'Una noche sin luna' brilla en una edición de los Max con cuatro premios para Euskadi
Lucía Lacarra e Iratxe Ansa triunfan en danza, Sandra Ferrús en autoría revelación y Ana Garay en vestuario
Euskadi logró anoche en el Teatro Principal de Mahón cuatro premios Max, uno de los mejores resultados de los últimos años, como recompensa al trabajo ... de otras tantas mujeres de larga trayectoria. Lucía Lacarra e Iratxe Ansa triunfaron en danza -como intérprete y coreógrafa, respectivamente- mientras que Sandra Ferrús es autora revelación y Ana Garay ha diseñado el mejor vestuario. Todas ellas brillan en el palmáres de esta XXV edición, que a la hora de elegir el mejor espectáculo teatral se rindió al fulgor de 'Una noche sin luna'.
El palmarés
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Mejor espectáculo teatral. 'Una noche sin luna'.
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De danza. 'Baile de bestias'.
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Musical. 'Company'.
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Espectáculo de calle. 'Alter'.
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Para público familiar. 'Cris, pequeña valiente'.
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Espectáculo revelación. 'Mujer en cinta de correr sobre fondo negro'.
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Autoría. María Velasco por 'Talaré a los hombres de sobre la faz de la tierra'.
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Autoría revelación. Sandra Ferrús por 'La panadera'.
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Dirección de escena. Guillem Albà y Joan Arqué por 'Canto jo i la muntanya balla'.
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Coreografía. Iratxe Dansa e Igor Bacovich por 'CreAcción'.
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Mejor actriz. Mónica López por 'De què parlem mentre no parlem de tota aquesta merda'.
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Mejor actor. Juan Diego Botto por 'Una noche sin luna'.
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Intérpretes de danza. Lucía Lacarra por 'In the still of the night' y Jesús Carmona por 'Baile de bestias'.
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Espacio escénico. Alfred Casas y Laura Closca. 'Canto jo...'.
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Composición musical. Judith Neddermann por 'Canto jo...
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Vestuario. Ana Garay por 'Rebelión'.
El monólogo escrito e interpretado por Juan Diego Botto, último Premio Nacional de Teatro, no es una obra sobre García Lorca, sino que nos permite pasar un rato con él, y ahí reside su fuerza. Botto logró también el premio al mejor actor y no pudo recogerlo por estar en un rodaje, pero dejó mensajes claros. Se lo dedicó a su madre, la maestra de actores Cristina Rota, «por enseñarme el amor al oficio», y también «a todos los que como Federico García Lorca siguen esperando en las cunetas de nuestro país que se haga justicia». El espectáculo dirigido por Sergio Peris-Mencheta recibe el galardón en plena segunda gira por muchas plazas, ya que es una experiencia intensa que muchos queremos vivir más de una vez. En Bizkaia ya hay dos fechas confirmadas: 12 y 13 de noviembre en el Arriaga y 4 de diciembre en el Social Antzokia de Basauri.
Hay que remontarse a la edición de 2018 para encontrar cuatro premios a las artes escénicas vascas, en aquella ocasión por mejor espectáculo teatral, autoría, adaptación y teatro de calle. Esta vez la danza gana protagonismo con dos artistas de trayectoria internacional. Lucía Lacarra, que el año pasado fue finalista, añadió ayer su primer Max a una larga lista de galardones como el Premio Nacional de Danza, el Nijinsky y el Benois. Es la mejor intéprete por 'In the still of the night', un espectáculo que ha contribuido a crear junto a Matthew Golding, su pareja artística y de vida. A él, por «su pasión y su talento», le dedicó el premio. También tuvo palabras de agradecimiento para su madre y su familia, «la columna vertebral que me ha ayudado a mantener los pies en el suelo y el corazón en su sitio».
Iratxe Ansa, que el año pasado ganó el Max a la mejor intérprete, es reconocida ahora como coreógrafa junto a Igor Bacovich por 'CreAcción', que además brindó a Nicolas Fischtel el premio a la mejor iluminación. Recibieron la noticia en la ciudad alemana de Regensburg, donde trabajan como coreógrafos invitados. Recogió la codiciada manzana diseñada por Joan Brossa Teresa Lasheras, del Museo Universidad de Navarra, que elogió la «generosidad y valentía» de los coreógrafos por contar con universitarios ajenos al mundo de la danza como colaboradores para la creación de este espectáculo.
