La celebrity Andrzej Olejniczak clausurando el tercer JazzOn Fest
El maestro vasco-polaco, recién galardonado en su país con la medalla 'Gloria Artis', trajo su proyecto 'Songs You'll Enjoy', con Bea Asurmendi a la voz. «Somos una banda de rock, así que dadle caña», dijo el líder a sus músicos
A pesar del puente de la Constitución y de la Virgen, y del partido del Athletic (1-0 al Atlético de Madrid; nos enteramos del ... resultado porque lo dijo Alex de Gatibu en su macro-concierto en el BEC), se llenó en más del 90 % este sábado el JazzOn Aretoa para ver el nuevo proyecto del saxofonista vasco-polaco Andrzej Olejniczak (Zduńskiej Woli, 71 años), quien se ha jubilado de la docencia, pero no de los escenarios. Él protagonizó la décima y última función del III JazzOn Fest, el ciclo semanal sabatino del club de jazz, sustituyendo a la primeramente anunciada cantante Kelly Green, que suspendió su gira europea.
Olejniczak arribó con un grupo Bask 4t y un programa llamado 'Songs You'll Enjoy' (canciones que disfrutarás). Bask 4t lo completan Nacho Soto a los teclados, Íñigo Goldaracena al bajo eléctrico y Juanma Urriza a la batería. Además, como invitada especial se trajo a la vocalista alavesa Bea Asurmendi (Aramaio, 1991), vecina de Londres desde 2013 y hermana de la más conocida cantante de pop euskaldun Idoia, presente en el club y filmando con el móvil a su 'sista'. También estaban presentes en la última fila los dos hijos de Andrzej, protagonistas cada uno de una canción de su padre, una por pase.
En su presentación, Gorka Reino, rector del club, afirmó que si Andrzej Olejniczak no llega a quedarse a vivir entre nosotros en 1984, la escena vasca de jazz no sería igual. Recordó sus trabajos en orquestas sinfónicas y como acompañante de grandes del jazz como Tete Montoliú y Gerry Mulligan, y del pop como Mecano, La Orquesta Mondragón o Itoiz (yo recuerdo verle con su porte serio acompañando a Itoiz en el frontón de Fadura, frente a toda la chavalería ahí sudando en las primeras filas). Reino destacó que Olejniczak suma numerosos discípulos por haber trabajado de profesor en el Musikene donostiarra y en el Conservatorio de Leioa, y recalcó que en Polonia es una celebrity, tanto que en septiembre el Ministro de Cultura de Polonia le entregó la medalla 'Gloria Artis', «la mayor distinción de Polonia en reconocimiento a los méritos por la cultura que se concede a los artistas de todos los géneros del arte», copiamos de la info del club de jazz.
Al lío: el primer pase fue de 4 temas en 50 minutos, contando como sólo uno el primero, 'Viuda negra', abierto por una intro a solas de saxo tenor literalmente magistral, batido por una batería roquista a lo Ángel Celada (alavés, aficionado al jazz y escolta de estrellas como Mecano, Revólver…), y explorador del jazz rock setentero mojado de fusión, que es con lo que empezó el maestro, quien en esta suite cosechó dos ovaciones intercaladas. En el intermedio, Óscar Cine comentó al baterista Urriza que 'Black widow / Viuda negra' había sido apoteósica, y le contestó el navarro: «Andrezj nos ha dicho antes de salir: 'somos una banda de rock, así que dadle caña'».
'Zamora', al saxo soprano, cursó bonita, melódica y moderna a lo Grover Washintong Jr, y tras ella se subió al escenario Bea Asurmendi. Y contó el polaco: «Me encanta cómo canta. En Polonia ha sido unánime: se habla menos de saxo y más de canto. O sea que no sé… Yo ya cuando voy a conciertos sin cantante me duermo al de media hora, en serio. Nosotros los 'jubis'… No, estoy bromeando».
El caso es que con Bea tocaron dos: 'Call It A Dream', una balada al saxo soprano con solo de piano EST e interpretación vocal etérea a lo Stacey Kent (por algunos pasajes pensamos en el 'The touch of your lips' de Chet Baker), y al acabarla zanjó Andrzej: «Cuando hay una voz es otra cosa, ¿eh?». Y se cerró el primer pase con 'Ilya', nombre de uno de sus dos hijos presente en la sala, una pieza de querencia más pop por la voz de Asurmendi.
Al segundo pase se quedó contento Óscar Cine, que informó: «La segunda mitad ha sido muy del estilo de la primera, y ojo, que lo digo laudatoriamente. Ha durado 46 minutos para cuatro temas, incluyendo el bis: 'Mister X', trece minutazos disfrutables; 'Euterpe', un original de Bea Asurmendi cantado por ella misma y que se ha quedado en escena hasta el final; 'Alex goes to school', sobre uno de los hijos del líder y sus berrinches yendo a la escuela (ha sido un funk infeccioso y sin duda la cima de la cita); y como bis un famoso villancico polaco, 'Lulaise iesuñu' ('Lulajże Jezuniu'), en origen una nana que la Virgen canta al niño Jesús, pero llevada al jazz más frenético y sincopado por Andrzej. Me he fijado que en la parte trasera había media docena de asientos libres de seres que han desertado para ir al fútbol. Allá ellos». Hum…, igual eran las mismas sillas libres que había en el intermedio, o sea que quizá no se marchó nadie de la noventena de aficionados presentes.
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