma que tanto el director de producción del Centro Dramático Nacional, Fernando Delgado, como la del INAEM, la bilbaína Amaya de Miguel, «son gente maja y cercana a los actores. Entiendo que es un tema complicado, pero tampoco veo un gesto público» que ayude a corregir «un defecto de contratación muy grave», añade. La clasificación económica vigente «quizá podía tener sentido en 2014, pero se mantiene siete años después».

Lo que le parece especialmente sangrante es que los contratos no contemplen dietas para los artistas de fuera de Madrid cuando actúan en la capital, algo que sí se cubre en las giras. Para compensarlo, recurren a elevar el caché de los afectados, «lo que es una ilegalidad enorme y una chapuza. Parece que es el Centro Dramático de Madrid y nosotros, los actores de provincias», critica. «No vale decir que están de acuerdo con las reivindicaciones y no hacer nada, ¿cuál es ese monstruo terrible que impide actuar contra una ilegalidad? Que vayan contra él y no contra los actores».

Frente a la «tibia» reacción de las asociaciones profesionales ante esta situación, ha decidido hablar alto y claro. «No me importa arriesgarme a que no me contraten para la próxima producción del CDN. Afortunadamente, no me falta trabajo y puedo ser algo más valiente que otros compañeros». Cree que «la precariedad laboral de los intérpretes ha jugado a favor de estos contratos durante años». En esta profesión «irregular», los teatros públicos «son algo envidiable» y deberían funcionar «de forma modélica. Que te contrate el CDN es lo mejor que te puede pasar, pero luego te tienes que pagar el alquiler y cobras el veintintantos del mes siguiente».

Además, «los cachés son bajos» y en algunos teatros se han reducido por las limitaciones de aforo que trae consigo el coronavirus, una práctica a la que fuentes del INAEM precisan que el organismo público «no ha recurrido en ningún caso». Barea todavía no ha sido sustituido en 'Shock', donde interpreta a Pinochet, Salvador Allende, Nixon y el economista Arnold Harberger, pero su nombre ya no figura en el reparto. En la segunda parte, que se estrena esta primavera, ya había decidido antes y por otros motivos que no iba a participar.