Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
josu olarte
Viernes, 3 de mayo 2019, 00:24
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Al frente de Gabinete Caligari, Jaime Urrutia (Madrid, 1958) moldeó hace más de tres décadas un peculiar rock castizo, etiquetado como torero, que, al calor de la Movida, lo mismo asimilaba el rhythm and blues que el pasodoble y el chachachá. Erosionados por su éxito comercial, tras su disolución en 1999, Urrutia siguió cultivando su chulería hispana con un digno debut solista, 'Patente de corso' (2002), que no consiguió igualar con sus secuelas de estudio 'El muchacho eléctrico' (2005) y 'Lo que no está escrito' (2010). «No quiero mezclarme con la nostalgia de los 80, pero sigo manteniendo mis señas de identidad», asegura el músico, que hoy echa la vista atrás con su banda Los Corsarios en el Kafe Antzokia (22 horas; 18/22 €).
- ¿Cómo será el concierto? ¿Se centrará en su reeditado 'Camino Soria'?
- Me acompañarán cuatro músicos y haré un recorrido por mi trayectoria con Gabinete y en solitario. Haremos más de la mitad de álbum que, junto al EP 'Cuatro rosas', me parece el culmen de lo que hice con Gabinete. Lo grabamos en apenas dos meses, pero ha envejecido bien y ahora es ya un clásico.
- La canción se ha convertido en todo un himno de la España vacía.
- Sí y me hace mucha ilusión, porque ese álbum fue nuestra reivindicación de una España olvidada donde curar de las heridas sentimentales que teníamos. Por entonces estaban de moda las urbes cosmopolitas con canciones como 'Lobo hombre en París' y 'No hay marcha en Nueva York'. A nosotros, que éramos muy cazurros, nos inspiró leer en una revista que la Movida de Soria era muy pequeña. Podíamos haber dedicado un tema a Teruel, pero, por su conexión poética con Machado y Bécquer, elegimos Soria, que además rima con gloria y memoria.
- Su excompañero Edi Clavo dedicó un libro al disco. ¿Lo ha leído?
- No, solo un capítulo que salió en la prensa. Aunque creo que no se mete conmigo, no sé si por despecho o miedo, he preferido no hacerlo para conservar un buen recuerdo de mis amigos. Habría estado bien hacer una gira con él y Ferni (Presas, bajo) centrada en el disco, pero la vida es como es y no tenemos relación desde que en el 99 decidí acabar con el grupo y no se lo tomaron bien.
- ¿Coincide con él en que el éxito de 'La culpa fue del chachachá' supuso el principio del fin para Gabinete Caligari?
- Sí, porque, mientras a Ferni ya le molaba Nirvana, a nosotros se nos veía como un grupo comercial que estaba hasta en la sopa, sobre todo a raíz de la parodia de Martes y Trece. Cogías un taxi y te lo recordaban. Pero para nada renuncio a ella. Me parece una canción bien hecha a partir de ese ritmo y, aunque no sea la mejor, todo el mundo se la sabe.
- Suele figurar en listados de canciones machistas del pop español.
- Hoy nadie se atrevería a mezclar mujeres, toros y metáforas taurinas en una canción. Me parece kafkiano que decir guapa a una mujer o tío bueno a un hombre sea peligroso o delicado. Hace 30 años se podía escribir sobre ello, pero hoy hay un exceso de corrección política en todo por la dictadura de las redes sociales. Yo soy muy antiguo y no estoy en ninguna. Me dan miedo desde que me llevaban el Facebook y se me ocurrió contar que había ido a los toros con mi hija. Lo que tuve que aguantar...
- Quien ha vuelto a despertar críticas furibundas en las redes ha sido Andrés Calamaro, que colaboró en su último disco ¿Qué le parece su posicionamiento político favorable a «patriotas y reaccionarios»?
- Bueno, a Andrés ya le habían crucificado por su defensa de los toros, por los que está loco desde hace unos diez años. La primera vez que fue le llevé yo. Andrés es un narcisista incontinente al que le pierde su deseo de ir siempre a la contra, como el salmón. Le quiero mucho y creo que sigue siendo uno de los mejores haciendo rock en castellano.
- Han pasado ya nueve años desde que grabaron juntos 'Tratando' en 'Lo que no está escrito'. ¿No tiene en mente un nuevo álbum?
- Tengo alguna canción, pero, para ser sincero, hace tres años presenté cinco o seis a la discográfica y no gustaron. Soy consciente de que mi carrera está hecha, pero el día que me retire lo diré. Quiero despedirme con un gran disco que espero que no tarde mucho más. La crisis que estoy pasando es más de letras que de músicas. Antes me salían rápido, pero, con mi perspectiva actual, me cuesta dar con imágenes poéticas que me gusten tanto como 'Camino Soria'.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.