Amaia Miranda: «Vivimos en un momento en el que hay que reinventarse constantemente»
Música de Christina Rosenvinge, Gorka Urbizu o Amaia, la guitarrista de Leioa, vecina de Barcelona, estrenará el sábado en la Sala BBK su segundo álbum 'Mientras vivas brilla'
La joven guitarrista profesional Amaia Miranda (Leioa, 1993), además de acompañar a figuras como Gorka Urbizu (ex Berri Txarrak) o Christina Rosenvinge, tiene carrera en solitario plasmada en dos álbumes acústicos y relajados, 'Cuando se nos mueren los amores' (2022) y el similar pero más vivaz 'Mientras vivas brilla' (2024), ambos de indie folk en modo marasmo ambiental punteado por instrumentales, con ecos serenos de Sílvia Pérez Cruz, Leonard Cohen, Ciudad Jara, Julieta Venegas, Giant Sand, Jeff Buckley, Devendra Banhart, Bon Iver…
Como este sábado Amaia Miranda estrena su reválida en la Sala BBK (20 h, 12-15 €, en el ciclo Punto Zero, abriendo para la madrileña Eddi Circa), aprovechamos para entrevistarla.
–Hola, Amaia, ¿por dónde andas? Igual vives en Madrid, me ha dado por pensar justo ahora…
–Ahora estoy en casa de mis aitas, en Leioa. Vivo en Barcelona, pero estoy por aquí unos días antes de la presentación del disco en Bilbo, este sábado a las 8 en la sala BBK.
–¿Y qué haces por aquí?
–Estoy tocando mucho y con los últimos ensayos. E intentando descansar, comer bien, disfrutar de los días por aquí… Creo que de eso también se nutre la música.
–Eres música de la banda de Gorka Urbizu. ¿Cómo te contactó? ¿Cómo te conoció?
–Toco con Gorka, sí. Está siendo muy bonito e inspirador tocar con él y con el resto de musicazos de la banda: Mariana Mott, Jordi Matas y Joan Pons. Él había escuchado mi primer disco, 'Cuando se nos mueren los amores', pero no sabía que yo también acompañaba a otros artistas. Me contactaron a través de Jordi Matas, el productor del disco y bajista en la gira. Estaban buscando a alguien que pudiese entender, defender y disfrutar con sensibilidad el sonido precioso que han encontrado con el disco, y Jordi pensó que yo podría ser esa persona. ¡Una suerte!
–Ya. Nada más verte en escena con la banda de Gorka, en el Euskalduna, en el concierto de los premios Gaztea, me recordaste por apostura y toque a Marina Iñesta, la cántabra de la banda de Mikel Erentxun. ¡Es una evocación positiva!
–¡Gracias! Es un halago. Conocía a Marina a través de la redes y recientemente pudimos conocernos en persona, en Madrid. Admiro mucho cómo toca y lo que hace, especialmente con su banda Repión. Pero me parece curioso que hagas esta comparación, más allá de ser las dos mujeres y tocar la guitarra, creo que tenemos formas diferentes de tocar.
–Lo pensé por tu forma de estar en escena y de estar pendiente del líder y de todo en general. Además con Gorka tocas la eléctrica. ¿Y cómo te fichó para su banda Christina Rosenvinge? Esto parece más difícil por vivir ella más lejos de Euskadi, en Madrid.
–Me conoció a través de Nuria Graham, una amiga admirada. Christina estaba buscando guitarrista para su obra sobre Safo y quería conocer mujeres músicas para hacer el papel de las nueve musas, y Nuria le habló de mí. En ese momento no pude sumarme al proyecto, pero por suerte al terminar de girar con esta obra Christina decidió grabar y readaptar la música y quiso contar conmigo para arreglar y grabar las guitarras del disco.
–He leído también que has tocado con Amaia…
–¡Sí! La he acompañado en la gira de su último disco.
–Centrémonos en tu carrera personal. ¿Qué diferencias hay entre tus dos discos, de títulos contrapuestos: 'Cuando se nos mueren los amores' y 'Mientras vivas brilla'?
