Ilegales sin el pañuelo laurentino
El cuarteto del siempre irreductible Jorge Martínez cerró los conciertos principales de las fiestas de San Lorenzo de Huesca y demostró que no parece que hayan pasado más de 40 años
Desde el día 9 hasta hoy martes 15 de agosto han durado las fiestas de San Lorenzo de Huesca, declaradas de interés nacional. Giran alrededor ... de los toros, que todos los días han llenado los tendidos divididos entre el sol de las peñas y la sombra, y donde este lunes se vivió una sensación extraña: un respetado minuto de silencio eliminó la algarabía habitual del coso. Además hay otros actos, como conciertos, y los de más caché se han montado en la explanada del Palacio de Congresos.
Iban a ser cinco conciertos, pero aún no se olvida que Lola Índigo suspendió el suyo in extremis, alegando que había retardo en una pantalla de vídeo (había más de 5.000 personas esperando a que saliera a escena; cuatro días después, el lunes volvieron a vituperarla a coro en los tendidos de sol). Y sobre los dos conciertos buenos recordemos que el cubano Alain Pérez & La Orquesta dieron el gran espectáculo de las fiestas de San Lorenzo (¡de lo mejor del año!), y que los asturianos Ilegales este mismo lunes hicieron justicia a su mejor leyenda, y eso que pintaba mal la cosa una hora antes: una tormenta con gran aparato eléctrico descargó sobre Huesca y pudo obligar a suspender otro concierto programado y con todo montado.
Afortunadamente, el cielo se aclaró aunque al fondo relampagueaba en verde la tormenta. Y con diez minutos de demora salieron a escena Ilegales (Asturias, 1977), que tocaron 31 canciones en 102 minutos, dentro de la gira del 40º aniversario de su primer LP, 'Tiempos nuevos, tiempos salvajes' (1982), que ya les vimos repasarlo en el Azkena Rock Fest en julio de 2022 y que ese mismo año también recrearon en Bilbao (marzo) y en Barakaldo (octubre). ¿Y no vinieron Ilegales con ese mismo LP a la Semana Grande, a la Plaza Nueva? ¿No estuvimos ahí, en lo que fue un concierto muy estático y rígido cuya fecha exacta no aparece en Google?
Genio y figura hasta la sepultura, el líder absoluto Jorge Martínez, un calvorota escultural a sus 66 años porque practica buceo en aguas bravas, fue el único de los actuantes en el Palacio de Congresos que no se puso el pañuelo verde de las fiestas de San Lorenzo. Se dedicó a cantar entonando bien (al principio levemente ronco, y antes de la canción 14ª pidió: «si pudiésemos evitar este humo que beneficia a las luces pero perjudica tanto a la voz...») y a tocar la guitarra Stratocaster mirando a sus pedales y al mástil mientras calcaba los punteos melancólicos mil veces escuchados en las grabaciones, intercalando alguna presentación discursiva, egolátrica que diría él.
¿Y no fueron los mejores temas los más los más rocabilescos, los más en la onda rock-a-billy crudo de Link Wray, esos números que Jorge Ilegal a veces etiquetó como punk? Por ejemplo dos coreados por los más jóvenes infiltrados en las primeras filas, o sea el psychobilly 'Eres una puta' y 'Soy un macarra' («... soy un hortera, voy a toda hostia por la carretera», que Jorge, el apolíneo vejestorio, explicó lo compuso como parodia o inspiración en los ripios de los cantautores de los 70, más concretamente en el Serrat que cantó en el LP 'Mediterráneo' eso de «soy paloma torcaz, dejadme en paz»), o el imbatible tridente-billy previo al bis con 'Bestia, bestia', el cincelado 'Todos los peligros me conocen' (el de «Satanás, Satanás, sírveme una copa más») y el punk-a-billy 'Dextroanfetamina'.
Combinando la tralla con la reflexión, la velocidad con la contención, el roquero asturiano coleccionista de soldados de plomo dejó el pabellón muy alto en títulos tipo 'Chicos pálidos para la máquina', 'Todo lo que digáis que somos' (Jorge se sabe las letras, aparentemente no lleva teleprompter), el título de su segundo LP 'Agotados de esperar el fin', de 1984 (y dijo Jorge: «esta canción la estrenamos muy cerca de aquí, en el Jai Alai», una sociedad oscense que monta bolos y estas fiestas por ejemplo ha traído a los metaleros Ktulu), un tormentoso 'El norte está lleno de frío' (uno de los hitos del repertorio con 31 temas), el minimal 'Hacer mucho ruido', y uno que podría atreverse a versional Loquillo como fue 'Nunca lo repitas en voz alta'.
Y el repaso para el primer LP reivindicado en esta gira de 40º aniversario, gira llamada 'La lucha por la vida' y que se plasma en el logotipo de la batería, se cumplimentó en el bis mediante siete canciones que oscilaron entre lo surreal coreado por los chavales ('Problema sexual') y el nihilismo ('Caramelos podridos'), entre el ska ('Hola, mamoncete') y el rock and roll ('Hombre solitario'), y sin dejarnos en el tintero el tema titular, claro, 'Tiempos nuevos, tiempos salvajes', interpretado por Jorge con una solemnidad de Nosferatu del rock para el que no pasa el tiempo, ni tampoco el siempre estremecedor 'Yo soy quien espía los juegos de los...'.
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