Xabier Anduaga, en el Teatro Real de Madrid, en donde ensaya estos días 'Viva la mamma', de Gaetano Donizetti. javier del real
Xabier Anduaga | Tenor

«Ha sido un año horrible, con la sensación de que nos quedábamos sin trabajo»

Galardonado en los International Opera Awards, considera que en la pandemia España «ha dado a la cultura la importancia que merece»

Miércoles, 12 de mayo 2021, 00:38

La noticia de que había ganado el Premio Young Singer en los International Opera Awards sorprendió el lunes a Xabier Anduaga (San Sebastián, 1995) en ... el Teatro Real de Madrid, donde el día 2 estrena 'Viva la mamma', de Donizetti. Con una trayectoria repleta de reconocimientos, Anduaga reconoce que este año de pandemia «ha sido horrible porque la sensación era que los cantantes nos quedábamos sin trabajo». El tenor donostiarra defiende la protección que en estas circunstancias España ha brindado a la cultura en comparación con otros países. «Si no queremos verlo, tenemos los ojos cerrados.

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- ¿Qué suponen estos premios?

- Indican que el trabajo que estoy haciendo va por buen camino y suponen un reconocimiento a que en 2019 las óperas que canté fueron bien. También implican una responsabilidad.

- Precisamente, hace dos años comentaba que los galardones son un arma de doble filo por la presión que conllevan.

- Sí, suponen que tu nombre sale a la palestra y todo lo que haces tiene más repercusión. Todo el mundo se entera del trabajo que realizas, pero, bueno, para mí es una motivación extra.

- ¿Y cómo gestiona esa presión?

- No me estorba. Yo intento mantenerme lo más tranquilo posible porque al final, los reconocimientos son buenos, pero lo importante es que el día a día siga yendo bien. Por ejemplo, el ensayo de esta mañana (por ayer) ha ido bien y para mí eso es igual de importante que recibir el premio. Intento gestionar la presión trabajando, que es la única manera de estar luego tranquilo encima del escenario.

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- ¿Quién otorga el reconocimiento que de verdad le importa? ¿La crítica? ¿El público? ¿Los programadores?

- Para mí, la máxima autoridad es mi pareja (Elena Barbé), que es con quien trabajo y quien me dice siempre la verdad, vaya bien o vaya mal. Los programadores y los teatros tienen la autoridad de decidir qué se va a hacer en cada momento y, obviamente, saben lo que hacen, pero lo que me vale a mí como persona y como artista es mi día a día y mi trabajo constante. Por eso, mi pareja, que también es mi profesora, es quien me sirve como referencia.

- Ha actuado en algunos de los escenarios más prestigiosos. ¿Siente más presión y autoexigencia que cuando lo hace, como por ejemplo el año pasado, en la Quincena donostiarra?

- No, a mí cantar en mi ciudad me hace especial ilusión. Afronto todos mis compromisos al 100%, ninguno tiene más valor que otro. Otra cosa es que te haga más ilusión que te llamen de un sitio o de otro por tu situación personal, pero al final, te hace ilusión estar por todos los teatros del mundo.

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- ¿Diría que lleva una carrera meteórica o piensa más bien que va peldaño a peldaño?

- Soy consciente que se puede ver como meteórica, pero yo sé que es peldaño a peldaño porque es verdad que soy muy joven -cumplo 26 años el mes que viene- y parece que aparezco de la nada, pero debuté hace cinco años y estoy dando pasos con cada producción para hacerlo cada vez mejor.

- En la Quincena le presentaron como alguien que había alcanzado «alturas estratosféricas»...

- Es verdad que he estado en los mejores teatros del mundo y que en mi calendario los tengo programados, pero creo que lo de las «alturas estratosféricas» se irá alcanzando poco a poco.

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«Soy consciente de que mi carrera puede parecer meteórica, pero yo sé que va peldaño a peldaño»

Una cancelación tras otra

- ¿Cómo han vivido los profesionales de la ópera todo este año bajo la pandemia?

- Ha sido horrible, más que nada, porque la sensación era que los cantantes nos quedábamos sin trabajo, pero es que se quedaban igual miles y miles de personas. Tú entras al Teatro Real y probablemente aquí trabajan quinientas personas. Los cantantes somos diez o doce, pero se han quedado muchísimas familias sin trabajo. Y lo sigue siendo porque hay muchos teatros que aún no han conseguido abrir. Es verdad que estuve en casa y pude estudiar, pero era una decepción tras otra porque cada mensaje que recibía era una cancelación.

- ¿Cree que España ha protegido su cultura mejor o peor que otros países?

- Yo diría que en España se le ha dado a la cultura la importancia que merece porque, si había cosas que se podían hacer, debían llevarse a cabo, por delante de otras muchas cosas. Eso lo tengo clarísimo: sin cultura, el país no puede seguir adelante. Yo, por ejemplo, canté en Granada, Donostia, A Coruña, y Sevilla. El Teatro Real ha estado casi siempre abierto. Los teatros han puesto todo de su parte. Yo he tenido cancelaciones en Francia, Alemania, Estados Unidos... Al final, es verdad que estaban perdiendo muchísimo dinero, pero decidieron cerrar. No sé si España lo ha hecho mejor o peor, pero que ha apostado por la cultura lo tenemos todos claro y, si no queremos verlo, tenemos los ojos cerrados.

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- A la espera de que mejore la situación, ¿qué proyectos tiene?

- Tras mi debut en el Teatro Real, voy a Nápoles, luego cantaré bastante por España y vuelvo la temporada siguiente al Real con otra ópera. Y más adelante, si nos dejan, Londres, París... Tengo el calendario bastante cubierto y estoy con ganas de hacer todo lo que viene por delante.

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