–Creo que nacen más de la continuación que de la diferencia. Vivimos en un momento en el que hay que reinventarse constantemente, y para mí también tiene valor el camino contrario: tenía ganas de profundizar en el mismo lenguaje, de entenderlo mejor. Y más allá de eso, también sentía que lo pedían las propias canciones. Me gusta intentar escuchar lo que necesita la música por encima de los deseos propios.
–Cantas en muchos idiomas: castellano, euskera, inglés, francés, una en catalán al menos…
–¡En francés no he cantado nunca de momento! El título 'Tes yeux' da nombre a una canción instrumental.
–Ja, ja, ja… ¡Qué patinazo! Que conste que he oído el disco al menos tres veces antes de preparar un cuestionario, ¿eh?
–Este título vino inspirado por una frase de la película 'Retrato de una mujer en llamas' de Céline Sciamma.
–¿Y los demás idiomas?
El inglés me viene de la adolescencia. La mayoría de mis referentes de esa época cantaban en inglés y empecé a hacer mis primeras canciones en ese idioma. Con el tiempo me ha nacido escribir en los idiomas que utilizo en mi día a día y que me tocan emocionalmente.
–¿Quién te influye al cantar? Cantas de un modo muy lánguido, o introvertido… La verdad es que me cuesta entenderte a veces. Me paro y me fijo, pero no las desentraño.
–¡Ya siento que te llegue así! Sé que también hay personas que lo reciben como una manera cálida. Imagino que eso que describes de alguna manera conforma mi lenguaje. Canto como sé y como me nace... Te puedo contar a quién estoy escuchando actualmente: Pareceres (grupo uruguayo de los 70-80), Oisin Leech, Adrianne Lenker, Mk. Gee, Joni Mitchell… Pero tampoco siento que influyan de manera directa en mi forma de cantar, aunque siempre resuena todo lo escuchado. Y qué bien que lo haga.
–¿Cómo será tu concierto del sábado en la Sala BBK, abriendo para Eddi Circa?
–Estreno un formato nuevo, con Edna Bravo en los coros y alguna segunda guitarra. Con un diseño de sonido que hemos hecho Daniel Dameá y yo, que soy muy friki del sonido y habrá diferentes microfonías a lo largo del concierto. Y además hay un diseño de luces de Isa del Moral que estará llevando Emilio Manzano en esta ocasión. Hemos creado un pequeño universo inmersivo que espero que emocione a quien se acerque a verlo y escucharlo.
–Sí, ojalá vaya mucha gente, que es el día de la final de copa Athletic-Mallorca, pero vuestro concierto doble acaba a las 10 y 10. Bueno, y ya hasta el final de la entrevista te haré una serie de preguntas que también hice hace poco al jazzista y profesor de guitarra Raúl Sainz de Rozas. La primera: ¿Qué te atrapó de la guitarra?
–El sonido. Es un sonido que me acompaña desde la infancia. En casa siempre han escuchado mucha música con presencia de guitarras. Tanto acústicas y eléctricas como españolas. Es el instrumento que más me transmite y me hace vibrar.
–¿Tu marca y modelo favorito de guitarra y por qué te gusta? ¡Y cuánto vale!
Creo que cada guitarra tiene su magia y su historia. En general, más que fiarme por marcas o modelos me fío por lo que me transmite la guitarra cuando la tengo entre las manos. Algunas tienen alma y las sientes vivas. A priori no han de ser mejores por su valor económico y su nombre a nivel de marca.
–¿Pues con qué guitarra estás más contenta ahora mismo?
–Ahora estoy enamorada de una guitarra española que compré en Buenos Aires, fabricada en Valencia en 1913. Y también de una Teisco de los 60, un poco tuneada, que llevo en la gira de Gorka.
–¿Cuántas guitarras tienes?
–Nueve, creo
–Ah, ¿y cómo aprendiste a tocar?
–Empecé a estudiar guitarra con 6 años en el conservatorio de Leioa y después me trasladé a Barcelona a estudiar guitarra clásica en la Esmuc. Al acabar la carrera estuve varios años estudiando guitarra jazz y guitarra flamenca. Aunque soy consciente que todo esto ha conformado mi manera de tocar, siento que donde más he aprendido es tocando con músicos diferentes y encima del escenario.