The Gruesomes de vacaciones por primera vez en Bilbao
El veterano cuarteto canadiense recaló con su garaje canónico en la Sala Rocket y elogió la comida de la ciudad en el primer concierto de los cinco muy recomendables que la promotora Underbooking montará en las próximas semanas
¿Qué sería de la escena musical de Bilbao de no existir aficionados de todos los estilos con los contactos suficientes y el entusiasmo necesario para traer grupos guiris a tocar ante nosotros? Cuando se retiren se les echará de menos, porque es poco probable que otros tomen el testigo. Un fan de la música que monta bolos de bandas extranjeras disfrutables por todos nosotros es Rubén Zulueta, factótum de la promotora independiente Undercover Producciones, que en las próximas tres semanas ha organizado estos cinco estimulantes conciertos: ayer jueves el de los garajeros canadienses The Gruesomes en la Sala Rocket (lo que les contaremos en los siguientes párrafos), hoy viernes el de los rock-a-rollers angelinos Pat Todd & The Rankoutsiders en la sala Mytho (¡Pat es el líder de los extintos Lazy Cowgirls!), el gran Kurt Baker, nacido hace 37 años en Portland, Maine, estará el jueves 16 en la Sala Rocket (ha vuelto a vivir a USA, pero esta gira la hará con sus músicos de León), los garajeros californianos The Crawdaddys el viernes 17 en la Sala Rocket (más revival de los 80), y el domingo 2 de junio en la sala pequeña del Kafe Antzokia descubriremos al afrosoulman Quinn Deveaux, de Gary, Indiana (el mismo día que Marc Anthony en Pamplona, hala, suspendemos el viaje ahí). Pues eso, que viva Rubén y que su entusiasmo le dure por muchos años, pues nos aprovecharemos nosotros.
Unas 60 almas hubo este jueves en la Sala Rocket atestiguando el concierto de los canadienses The Gruesomes (Montreal, Canadá, 1985) en su primera visita a Bilbao («y la comida es increíble», elogió el bajista John Davis). Teloneados por los navarros Los Ácidos, los veteranos The Gruesomes tocaron unas 25 canciones canónicas en 74 minutos que satisficieron a los fans del garaje. Ania juzgó que todas parecían versiones, pero es que estos representantes del revival garajero de los 80 (a su vez reivindicador del sonido de los 60) alternaron versiones con originales que calcan las canciones de la otra época.
En cuarteto con cabello al completo (tres miembros melenudos y el baterista John Knoll de pelo corto frondoso), en tour vacacional («este es nuestro país preferido para venir de gira», dijo en castellano el segundo guitarrista y vocalista Gerry Alvarez, que antes había dicho: «yo no quiero trabajar más», pero no tomándose como un curro lo de tocar por el mundo occidental), liderados por el piloso y con camiseta de rayas Bobby Beaton, The Gruesomes enlazaron auténticos temazos como el 'Unchain my heart' en plan The Cynics (lo grabó primero Ray Charles en 1961, pero la conocemos sobre todo por la versión de Joe Cocker en 1987).
También hubo espacio para canciones atacadas como si fueran mods ('You gotte believe me'), un instrumental surfero que fue de lo mejor de la velada ('Bikers from hell', moteros del infierno), temas originales que recordaban a los Them de Van Morrison, a Bo Diddley, a los Fuzztones sin teclados, a los Sonics, a los Fleshtones, a los Yardbirds o a los primeros Rolling Stones. También los dos temas, sendas caras A, de su último single en vinilo, que contiene un cómic (las canciones 'Not a chance' y 'Girl on time'; ah, el bajista pidió por favor que pasáramos a comprar sus discos y camisetas), y también intercalaron otras versiones como una justita 'Don't Tread on Me' de Kit And The Outlaws, una enfurecida 'No good woman / ninguna mujer buena' de The Tree, y para acabar, el francófono 'Je cherche' de Les Lutins.
