Maren como en el salón de su casa
La cantante pop de Gallarta presentó en el Fnac su segundo disco, 'Qué lástima', del que tocó el 30 % en una cita fugaz
La simpática, risueña, cosmopolita, guapa y joven cantante pop Maren, que vive entre Gallarta y Barcelona, donde estudia Magisterio a la vez que desarrolla su carrera profesional en la música, presentó este miércoles en el Fnac su segundo disco, 'Qué lástima', en un concierto promocional que se antojó demasiado fugaz: 13 minutos para 3 canciones y 3 parlamentos.
Ante tres cuartos de entrada, con su familia intercalada entre las butacas del Fnac, Maren, de 22 años recién cumplidos, salió apresurada hacia su taburete, se colgó su guitarra eléctrica Fender Stratocaster, y agradeció en euskera nuestra presencia resaltando que hoy era día de partido (Athletic 2 - Real Madrid 1) y que ya había visto a mucha gente por Pozas, y se pasó al castellano para adelantar que interpretaría tres temas y el primero sería 'Haría lo que fuera (Menos lo que tú quieras)', en referencia a que en este negocio musical te piden «tienes que hacer esto, y tienes que hacer lo otro, porque así vas a triunfar», y cuando la cantó pareció que estaba en el salón de su casa, por la cercanía con la audiencia (eso sin contar a la familia).
«Oso ondo», le jalearon al acabarla, y confesó: «No os voy a mentir: tengo un sueño… Vengo de Madrid, mañana voy a Barcelona, he grabado el especial de Navidad para la ETB, pronto llegará el de Nochevieja… Y canto las mismas canciones. Es como el día de la marmota». Y la segunda fue 'Desde el otro lado', muy diferente a como suena en el disco, con una guitarra muy The Cure y after punk, y su voz muy Bjork, subiendo y bajando, y hasta gañendo.
La acabó y su tercer y último parlamento lo comenzó en euskera y se tradujo: que si iba a tocar 'Plastificar' (la de los abrazos), una canción muy especial para ella, con un video rodado en la Costa Brava con su familia (y comparte el vídeo con su novio Víctor Rossy, pero esto no lo dijo en el Fnac), y avanzó que luego firmaría los discos, que quien no lo tuviera lo podía comprar ahí.
Y añadió que esta minigira promocional es de tres conciertos y había decidido comprarse un disco por tarde. El primero fue uno de Blur y este miércoles no sabía cuál sería, que ya miraría por las baldas. Informó que en abril estaría actuando en la Sala BBK, que las entradas salen a la venta el 11 de diciembre, y que esa ver vendría con banda, y subrayó que en estos conciertos promocionales de ella en solitario las canciones suenan «como las escribí yo en casa, que también tiene su gracia». Y se despidió con la más pop, la mejor de la tarde, que ya hemos dicho fue 'Plastificar'.
Y se acabó. 13 minutos de nada en los que eligió las canciones 2, 3 y 4 de su disco de 10 cortes titulado 'Qué lástima' por una expresión recurrente de su bisabuela Mari. Tres canciones de 10, el 30 %. Nadie pidió bis, pero seguramente porque acabó Maren, se bajó del taburete, y empezó a organizar los trastos para la firma.