Día Mundial del Teatro bajo el telón

En medio de la «enorme tristeza» de estos días de aislamiento, que «supone la negación del teatro», José María Pou ve dos pequeñas luces. Las salas no renuncian y se esfuerzan por reprogramar en otoño las funciones de marzo y de abril. Y el auge de la Teatroteca, «donde está toda la historia del teatro español», y otras plataformas demuestra que «hay unas ganas enormes de ver teatro». También cumple una función divulgativa. «Habrá mucha gente que este mes se acerque por primera vez al teatro a través de las redes». Aun así, el veterano actor no se engaña. Ni es lo mismo ver las obras en una pantalla ni el «mazazo» de este parón será fácil de superar.

«El 90% de la gente que vive del teatro se ha quedado en la calle y en cueros, es un sector que vive en precario. Por muchas ayudas que haya del Gobierno, que habrá que repartir para el país entero, muchos grupos tendrán que reinventarse. Da una pena enorme, pero la vida es lo más importante. Sería fantástico que cuando se abran las salas veamos colas que den la vuelta a la manzana». En ese futuro le gustaría ver un nuevo montaje de 'Equus', la historia de un joven que se enamora de un caballo. «Fui al estreno en Londres y me llevó a la estratosfera. Pasé la noche andando solo por las calles vacías porque necesitaba revivir todo aquello».

Laila Ripoll, dramaturga y directora de larga trayectoria que dirige el teatro madrileño Fernan Gómez, cree que el mejor homenaje en un día como hoy «es tener esperanza, ser generoso y paciente. La prioridad es la crisis sanitaria, pero sin la cultura nos habríamos vuelto todos locos». Para alguien que ha crecido con 'Estudio 1' en la familia -su padre es el realizador Manuel Ripoll y su madre, la actriz Concha Cuetos- el teatro en 'streaming' no es consuelo. Prefiere las grabaciones disponibles en la web de RTVE y recordar a José María Rodero en 'Historia de un caballo', «que me volvió del revés». Como autora opina que «para contar lo que nos deja huella hay que tomar distancia, ahora bastante tenemos con vivirlo». En el teatro «lo vamos a pasar peor que otros sectores porque estaba más dañado, todo el tejido que se perdió en la crisis no se había recuperado». Saldrá de esta «muy tocado, pero no hundido. Es un enfermo crónico desde hace 2.000 y pico años».

A Borja Ortiz de Gondra ya le han propuesto un par de directores que escriba «una escena corta para un festival o microteatro» sobre lo que estamos viviendo. No lo hará. «Es un cambio de sociedad tan brutal que no tenemos distancia y hay que tomárselo muy en serio. 'Los Gondra' -la historia de una familia vasca marcada por la violencia- no habría podido escribirla viviendo allí ni en el momento en el que ocurrió, lo hice años después». Ahora está «poniendo el punto final a una cosa que saldrá en octubre», y anima «a leer mucho teatro, por ejemplo del uruguayo Sergio Blanco, «uno de los grandes». Cree que el teatro «va a sufrir una debacle, no olvidemos que el 90% de la gente vive al día y no todo el mundo puede cobrar el paro. Pero creo que habrá una explosión de público en las salas. Es de las pocas cosas que nos quedan para sentir que somos una comunidad».

A Itziar Castro el parón le ha sorprendido «tras acabar la serie 'Vis a vis' y antes de empezar nuevos proyectos que se han caído, entre ellos una película en Chile y una obra de teatro». Cree que «se da una situación paradójica porque la gente nos ve en la pantalla y nos tiene muy presentes estos días, pero tú estás sin ningún ingreso hasta nueva orden». Esta es una profesión «inestable aunque cumplas tu sueño, no te da para mucho colchón. Hay que hacer malabares con lo que vas cobrando». Ella se mantiene «muy activa y conectada con el mundo en las redes sociales» y se une a la ovación a los sanitarios. Siempre he pensado que a los que salvan vidas habría que aplaudirles y hasta ahora no lo habíamos hecho».

En esta profesión a veces parece que ocurren milagros. Nadie le había dicho a Jesús Cimarro a los 16 años, cuando vio 'Cinco horas con Mario' en el gallinero del bilbaíno Campos Elíseos, que acabaría trabajando «con esa gran actriz que es Lola Herrera». Ahora, como presidente de la federación de productoras y la Academia de Artes Escénicas, afronta una situación inédita, impensable hasta hace dos semanas. «Lo peor es no saber cuándo podremos abrir los teatros. Ya he hablado con el ministro, pero estamos en una emergencia nacional». Mientras tanto, «aportamos nuestro granito de arena» con obras gratis en 'streaming'. Esta semana ofrecen 'Julio César' y 'El eunuco' en las web de los teatros de La Latina y Bellas Artes.