El sello de blues Alligator cumple los 50
La discográfica independiente de Chicago celebra la efemérides lanzando una antología (triple CD y doble LP) donde reivindica la autenticidad de figuras como Albert Collins, Koko Taylor, Johnny Winter, Luther Allison, James Cotton o el fundacional Hound Dog Taylor
El sello discográfico Alligator Records celebra su 50º aniversario. Ya lleva medio siglo defendiendo el blues, una tarea que su director Bruce Iglauer afronta con ... la pasión de un fan de a pie. De hecho, arrancó en el negocio musical propulsado por el entusiasmo del melómano que no se conforma solo con serlo: vio en directo al roñoso guitarrista de blues Hound Dog Taylor y le grabó y editó un LP en 1971, el titulado 'Hound Dog Taylor And The HouseRockers', que era el nombre de su banda, un trío con batería y dos guitarras, sin bajo.
El sello Alligator, totalmente independiente, funcionaba de modo muy artesano y se autofinanciaba con paciencia: cuando recuperaba la inversión de un lanzamiento, utilizaba el dinero para publicar el siguiente álbum. El debut de Sabueso Taylor fue un éxito inesperado: vendió 9.000 copias en su primer año, cantidad que desbordó el mercado del blues, y para 1998 rondaba las cien mil copias.
Una exigencia habitual de los contratos de Bruce Iglauer era la de que sus artistas salieran de gira constante para poder vender los discos en sus conciertos, creando así sinergias económicas que paliaran la dificultad de la distribución. El sello del caimán vivió su mejor etapa dineraria durante el blues boom de los años 90, que fue la última vez que el blues estuvo de moda (la primera sucedió en los 60, gracias sobre todo a músicos ingleses como los Rolling Stones, John Mayall, Eric Clapton, los mismísimos Led Zeppelin…). El blues estuvo tan de moda que las multinacionales contrataron a artistas del catálogo de Alligator, caso de Lucky Peterson o The Kinsey Report.
Y ahora que el blues no está de moda y de hecho sus hacedores naturales, los músicos negros, apenas lo practican, Alligator Records sobrevive lanzando álbumes que a veces frisan el rock sureño y el soul, pero Iglauer sigue descubriendo a promesas afroamericanas como el veinteañero Kingfish, alias del orondo Christone Ingram. Aparte de que cuenta con menos materia prima por la que apostar, tampoco se venden tantos discos en formato físico, pero Alligator sube sus novedades a redes como Spotify, con lo cual su proyección es literalmente mundial, aunque el beneficio económico se diluya.
El eslogan y motor empresarial del sello es el de 'Genuine Houserockin' Music since 1971'. Esta de Genuine Houserockin' Music fue la etiqueta ideada para el estilo cimarrón y sincopado de Hound Dog Taylor, un punk del blues. Explica Iglauer ahora en el 50º aniversario: «Lo de 'Genuine Houserockin' Music' se convirtió en nuestro lema y hoy lo portamos con orgullo. Es 'Genuina' porque la música que grabamos está profundamente arraigada en la tradición del blues y la crean músicos que han perfeccionado sus canciones no con sintetizadores en sus habitaciones, sino frente a públicos de verdad, respondiendo a las necesidades emocionales de sus oyentes. 'Casera' (house) en lugar de teatro o arena o estadio, porque nuestra música es en última instancia íntima, incluso cuando es grande y ruidosa. Está destinada a ser compartido entre los músicos y el público. Y 'Rockin'' (roquera) porque está diseñada para moverte. La mayoría de las grabaciones de Alligator moverán tus pies o tu cuerpo, pero también hemos intentado hacer discos que muevan parte de tu alma. A veces significa música que limpia tu dolor interior sacándolo de ti, el 'hurts so good' (duele tan bien) tan especial para el blues. Y a veces solo significa la liberación pura y la diversión de los músicos que vierten su energía en un gran ritmo».
Alligator ha ido conmemorando sus diferentes aniversarios desde que llegó a las dos décadas de trayectoria. Ha lanzado discos recopilatorios para subrayar la importancia de su catálogo al cumplir los 20 años, los 25, 30, 35, 40 y 45 años, y ahora repite la maniobra al llegar a los 50 años, a los que alcanza con una credibilidad y autenticidad ajenas a la erosión.
Se celebra el quincuagésimo aniversario con el lanzamiento de otra antología en dos formatos: un CD triple con 58 canciones y más de 230 minutos de duración (según DiscMedi, su distribuidora en España, se trata de un pack empaquetado en un estuche de 8 paneles y 4 bolsillos con un folleto a color de 40 páginas), o en LP doble y de carpeta doble para 24 canciones y casi 100 minutos (todos los cortes del vinilo aparecen en el triple CD).
La antología 'Alligator Records 50 Years Of Genuine Houserockin' Music' revela a primera escucha la importancia y la huella que ha imprimido en el blues (y en el blues-rock, pues sus discos son perfectamente degustable por los oídos más roquistas) la labor de Bruce Iglauer, quien en sus pinitos proporcionaba buenas producciones a leyendas a veces desconocidas de la música afroamericana, caso del guitarrista Albert Collins (alias The Master Of The Telecaster), la última shouter -cantante chillona- Koko Taylor (Iglauer siempre acompañaba a la veterana dama cuando salía de gira), el sheriff Clarence 'Gatemouth' Brown (en efecto: fue elegido agente de la ley), u otros ídolos sureños como el pianista de Nueva Orleans Professor Longhair o el acordeonista cajun C.J. Chenier.
Los tres CDs son un festín para los gourmets de las guitarras, ya las empuñen músicos blancos (Coco Montoya, Lonnie Mack, Roy Buchanan, Little Charlie & The Nightcats, Smokin' Joe Kubek, un pletórico Jonny Winter…) o negros (Luther Allison, Lonnie Brooks, Joe Louis Walker, Michael Burks, o souleros urbanitas setenteros como Son Seals o Fenton Robinson). Además, un sello de Chicago, la capital del blues, no podía dar la espalda a las armónicas (Carey Bell, James Cotton, Billy Boy Arnold, William Clarke, Rick Estrin…). Y, como en el blues nunca ha habido machismo a la hora de dar cancha a artistas femeninas, en Alligator han editado sus trabajos Marcia Ball, Katie Webster, Saffire, la gran Mavis Staples o una de las puntas de lanza actuales del sello: Shemekia Copeland.
En tres CDs y 58 cortes hay música buena para todos los gustos. Quien desee hacer boca, aquí tiene el link a Spotify o a la propia web de Alligator.
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