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Belako de preestreno en el autocine de Getxo
El cuarteto de Mungia adelantó su cuarto disco, 'Plastic Drama', en Getxo, en un buen concierto donde las imágenes prometidas no lograron resaltar
El grupo mixto de Mungia Belako, uno de los proyectos indies con más proyección no solo nacional, cerró el sábado en Getxo su 'Autotour', una ... minigira por autocines arrancada el jueves en Madrid (a pesar de los nervios se les puso la carne de gallina, han confesado en su Facebook) y el viernes en Denia (de brutal han calificado ellos este concierto). El periplo lo ha rodado el getxotarra Koldo Serra para hacer un documental.
Este tercer bolo de la minigira ofrecido en casa seguro que les dejó a gusto por numerosos motivos: desde el sonido y la ejecución encima del escenario hasta la respuesta del público, que disfrutó de principio (bailando las chicas de Berriz en el lateral izquierdo desde la segunda canción) hasta el fin (los brincos y los coros justo desde antes del bis de la peña hipnotizada que invadió la parte delantera del escenario móvil, saltándose la colocación de las mesas; «a los chavales les de igual la distancia social», observó Azpiazu). Y hablando de observar, la gran promesa de que veríamos el concierto en pantalla gigante no cumplió las expectativas: lo proyectado no contrastó con el escenario en sí, que para más inri opacaba gran parte de esa superficie.
No obstante, fue una agradable experiencia para el espectador de a pie, pues la cita evocó a un festival estival al aire libre: llevabas pulserita, había yerba y puestos de comida, se podía fumar (quien le guste) y encima la lluvia que amenazaba en el pronóstico nunca se materializó (¿o deberíamos decir se licuó?).
En tal ambiente a su favor, con un público pulcro de 20-30 años que agotó las entradas en la anticipada en solo dos días (unas 650, a 22 euros), Belako dieron un muy buen concierto de 19 canciones en 90 minutos en los que cumplieron sus reglas de comportamiento en escena, ya sea entre ellos cuatro (se tocan y hablan alegres en medio de las canciones, no entre ellas) o con su público fiel (esos infaltables saludos personales a alguna persona perdida entre la masa).
Belako, que siempre han tenido buena prensa, como grupo dieron el gran paso adelante en directo en su anterior disco, el tercero, 'Render me numb' (2017). Y lo han logrado por cuatro razones: la renovada y solvente pegada baterista de Lander, el restar peso al papel de los teclados, el enfocar el rol cantarín del combo en una Cris brillante de contenta el sábado noche (y en mucho menor grado canta ahora Josu, el guitarrista y seguramente jefe en la sombra), y el no intercambiarse cada dos por tres los instrumentos sobre un escenario (lo cual interrumpía obstinadamente el ritmo de sus shows).
Ahora solo les faltaría comprimir sus canciones, pues entre tantos toboganes del repertorio, entre tantos sube y baja sónicos y emocionales, Belako alternan momentos claramente epidérmicos, muy logrados, ora dramáticos ora generacionalmente paradigmáticos, con ambientaciones demasiado estiradas, dilatadas, que al menos a estas alturas de su carrera (de la película, que estamos en el cine al aire libre) se quedan en efectistas y no pecan de artificiosas.
Belako pre-estrenaban su cuarto disco, 'Plastic Drama', de publicación aplazada hasta el 28 de agosto debido a la pandemia. Sonaron ocho de sus diez cortes: los seis singles de adelanto más 'Akelarre' (explicado por Lander, que la introdujo) y 'Sirène'. Fue un concierto infinitamente superior al del estreno en el Euskalduna Hall del citado tercer CD, 'Render me numb'. Como es usual en ellos, abrieron muy bien el bolo con 'Munster' y sus cachos de dub tipo Clash (la bajista Lore sonríe como una principiante, señal de que no ha perdido entusiasmo aunque ahora giran por el ancho mundo) y con 'Lungs' y su perfecta asimilación del post-punk.
Seguidamente se dispersaron con las tan novedosas como contemporáneas 'Maskenfreiheit' (de la serie 'La casa de papel', también dirigida por Koldo Serra) y la citada 'Sirène' (con partes en francés), y volaron alto durante el ecuador: 'False step' sonó a punk-pop de los 90, 'Nice church' fue bailonga y se montó sobre muchos pregrabados bien elaborados, 'Render me numb' sugirió a Nirvana, y 'Mum' tuvo un espectacular inicio de reggae fornido que no supieron mantener todo el tiempo.
Es lo que les decíamos antes sobre precisar en cada canción. Y así el show prosiguió ondulante (nosotros desde primera fila, centrados y cegados por las luces frontales, ni veíamos las pantallas), acertando en la diana de cuando en vez (la marcialidad post-punk de 'All nerve', previa a la marcialidad a las órdenes de los Clash de la mentada 'Akelarre') y diluyendo hallazgos en composiciones con buenos principios como la única que cantaron en euskera ('Hegodun baleak', mucho Muse ésta).
Pero llegamos al epílogo de la hora y media de bolo Belako volaron de nuevo apoyados por la masa, que coreó y saltó en una 'Track sei' en plan himno intergeneracional (y que otras veces los de Mungia han resuelto mejor), en una 'Tie me up' que apunta a canción dentro del corazón de sus fans, y ya el bis con los coros hey lalaralá de 'Sea of confusion' y el adiós de 'Over the edge', tan agónica como existencial, pues es su canción contra la violencia machista («todas los son», pontificó Cris en la introducción.
«Volver a tocar en directo ha sido muy emocionante»
Josu Olarte
Para Belako, la experiencia de protagonizar la primera minigira por autocines de España ha sido «muy emocionante» tras el obligado parón por la pandemia. «Antes de empezar éramos cuatro sacos de nervios, se juntaba la emoción por volver a tocar a cielo abierto después de más de tres meses y la incertidumbre de hacerlo en un espacio y un formato nuevo y sin precedentes. Aún estoy con el subidón de adrenalina por la respuesta increíble de la gente desde la primera canción. Se han visto muchas caras de felicidad y hasta lágrimas de emoción por volver a ir a un concierto», apunta Lander Zalakain, batería de la banda.
Aprovechando la gran pantalla del inusual recinto, la banda proyectó una «experiencia visual» con imágenes del grupo, de la gente, de videos de los temas y extractos de películas míticas. «Queríamos hacer algo diferente y digno también a ese nivel que esperamos poder seguir explorando cuando las giras sean normales», detalló el músico tolosarra.
El grupo incluyó en su repertorio seis canciones de su próximo álbum, 'Plastic Drama', que saldrá en agosto. «Ir sacando canciones con videos ha sido una manera de darles valor por separado y ha permitido a la gente familiarizarse con ellas: ver a la gente cantándolas en vivo ha sido emocionante», detalla Lander, que confía en poder retomar la gira aplazada en 2021. «Por fortuna, gracias a que ya está empezando a haber programaciones públicas y privadas de apoyo a la música, tenemos alguna cosita en vivo para este verano».
La minigira que concluyó este sábado por la noche en Getxo quedará para la posteridad en un documental que, finalmente, no llevará la firma de Koldo Serra, como se había anunciado. «Ha tenido un problema de agenda, así que lo estamos haciendo con el equipo de filmación que nos acompaña. También estamos grabando imágenes con nuestros móviles que supongo también utilizaremos».
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