La saxofonista Haizea Martiartu debuta llevando al jazz el folk vasco

Haizea Martiartu García nació en Bilbao en 1991, se crio en Markina y a los 8 años comenzó a tocar el saxo sin ser consciente de la existencia del jazz, al cual conocía de refilón por la música americana que oía en el cine y la televisión. A los 18 años se mudó a Barcelona a estudiar en el Tallers y la Esmuc, donde se licenció en Interpretación de Saxo Jazz. Y ahora, a los 29, debuta con el álbum 'Folketik Jazzera Ensemble', la referencia número 123 del sello Errabal, de Soraluze, que lo presentó en la feria de Durango con otras tres novedades jazzísticas vascas: de la vocalista Irati Bilbao, del guitarrista Miguel Salvador, y del combo H30.

En su debut, Haizea Martiartu ha agavillado 8 piezas instrumentales: dos originales y seis versiones de la música tradicional vasca, desde Oskorri hasta el Santa Águeda y el 'Txoria Txori'. No en vano, su ópera prima se titula 'Folketik Jazzera Ensemble', algo así como Conjunto del Folk al Jazz. «Aunque mi vida profesional está en Barcelona, no he olvidado mis raíces y por eso he querido editar el disco en Euskadi», asevera Haizea, que añade: «Hace dos años empecé con este proyecto y al componer me di cuenta de que en mis melodías salían influencias de la música tradicional vasca, aunque me considero una música de jazz. Me llevé una sorpresa».

Conoció el jazz de adolescente, gracias a un profesor particular de saxo que en Markina «me regaló un disco de Dexter Gordon. Me enamoré de su sonido y sus melodías, y de tanto escucharlo me aprendí de memoria todos los solos. Luego fui buscando en Internet a otros saxofonistas, a clásicos como Charlie Parker y sobre todo Cannonball Adderley, y a más modernos como Maceo Parker. Todo esto me llevó a querer meterme en el mundillo».

Donde más movida jazz hay en España es en Barcelona, y ahí Haizea Martiartu estudió en el Tallers de Músics y en la Esmuc (Escola Superior de Música de Catalunya). Recibió clases de Joan Chamorro, Horacio Fumero, Chano Domínguez o del saxo bilbaíno Gorka Benítez, que colabora en el debut de su exalumna, grabado en directo en estudio al frente de un noneto de mayoría catalana. «En este disco he querido poner en práctica mi concepto de instrumentación. Y como montar una big band es muy complicado, he juntado un noneto para poder experimentar con una sección de viento amplia». Sí, hay hasta seis vientos en el grupo base: flauta, trompeta, trombón, dos tenores más clarinete, lo que aporta una riqueza policromática a este 'Folketik Jazzera Ensemble' que americaniza las melodías más reconocibles del acervo euskaldun.