Quevedo convierte el BEC en una macrodiscoteca con su fórmula mágica para crear temazos
El artista canario ofreció un espectáculo de dos horas sobre un escenario situado en el centro de la pista
Quevedo es una auténtica fábrica de hits. Pese a que el gran público piense que su repertorio no va mucho más allá del 'Quédate' con ... el que junto a Bizarrap reventó el verano de 2022, el artista canario demostró este jueves en el BEC que tiene la fórmula mágica para crear temazos. A sus 23 años, puede presumir de tener decenas de temas que vuelven loca a la juventud. Se cantó todo. De principio a fin.
Publicidad
Noticia relacionada
Un espontáneo se sube al escenario en plena actuación de Quevedo en el BEC
La primera vez de Quevedo en Bilbao fue en octubre de 2023. Antes hubo un intento fallido en un festival de reggaeton que sí trajo al BEC a Becky G. El músico canario era uno de los principales atractivos del cartel, pero canceló su actuación apenas unas horas antes. El de este jueves fue, por lo tanto, su segundo asalto en Bizkaia, en un escenario que por momentos parecía un gran ring de boxeo. Estaba en el centro del recinto, con una gran pantalla de cuatro lados suspendida en el techo. Sin músicos, solo con melodías enlatadas y ocho bailarines, lo apostó todo por el espectáculo.
En su visita al BEC en 2023 Quevedo estuvo solo sobre el escenario en todo momento. En esta ocasión, entraban y salían los bailarines según las necesidades. Igual que los cañones de humo y la pirotecnia. También estuvo presente un camarógrafo grabando con una steady cam. Este concepto de tener una cámara siguiendo de cerca al artista para ofrecer una visión mejorada en las pantallas del concierto ya la puso de moda Rosalía con la gira de Motomami. Los recelos que despertaba aquella idea hizo que le llovieran las críticas por parte de los sectores más puristas, pero esa época parece ya superada. Eso sí, la música urbana -cualquiera, en realidad- mejora notablemente cuando es tocada en directo por una banda. Serían un gran acierto de cara a su próxima gira.
Desde el primer momento Quevedo se desvivió por el show. Brilló con 'Duro', acompañado por primera vez de sus bailarines sacando fotos sin parar como si fueran paparazzis. El suelo se volvió rojo con '14 febreros' y en 'Los días contados' se escenificó una complicada relación mediante la danza. Un vídeo de los inicios de Quevedo fue el arranque de 'Ahora y siempre', ya sin gafas de sol y sin americana. «Gracias por las camisetas y las banderas de mi tierra, por hacerme sentir como en casa», reconoció cuando se dirigió al público.
Publicidad
«Esta la cantan ustedes», anunció antes de entonar 'Dame' y 'Sin señal' tiñió el BEC de color verde. 'Playa del inglés', el tema que popularizó junto a Mike Towers, fue interpretado con cuatro tumbonas rojas sobre el escenario. En un intento de contentar al público situado a cada lado, cantó en la zona trasera 'Punto G'. Tanto él como los bailarines giraban de forma natural sobre la tarima para contentar a todo el público. «Ya he avisado personalmente a seguridad para que al que no salte lo echen», bromeó antes de 'Lacone'. La respuesta fue unánime. El BEC vibraba.
Interpretó sentado en las escaleras 'Qué asco de todo', alumbrado por la linterna de cientos de móviles. Para 'Noemú', la otra gran balada de la noche, se puso frente a una decena de micrófonos, como si se tratase de una multitudinaria rueda de prensa. El concierto volvió a pegar un acelerón con 'Still Luvin'', el tema que grabó con Delaossa, e 'Iguales'. Entonces llegó el turno de 'Gran Vía', uno de sus últimos hits. La música enlatada dejaba escuchar por momentos la voz de Aitana, quien le acompaña en la canción. Tras 'Tuchat' y 'Columbia', llamó la atención de los servicios sanitarios al ver cómo en una parte del público advertían sobre la indisposición de un fan. Fue la segunda vez que tuvo que interrumpir el concierto para pedir que ayudaran a un asistente.
Publicidad
La recta final llegó con 'Buenas noches', el tema que da nombre a su segundo disco y su gira. «El concierto está llegando a su fin. Ya no tengo más canciones, si no me quedaba más», bromeó. Llevaba ya cerca de dos horas sobre el escenario en las que encadenó alrededor de una treintena de temas. Y con un brindis final y una mezcla de 'Mr. Moondial' y, cómo no, 'Quédate', se despidió del público bilbaíno, con una media de edad que rondaría los veinticinco años. Durante esta actuación final se subió un espontáneo. Quevedo le saludó, pero rápidamente los miembros de seguridad le pidieron que abandonara la tarima.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión