«Queremos que el precio deje de ser una excusa para no ir a la ópera»
Reducirá el importe del 31% del aforo y pide un plan estable de subvenciones que les permita trabajara medio plazo con tranquilidad
César Coca
Domingo, 9 de junio 2024, 10:16
La ABAO ha cerrado una temporada excelente en lo artístico y buena en cuanto a resultados económicos. Esto último significa que el déficit ha sido ... menor de lo previsto, de manera que su impacto en los fondos propios se ha atenuado. Pero sus directivos siguen pidiendo una estabilidad en las subvenciones públicas recibidas. Eso les permitiría trabajar con menos incertidumbre en la confección de unos programas que se definen con tres o cuatro años de antelación. Juan Carlos Matellanes, presidente de la entidad, insiste en la conveniencia de una especie de programa marco de esas características y habla en esta entrevista de iniciativas que adoptarán en breve para tratar de mejorar sus ingresos procedentes de los socios y la taquilla.
- Nunca ha habido tantos bises en una temporada de la ABAO. ¿Qué significado le da a eso?
- La temporada ha sido muy buena. Y se ha reflejado en bises, críticas profesionales, comentarios de los aficionados... Hemos llenado el aforo en un 85% de media, cuando antes de la pandemia estábamos en el 70-75%. Esa es la mejor medida.
- ¿Los resultados económicos han estado a la misma altura?
- Somos una entidad privada pero con aportaciones públicas, de forma que la taquilla es necesaria pero no un fin. Confiábamos mucho en esta temporada, que, pendientes aún de algún detalle, hemos cerrado con un déficit algo superior a los 100.000 euros, cuando la previsión era de casi 300.000. Y nunca renunciamos a la calidad, con independencia de que luego acertemos o no. Firmaría repetir el resultado de esta temporada, en lo artístico y lo económico, para la siguiente.
- ¿En qué punto están los fondos propios de la sociedad?
- Comenzamos la temporada con 570.000 euros, así que esos fondos están ahora por debajo de 470.000. El problema es que ni aunque tuviéramos superávit podríamos aumentarlos porque la ley de subvenciones no lo permite. Solo se pueden incrementar los fondos propios con aportaciones de los socios, como sucedió en la pandemia.
- ¿Cuánto suponen ahora las subvenciones públicas del total de ingresos?
- En este momento, más o menos el 31%. La taquilla y los socios aportan el 44%, y el 25% restante son patrocinios privados y otros pequeños ingresos. Es evidente que sin las ayudas públicas la ABAO no existiría. Nosotros trasladamos a las instituciones que montar una ópera es caro, y además realizamos otras actividades. Tenemos programas didácticos y sociales, en muchos casos gratuitos.
«Ha sido muy buena y se ha reflejado en los bises, las críticas, los comentarios de los aficionados...»
Menos subvenciones
- Las subvenciones se han reducido desde la crisis de 2008.
- Efectivamente, con un efecto en la programación, ya que tuvimos que reducir la temporada de ópera de siete a cinco títulos, además de generarse un déficit con carácter recurrente. Mire, en 2008 la aportación del INAEM fue de 3 millones; en 2013, 500.000 euros; y este año, 1,1 millones. La Diputación, 700.000, 330.000 y 500.000. El Gobierno vasco: 600.000, 760.000 y 600.000. Y ahora tenemos una del Ayuntamiento de 255.000. Y si tenemos en cuenta la inflación de todo este periodo... Necesitamos una financiación estable. Nosotros ya hemos tomado medidas relativas al precio de las entradas y los abonos, al control de costes, a fomentar las donaciones, incrementar los patrocinios privados… No queda mucho más margen.
- Y entonces, ¿qué propone? Porque en los últimos años sus cuentas han dependido de alguna enmienda al Presupuesto.
- Nos gustaría tener un acuerdo similar al que se da en el Teatro Real, la Maestranza o el Festival de Cine. Con un acuerdo institucional a medio plazo que garantice el desarrollo normal de nuestra actividad. En nuestro sector tenemos que firmar contratos para dentro de tres o cuatro años y no sabemos con qué dinero vamos a contar. Y, por supuesto, si esas administraciones quieren participar en nuestros órganos de gobierno, serán bienvenidas.
- Acaba de hablar de patrocinios. ¿La legislación sobre mecenazgo sigue siendo mejorable?
- La normativa vizcaína es buena en general. Antes era mejor que la estatal, ahora es similar. Pero sería importante para la ABAO y para otras asociaciones contemplar de forma más eficiente el micro mecenazgo. En la normativa estatal, hay una desgravación fiscal del 80% para aportaciones hasta 250 euros. Aquí tenemos una deducción del 45% para cualquier importe. Directivos del Real y el Liceo nos dicen que esa parte de la legislación estatal está funcionando muy bien.
- ¿Y las empresas?
- Estamos recuperando algunos patrocinadores que habíamos perdido. Pero todos nos dirigimos a las mismas sociedades. Y muchas ahora lo que piden a cambio ya no son entradas, como antes, sino experiencias para sus clientes y proveedores. Eso obliga a diseñar programas especiales para ellos.
- ¿Cuáles son sus grandes competidores en ese ámbito?
- El deporte y las entidades sociales, sin duda.
«Tenemos 3.000 y lo ideal sería incrementar esa cifra, pero el modelo está en crisis»
Benefactores
- Para la próxima temporada han anunciado programas de benefactores y reducción de algunos precios.
- Vamos a crear un programa benefactor, dirigido a personas físicas que estén de acuerdo con el proyecto y su filosofía más que con unos títulos concretos de una temporada. Habrá cuatro rangos de aportaciones, a partir de 300 euros. Y reduciremos el precio de abonos y entradas. Bajaremos el abono a 2.660 localidades, el 31% del aforo en las cuatro funciones. Eso supondrá que perderemos ingresos por ahí, pero esperamos compensarlo con nuevos socios y más taquilla. La idea es que el precio deje de ser una excusa para no ir a la ópera.
- ¿Cuántos socios tienen en este momento?
- Alrededor de 3.000. Lo ideal sería incrementar de forma notable esa cifra, pero en todas partes el modelo de socio está en crisis. De todos modos, vamos a hacer una gran campaña de captación. Hemos detenido la caída y recuperado algo, pero no hemos alcanzado el nivel prepandemia. Eso sí, los 6.000 que tuvimos al pasar del Coliseo al Euskalduna son inalcanzables, porque en ese momento hubo un efecto novedad que ya no se da.
«Hay limitaciones de costes, del número de ensayos, con el coro...»
-Hablemos de la próxima temporada. De nuevo, programan títulos clásicos con alguna apuesta de medio riesgo, 'Il Trittico', aunque sea un Puccini.
- Hay una filosofía básica en nuestra programación. Cuando teníamos siete títulos eran tres óperas de repertorio, dos infrecuentes, una del siglo XX y un estreno en nuestros ciclos. Al bajar a cinco, nos quedamos con dos de repertorio, dos infrecuentes y otro que no sea italiano y, si es posible, que sea estreno para nosotros. Luego hubo que adaptar esa filosofía por el Tutto Verdi. Y a veces respondemos a una efeméride. O tenemos interés en un elenco y nos adaptamos a sus posibilidades. Y además hay otras limitaciones.
- ¿A qué se refiere?
- Hay limitaciones de costes, de número de ensayos, relativas al coro… Eso significa que títulos como 'La Gioconda' o 'Guillermo Tell', que nos gustaría mucho hacer, serán difíciles de ver aquí, aunque no renunciamos a ellos. Y luego tenemos posibilidades de coproducciones, pero debemos estudiarlas con cuidado y analizar hasta qué punto nos interesan.
- 'Tristán e Isolda', que se verá en enero, tiene una duración neta de cuatro horas y media, que con los entreactos se irá al menos hasta las cinco y media. ¿Afectará a los horarios?
- No es el único caso, porque aunque no tiene tanta duración 'Il Trittico' genera el mismo problema. No hemos decidido aún pero casi con seguridad tendremos que adelantar los horarios de las funciones.
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