Philip Glass, premio Fronteras del Conocimiento
El compositor estadounidense se alza con el galardón creado por la Fundación BBVA en la categoría Música y Ópera
Fue uno de los creadores del minimalismo, pero esa corriente musical hace tiempo que se le ha quedado pequeña. Philip Glass (Baltimore, 1937) es desde hace décadas un compositor que ha logrado reunir en su obra elementos procedentes de la ciencia y la filosofía oriental y al tiempo conjugar música, literatura e imagen. Todo ello lo ha convertido en un artista singular al que la Fundación BBVA ha concedido el premio Fronteras del Conocimiento en la categoría Música y Ópera. Es, en opinión del jurado, «una figura internacional que atrae a un público de todas las generaciones y cuyas obras se interpretan en los auditorios más importantes y por las principales formaciones orquestales del mundo».
Glass no ha parado de experimentar desde mucho antes de que el gran éxito de 'Einstein on the Beach', una ópera de cinco horas de duración en la que los espectadores pueden entrar y salir de la sala con total libertad, le permitiera dedicarse en exclusiva a la composición. Tenía entonces 40 años y se había ganado la vida como tantos artistas en EE UU: había sido taxista, repartidor, técnico de reparación de electrodomésticos, incluso estuvo un tiempo cargando aviones.
A partir de ahí, su vida cambió. También lo hizo su música, a la que fue incorporando elementos dispares. Por eso, ha promovido películas hechas para ilustrar sus partituras (y no al revés), ha escrito óperas cortas y largas, sinfonías, conciertos, piezas incidentales y bandas sonoras, ha creado partituras para ser interpretadas en galerías de arte, se ha atrevido a adaptar o recrear piezas de David Bowie o Paul Simon, ha colaborado con Woody Allen, ha buceado en los delirios de Allen Ginsberg, ha hecho cine experimental y ha descubierto su faceta más popular en bandas sonoras como las realizadas para películas de Martin Scorsese, Peter Weir o Stephen Daldry.
El resultado de esta hiperactividad es un catálogo enorme con obras de todos los géneros. Por escribir, hasta ha hecho una nueva cadencia para el concierto para piano Nº 21 de Mozart. Glass es uno de los grandes compositores de nuestro tiempo, capaz de conjugar como nadie tradición y modernidad, experimentación y proximidad al público. Y eso es lo que premia el Fronteras del Conocimiento, que recibirá en Bilbao a mediados de junio.
