«El Goya no me va a dar de comer», dice María Cerezuela, que actúa este sábado en Basauri

Este sábado, justo una semana después de recoger el Goya a mejor actriz revelación, se subirá a las tablas del teatro municipal de Basauri como parte del reparto de 'Los aborígenes', una obra de la Compañía Joven de Pabellón 6 en la que se rinde homenaje a Federico García Lorca y su estancia junto a Dalí y Buñuel en la Residencia de Estudiantes de Madrid.

«Fue el primer trabajo profesional que tuve (en 2017 se estrenó). Es como volver a las raíces y estoy muy emocionada por volver a reunirme con el grupo que son como amigos y con el director Felipe Loza», cuenta María Cerezuela (1993), actriz vitoriana a la que iluminan los focos con 'Maixabel', donde interpreta a María Jauregui, hija del político asesinado por ETA Juan Maria Jáuregui, y Maixabel Lasa. En una estantería junto a sus libros pondrá el Goya.

- Debe de ser un contraste tremendo pasar de ser premiada en una gala, algo poco habitual, a volver con su compañía de teatro habitual.

- Lo es totalmente. Además, los compañeros y las compañeras de la compañía me enseñaron un vídeo reaccionando a la noticia de que había ganado el premio y se me caían las lágrimas. No puedo pedir más a la vida. Estoy muy cansada del viaje de Valencia a Bilbao, pero volver a reunirme con el grupo de 'Aborígenes' es maravilloso.

- ¿El sábado logró dormir o se alargó la fiesta?

- Al final tuvimos una fiesta privada y estuvimos en una habitación del hotel de cháchara. Fue una auténtica maravilla. En la mañana del domingo tuvimos entrevistas sin parar. Por eso tengo ganas de sentarme y echar la vista atrás…

- En su discurso dedicó el premio «por y para» María Jauregui.

- Me felicitó y yo la felicité porque la admiro y es una referente como mujer y un ángel, al igual que su madre, Maixabel. Yo le estaré tremendamente agradecida toda la vida. ¡Cómo no la iba a citar!

- Cuando se reunió con ella para preparar al personaje contó que estaba muy nerviosa y su forma de mirar o silencios le sirvieron para vestir el personaje.

- Me acuerdo y pienso cómo ha pasado todo tan rápido, pero a la vez es bonito. 'Maixabel' es una película tan especial y necesaria porque habla de mujeres inteligentes y fuertes que parecen sacadas de otro mundo. Todavía no me explico que sea tan afortunada de haber conocido a las personas que he conocido y con las que he aprendido tanto. El premio ha sido hacer la película con una directora como Icíar Bollaín, que me ha dado una oportunidad increíble.

- La donostiarra Jone Laspiur, compañera de reparto en 'Maixabel', ganó la estatuilla el año anterior. ¿Había comentado con ella la posibilidad?

- Para nada. Me alegré muchísimo cuando lo ganó porque iban con 'Ane', una película pequeñita, y es una actriz impresionante. Pero cuando estaba rodando me dedicaba a hacerlo lo mejor posible y para nada me veía en esos escenarios.

- María José Llergo expresó su asombro por participar en la gala con un «hola Penélope». ¿Con quién le sorprendió compartir alfombra roja?

-Con Bardem, Penélope Cruz, Almodóvar... Los miraba como si fuesen ángeles. Fue una noche que no vamos a olvidar nunca porque además estuve con mi familia y mi pareja. A veces me tenía que decir a mí misma estás en la gala, estás en directo y rodeada de los compañeros.

- ¿Ha cambiado algo, tiene más ofertas?

- Es muy pronto aún, ahora estoy rodando una película. Pero no tengo prisa. Ojalá vengan proyectos y el reconocimiento sirva para ello.

- En más de una ocasión ha lamentado la precariedad del sector.

- Sí, el trabajo del actor y actriz es muy vulnerable y somos gente muy sensible. Estoy agradecidisima porque han reconocido mi trabajo, pero lo realmente importante es seguir trabajando porque tenemos que comer, vivir y pagar un alquiler. El Goya no me va a dar de comer, sino otros trabajos.

- Entiendo que ha tenido que compaginar otros trabajos con la interpretación.

- He trabajado de animadora muchísimas veces y me ayuda a valorar cuando tengo un trabajo de lo mío. El arte hay que valorarlo porque mueve el mundo y sirve para acercar posturas como ha ocurrido con 'Maixabel'.