Euskadiko Orkestra lleva a Mahler y Ravel a una relevante gira por Polonia

La trascendencia de la gira de la Euskadiko Orkestra va más allá de los símbolos, aunque estos sean muchos. Porque además del espíritu del compositor y pianista que «estuvo muriéndose toda su vida», en palabras del Nobel García Márquez, y de su creador, el festival se llama Beethoven. Esa conjunción aporta mucho y obliga también a responder con lo mejor. Y la presentación de la formación será con el músico vasco más célebre en el mundo, Ravel, y con otro compositor muy querido por su director titular, Robert Treviño. Se trata de Mahler.

La combinación es muy exigente, porque la primera parte del concierto contiene una obra serena, melancólica, cargada de matices, la 'Pavana para una infanta difunta', y ese 'Bolero' del que el día del estreno una aficionada calificó como la partitura de «un loco».

Dos obras con las que, en palabras de Robert Treviño, la orquesta podrá mostrar su calidad y «demostrar al mundo que en Euskadi tenemos un alto nivel internacional en muchos campos». Sin olvidar que hace dos años la orquesta grabó esas partituras en un elogiado álbum dedicado íntegramente a Ravel, publicado en el sello Ondine, que ha tenido una segunda entrega con piezas del mismo compositor hace solo unos meses.

En la segunda parte, la Quinta de Mahler, una de las grandes sinfonías de todos los tiempos. Su fama debe mucho al cineasta Luchino Visconti pero su inspiración debe más aún a Alma Schindler, la mujer más inteligente, bella y deseada de Viena, con la que el compositor acababa de casarse cuando abordó la escritura.

«Tengo una relación muy intensa con Mahler, de quien solo nos faltan dos sinfonías para concluir todo el ciclo. Lo hemos presentado en Múnich con enorme éxito y lo he elegido para este festival porque creo que así verán el tesoro que es esta orquesta», asegura Treviño.

La participación del director ha sido esencial para cerrar esta gira y figurar como cabeza de cartel en un festival que ha adquirido gran relevancia en toda Europa. Treviño dirige en Polonia desde hace una década y es muy conocido entre los aficionados locales. Y no se puede ignorar tampoco que la sede primera del ciclo es la sala donde actúa de manera habitual la Filarmónica Nacional de Varsovia, cuyo titular es Andrei Boreyko, que estuvo vinculado a la Euskadiko Orkestra entre 2009 y 2017 como principal director invitado.

En cuatro días consecutivos, la formación vasca actuará en Varsovia, Brelasvia, Cracovia y Katowice, cuyas salas suman un aforo de 5.400 espectadores. A la vista de la marcha de la venta de entradas, la ocupación será muy alta, según ha informado la orquesta vasca.

Los desplazamientos obligados no serán un problema para una orquesta habituada a moverse en cuatro sedes (Bilbao, Vitoria, San Sebastián y Pamplona), aunque más próximas entre sí que esas ciudades polacas. Cada una de ellas tiene una acústica diferente, lo que obliga a una adaptación diaria a las circunstancias sonoras. Treviño comenta que eso, que puede ser un inconveniente para formaciones acostumbradas a hacer música siempre en el mismo lugar, es algo poco relevante para una orquesta que se desenvuelve en la itinerancia en cada programa.

Esta gira, que los responsables de la Euskadiko Orkestra califican como una de las más importantes en sus 41 años de historia, hace la número 22. Con anterioridad, han estado en Austria, Alemania, Italia, Francia, Reino Unido, Argentina, Chile y Brasil.