Si Euskadi ha logrado la mitad de los galardones a los que aspiraba es también gracias a Sandra Ferrús, la actriz afincada en San Sebastián que ha dado el paso de escribir y dirigir. Con 'La panadera' es autora revelación por su manera de abordar un tema de plena actualidad, el impacto que tiene en la vida de una mujer la difusión de un vídeo sexual grabado quince años antes. Agradeció el apoyo al programa Nuevas Dramaturgias de los teatros vascos, que le concedió una beca para escribir, «y al Centro Dramático Nacional, por pensar que esta historia tenía que contarse». Dedicó el premio «a las mujeres que han sufrido violencia machista digital, en las calles, en las aulas o en su propio hogar».
La bilbaína Ana Garay, con 32 años de trayectoria en escenografía y vestuario, «una carrera de fondo», logró el Max en su tercera nominación. Ha vestido a los cerdos, las «magníficas gallinas» y el resto de los personajes de 'Rebelión', un espectáculo de danza inspirado en la célebre novela de George Orwell que han puesto en pie «profesionales libres y con voluntad», la compañía Marea Danza. Dedicó el premio a sus padres y envió abrazos «a mi gente de Euskadi y de Cádiz», donde ahora reside.
«¡Volvamos al teatro!»
La gala presentada por los actores Clara Ingold y Josep Orfila contó con las actuaciones de Júlia Colom, Marco Mezquida y Samantha Hudson. Si en 2020 la fiesta de las artes escénicas fue un clamor por la ampliación de aforos y el año pasado mostró señales de esperanza -sin distancia entre el público aunque todavía con mascarilla- ahora el objetivo es recuperar los niveles de asistencia previos a la pandemia. «¡Volvamos al teatro! Lo necesita», resumió el presidente de la Fundación SGAE, Juan José Solana.
El mejor espectáculo de danza es 'Baile de bestias', que Jesús Carmona estrenó en el Guggenheim dentro del festival Dantzaldia. Puso en pie a un auditorio lleno con un montaje en el que muestra con valentía nuestras bestias interiores y que le ha convertido también en mejor intérprete. «Si algún niño les dice 'quiero bailar', por favor, apóyenlo», clamó. La mejor actriz es Mónica López por 'De que parlem mentre no parlem de tota aquesta merda', un falso documental con mensaje ecologista. También destacan los tres premios a 'Canto jo i la muntanya balla', adaptación de la novela de Irene Solà que nos acerca a la dureza de la vida de montaña, y el triunfo de 'Company', la apuesta de Antonio Banderas, como mejor musical. En el homenaje a los profesionales fallecidos el año pasado hubo un recuerdo para el escritor bilbaíno Fernando Marías, cuya última obra fue la adaptación teatral de 'Los santos inocentes'.
«Me gusta ser peana para que otros se suban encima», dice Alonso de Santos
José Luis Alonso de Santos puso en pie al público del coqueto teatro menorquín al recoger el Max de Honor y recibió varias ovaciones durante un discurso improvisado, porque «el folio» que había preparado no apareció hasta el final. Durante sesenta años lo ha sido todo en el teatro: autor de medio centenar de obras -entre ellas títulos imborrables como 'Bajarse al moro' y 'La estanquera de Vallecas' y de manuales académicos, director, actor, profesor y gestor de instituciones. Él dijo que de la estatuilla que recogió solo le corresponde «la peana. Medio Max es de mi familia, que me ha enseñado el camino, y toda mi vida he tenido colaboradores llenos de talento». Mencionó en especial a los actores con los que ha trabajado. «Yo pongo mis sueños y mis palabras, pero ellos ponen su vida, su ilusión, sus lágrimas y su sudor». Antes de volver al trabajo, está adaptando una obra de Lope de Vega, se despidió con un «sois más grandes de lo que pensáis. El mundo malo no está aquí, está en otro sitio».
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