Los músicos de la BOS notan «receptividad» al retomar la negociación
El nuevo director general de la orquesta, Iñigo Alberdi, aborda el conflicto laboral con la participación de la diputada de Cultura
La BOS se encuentra actualmente en un proceso de negociación del convenio colectivo que en sus dos tercios no resulta conflictivo. El único escollo se ... encuentra al poner encima de la mesa un par de reivindicaciones (recuperación de diez plazas y una adecuada cobertura de sustituciones) que afectan tanto a las condiciones laborales como a la calidad artística. Tras 19 reuniones sin acuerdo, movilizaciones y huelgas parciales, se acaba de abrir una nueva etapa con la llegada de Iñigo Alberdi a la dirección general de la BOS.
Ayer se retomó la negociación del convenio colectivo, con la presencia de la diputada de Cultura, Leixuri Arrizabalaga. «Hay buenas intenciones, el panorama ha cambiado pero todavía no hemos llegado a nada concreto», desvelan fuentes del comité de empresa de la orquesta, conformado por UGT, ELA y CC OO. No tienen nada tangible que celebrar pero sí valoran positivamente que Alberdi se muestre «receptivo y dialogante, nada que ver con la manera de ser y actuar que nos llevó a juicio el pasado 29 de abril». En aquella ocasión no hubo sentencia sino un acto de conciliación que terminó con la desconvocatoria de los paros previstos para visibilizar sus protestas en las funciones de la zarzuela 'Mari-Eli', de Guridi, en el Teatro Arriaga.
La tensión no amainó al saberse que 'Otello', colofón de la temporada de la ABAO, se iba a ofrecer con la Sinfónica de Kiev en lugar de la BOS. El reemplazo responde a la cancelación por parte de la anterior directiva de la Sinfónica de Bilbao que temía que los músicos se declararan en huelga. Una medida de prevención que ha supuesto un sobrecoste para la ABAO que, en última instancia, gestionará la Fundación de la BOS, integrada por la Diputación y el Ayuntamiento. Es decir, los gastos extra por traer a la formación ucraniana a Bilbao los pagará el contribuyente.
El valor del dinero público es algo que no pierde de vista el comité de empresa de la BOS: «Somos una entidad con un presupuesto de más de ocho millones de euros. Dicho esto, lo importante no es que hagamos tal o cual ópera en la temporada de la ABAO, que es un cliente privado, sino que lleguemos a todo el territorio. Nos sostienen los impuestos y, por eso, no debemos lo mismo al ciudadano de Bilbao que de Ondarroa, Orduña o Karrantza». Lo que les motiva, insisten, es dar la mejor versión de sí mismos, programar más conciertos y garantizar el relevo generacional «porque somos un servicio público con vocación de presente y futuro».
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