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VÍDEO: Pablo del Caño

Los soldaditos marineros de las calles de Bilbao

Un grupo, un dúo y un solista interpretan para EL CORREO la canción más emblemática de Fito y los Fitipaldis, que este sábado se da uno de sus mayores baños de masas en San Mamés. La señal del concierto se retransmitirá en directo en nuestra página web

Sábado, 11 de junio 2022, 01:50

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La actuación más especial del músico Luis Salido fue en plena Gran Vía de Madrid. Estaba tocando 'Soldadito marinero' cuando un transeúnte se animó a cantarla con él. No fue un dueto cualquiera. Era el autor de la emblemática canción, Fito Cabrales. Todo un reconocimiento así a los artistas callejeros. Al acabar, el compositor bilbaíno se arrodilló ante el guitarrista cordobés como muestra de respeto.

Esta anécdota es una muestra del carácter cercano del líder de Fito y los Fitipaldis, que este sábado afronta el concierto «más importante» de su carrera. El grupo actúa ante más de 45.000 personas en San Mamés. EL CORREO ha reunido a una banda, un dueto y un solista que tocan en las calles de Bilbao para interpretar un tema con sabor a himno.

Kalekoak

«Siempre hay alguien que nos da las gracias por colorearle el día»

El nombre de la banda Kalekoak recoge su esencia. «Cuando tocamos en una sala se nos hace raro, echamos de menos la calle», aseguran. De hecho, el grupo se formó precisamente tocando en las aceras de Bilbao. Sara (vocalista) escuchó a Jon (guitarra) y a Rafa (batería), contactó con ellos a través de las redes sociales y pronto formaron un trío. Hoy son seis gracias a la incorporación de Iker (bajo), Samuel (trompeta y trombón) y Johnny (teclados). Apenas llevan un año tocando juntos, aunque ya cuentan con un buen número de seguidores, algunos, convertidos ya en amigos. Una de ellas, Lorea, ha perdido la cuenta de las veces que ha pedido 'Soldadito Marinero'. «Siempre nos pregunta: ¿Hoy vais a tocar algo de Fito?», explica Sara con una sonrisa. La autora del encargo asiente satisfecha. Hoy sí que sí.

Su primer concierto «oficial» fue en Bilborock. Disfrutan improvisando, pero también hacen versiones adaptadas a un estilo más reggae y han creado algún tema propio en su local. Actúan en bares y salas, pero tienen claro que su plaza favorita es la calle. «La mejor publicidad. Cuando la gente se detiene a escucharte, realmente valora tu talento. El contacto es más cercano», explica Samuel. En cada bolo encuentran palabras de ánimo: «Siempre hay alguien que nos da la gracias por colorearle el día».

Hugo Alterach (Flaco) y Laiyo Alves

«Un día tocando 'Por la boca vive el pez' apareció Fito. Me quedé blanco»

Hugo Alterach, también conocido como Flaco, nunca olvidará el día en que tocó 'Por la boca vive el pez' ante un público muy especial. «Levanté la vista y vi a Fito. Me quedé blanco y paré de cantar. 'No, no, maestro, siga, por favor', me dijo». Se le ilumina la cara con la anécdota. Su estilo nada tiene que ver con el ex de Platero y tú, pero la versión caló. «Me dio la mano al acabar y me dijo que le había gustado mucho. Ya era fan, pero desde ese momento, mucho más».

A su compañero lo conoció también en la calle. Laiyo Alves se acercó un día en plena actuación y le propuso acompañarle en un tema. Un mes más tarde le llamó y desde entonces disfrutan el doble cuando cantan juntos. Para Alterach ha sido «un soplo de aire fresco» tras más de un década en solitario, y para Alves, el empujón que necesitaba para animarse a actuar en las aceras.

Alterach es de Ushuaia, Argentina, y salió con la guitarra hace once años, cuando tuvo que cerrar la empresa de construcción en la que era maestro mayor de obra. Aprendió canciones en euskera como 'Lau Teilatu' y 'Xalbadorren Heriotzean' para ganarse al público vasco. Alves llegó desde Venezuela hace un par de años, y mientras gestionaba el papeleo para trabajar, encontró en la música callejera la forma de ganar un dinero extra. En su país compaginaba la carrera de Abogacía con la de canto y guitarra. Estuvo en varios grupos, tiene canciones propias y ha tocado en Brasil y México. «Tienen que escucharle cantando en portugués. Es una delicia», apostilla el argentino, que ejerce de perfecto padrino con él. «Me da paz», asegura. «Yo me siento más tranquilo. Canto con una sonrisa al lado», responde Alves agradecido.

Yoan Darz

«Tocando en la calle he crecido como músico y he hecho muchas amistades»

Yoan Darz se estrenó como solista en las calles de Bilbao. Hasta entonces dirigía una orquesta, impartía clases y tenía una academia en Venezuela. Pero llegó la crisis y hace dos años se trasladó a la capital vizcaína. «Con el covid fue mucho más difícil conseguir un permiso de trabajo. Extranjería estaba cerrada y no me podía abrir una cuenta en el banco. Un paisano me recomendó que pidiera un permiso en el Ayuntamiento para actuar en la calle y ganar así algo de dinero». Después, entró en la Coral de Bilbao y a través de ellos logró un contrato como profesor. Imparte percusión a un grupo de estudiantes de ESO: «Tienen mucho ritmo y aprendo yo tanto de ellos como ellos de mí».

Su primera actuación callejera fue en el Casco Viejo. «Solo estuve 15 minutos. Estaba nerviosísimo y se me iba la letra». Este nuevo escenario le ha curtido. «He crecido como músico y he hecho muchos amigos». Al principio pedía ayuda con el repertorio. «ABBA siempre triunfa. También funcionan Silvio Rodríguez, José Luis Perales y Pablo Milanés. Conozco a Fito porque me lo han pedido alguna vez».

Desde que es profesor ya no depende tanto de las monedas que caen en la funda de su violonchelo o de su guitarra, pero agradece el elogio tras cada actuación. «Un día se pararon un ciego y su guía a escucharme. El ciego lloraba y tarareaba. Al acabar me dijo que le había recordado a la época en la que podía ver. La calle es dura, pero es muy gratificante».

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