Cerrando el primer pase con 'Bright Mississippi' de Monk. Óscar Cine
El Bafle

Todo éxitos con Jesse Davis en el club a rebosar

El saxo alto, uno de los jóvenes leones de Nueva Orleáns, agotó el aforo del Bilbaína Jazz Club y dio dos pases pivotando sobre tres tótems del arte: Thelonius Monk, Horace Silver y Benny Golson

Viernes, 17 de octubre 2025, 01:45

Esta semana el club de jazz, el JazzOn Aretoa, sito en Bilbao La Vieja, en la acera de enfrente de la Casa Cuna, propone tres conciertos: el que les contamos aquí, del jueves, con el saxofonista americano Jesse Davis, hoy viernes la sesión continua del Pablo Maza Quartet, y mañana sábado el tercer encuentro de los diez que configuran el tercer JazzOn Festival, el protagonizado por el trío del pianista Ron Cha, o sea el hindú Ronojit Chaliha, nacido hace 25 años en Guwahati, en el Estado indio de Assam, y hoy residente en Países Bajos.

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A lo que íbamos: este jueves el orondo saxo alto Jesse Davis (Nueva Orleáns, Luisiana, 1965) llenó la tercera sesión de la 35º temporada del Bilbaína Jazz Club (35 años ininterrumpidos, ¡el club no dejó de programar ni siquiera durante la pandemia!) con 100 almas, y varios espectadores potenciales se quedaron sin poder entrar a su sesión doble de 112 minutos con 17 de descanso para 9 piezas, nueve versiones: cuatro de Thelonius Monk, tres de Benny Golson, y dos de Horace Silver. «Esta noche solamente va a haber hits», avisó el líder en su salutación, y dijo hits, éxitos, no standards, o sea tradicionales o clásicos del jazz.

También dijo en esa salutación: «Es un absoluto placer ver vuestras bonitas caras, de verdad. España nunca falla. Gracias por la manera en que apoyáis esta música». Y en cuarteto, escoltado por tres músicos de la escena catalana (al contrabajo Ignasi González, al piano un Joan Monné que destacó en sus solos, y a la batería el joven Joan Casares, un chaval enjuto que si lo multiplicamos por tres no llegaría a igualar el corpachón del afrosaxofonista), Jesse Davis, uno de los jóvenes leones del jazz de Nueva Orleáns, un actor y músico de la película 'Kansas City' de Robert Alman, un neoclasicista vinculado a la familia Marsalis, facturó un jazz canónico que nos retrotrajo al verano en Vitoria, cuando vimos en el festival de jazz al veterano pianista Kenny Barron.

Saludos antes del bis de Joan Monné (piano), Jesse Davis (alto), Ignasi González (contrabajo) y Joan Casares (batería). Óscar Cubillo

Jesse Davis, que ha tocado con una pléyade de jazzmen (Brother Jack McDuff, Illinois Jacquet, Jay McShann, Chico Hamilton, el catalán Tete Montoliu, Cedar Walton, Benny Golson, Cecil Payne, Roy Hargrove, Milt Jackson o el mismo Kenny Barron, entre otros), hizo nueve piezas, cada una rondando los diez minutos, cediendo espacio a los solos de sus escuderos (y él se apartaba y se colocaba de perfil en un lateral del escenario), arbitrando un repertorio sostenido por tres tótems: el pianista orate Thelonius Monk (1917-1982), el pianista Horace Silver (1928- 2014), y el saxofonista Benny Golson (1929-2024).

Abrió el primer set con dos de Silver ('Ecaroh' y un blusero 'Strollin'', literalmente 'Paseando', y sin saber que se trataba de ese tema así titulado, anotamos 'para andar de noche', y el maestro Davis dijo al acabarlo que era un título perfecto porque te ponía a caminar, a moverte), y lo cerró con dos de Monk, la balada 'Ruby my dear', humanista y que encantaría al mejor Jack Lemmon (el actor, sí, un genio), y 'Bright Mississippi', un swing pimpante, alegre, lúdico y rebosante de ganas de vivir que fue lo mejor del primer pase y que estuvo en el top del show.

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El segundo pase ruló aún mejor (objetivamente, no por los vinos, ni por las cervezas, ni por los cócteles servidos en el JazzOn) y lo abrió con dos títulos de Golson (el blusero 'Along came Betty' y la bonita balada ultrasensorial 'I remember Clifford', por Clifford Brown, el trompetista fallecido a los 25 en un accidente; «qué bueno», se le oyó decir a un espectador al acabarlo). Y prosiguió alternando otro de Monk ('Light blue', un blues como atascado) y, para rematar por todo lo alto con dos números vivaces y destacados, otro de Golson (el bop veloz 'Stablemates' para acabar en falso) y el último de nuevo de Monk ('We see' a modo de bis, un bop con trinos como los de Bird).

Y la gente salió encantada.

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