La poesía euskaldun es joven
El editor de Balea Zuria Juan Ramon Makuso augura un buen panorama para la poesía en euskera y subraya que muchos jóvenes, sobre todo mujeres, se inician en la literatura en este género
Leire Vargas | 'Dena ametsa den irudipena'
«Es la forma que más se acerca a nuestros sentimientos»
A los 14 años ya escribía poemas y a los 16 empezó a dar forma a algunos de los que se han publicado ahora en ' ... Dena ametsa den irudipena' -Premio Kutxa Ciudad de Irun-. Leire Vargas, de 19 años y natural de Durango, sostiene que la poesía le permite «expresar sensaciones y jugar con el lenguaje» y la ve como «la forma que más se acerca a la expresión del mundo interior, nuestros sentimientos y sensaciones. En mi caso, la utilizo para intentar entenderme a mí misma». Lo que escribe «no es siempre autobiográfico». Su poemario, publicado por Elkar, refleja «una toma de conciencia en torno al lugar que el sujeto protagonista ocupa en el mundo». Habla de «darse cuenta del peso que tiene nuestro ser físico en la forma en que vivimos y cómo nos tratan. Cómo nos posicionamos ahí por inercia y cómo querría este sujeto (el yo poético) actuar».
Mikel Arruabarrena | 'Kardaberak zementuan'
«Viene gente muy joven y con potencial a darle vidilla al género»
Este físico poeta nacido en Hondarribia en 1994 tenía una profesora en el instituto que les animaba a presentarse a concursos. Ya lleva dos ganados. Con Denon artean publicó en 2019 'Ahanzturaren bezperan', premiado en Pamplona; con Balea Zuria, 'Kardaberak zementuan' este año, ganador del Donostia Kultura. «Este es más claro y concreto, yo veo una evolución». Para el primer volumen aprovechó versos de cuando era aún más joven. En este segundo «hay un poco de todo: mi pueblo, el paso del tiempo y la identidad introspectiva; poemas sociales, con una influencia de la Ciencia, realizando paralelismos entre la sociedad y algunas teorías; y, cómo no, algunos de pandemia». Arruabarrena ve «muchísima calidad» en los jóvenes poetas euskaldunes, «libros muy buenos, de gente muy joven que viene con mucho potencial a darle vidilla al género».
Lizar Begoña | 'Aro Beilegia'
«Elegí hacerlo en verso porque se me hacía más directo»
De su libro ganador del III Concurso de Poesía Donostia Kultura, 'Aro Beilegia' (Balea Zuria), se ha dicho que es «crudo y oscuro» y ella no puede negarlo. «Sería la época o la fase». Lizar Begoña (Sopela, 1996), que escribe desde los 16 años, quiso reflejar una crítica a la sociedad, el sistema económico y la dependencia tecnológica, el afán de digitalización... «Elegí hacerlo en verso porque se me hacía más cercano y directo. Es casi como hablar de filosofía de una forma íntima». Cuando comenzó a leer y escribir este género, tuvo que «buscar referentes» en su lengua materna. «Fue casi un paso político. Me llegaban voces antiguas, como si la poesía fuera del siglo XIX o XX y no nuestra. Y hay una nueva forma de utilizar el lenguaje en gente más joven, como Beñat Sarasola o Iñigo Astiz». Ahora está escribiendo «algo parecido a una novela».
Ainhoa Urien | 'Poesia, zaurien ukendu. Xabier Leteren arrastoa'
«Es lo que me sale. Lo que el cuerpo y la cabeza me piden»
El suyo no es un poemario, aunque contiene algunos poemas propios y cierto aire poético. Ainhoa Urien (Abadiño, 1995) escribe versos porque es «lo que me sale, lo que el cuerpo y la cabeza me piden». Pero si un ensayo está dedicado a la relación de la lectora con el volumen 'Egunsentiaren esku izoztuak' de Lete, ahí hay una clave. «Me tocó mucho. Cuando empecé a razonar por qué esa influencia, sentí la necesidad de teorizar sobre ese libro que leí cuando tenía 14 años, sobre la identificación con algunas de las palabras de Lete». Urien, que publicó el libro el año pasado con Pamiela, habla de «desmitificar la poesía, como si no fuera algo que cada uno hace a su manera y que los jóvenes también escriben». En esa desmitificación del género, señala estilos musicales asociados a la juventud como el rap, el trap y el reguetón, muy presentes en la Azoka también.
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