De la Nuez publica un «ensayo-mosaico» con textos diversos. R. Gutiérrez

«Que te den por muerto tiene un efecto liberador»

Iván de la Nuez recibió su propia acta de defunción en La Habana, suceso con el que inicia su libro 'Posmo'

Jueves, 6 de julio 2023, 23:36

A Iván de la Nuez (La Habana, 1964) le entregaron su propia acta de defunción en 2015, un acontecimiento extraño porque los muertos no reciben ... papeles ni a los vivos les dan generalmente por fallecidos. Se trataba, claro, de un error burocrático. Había ido a la oficina de turno para dar de baja a su padre en el servicio cubano de la cartilla de racionamiento porque, efectivamente, él sí había fallecido. Pero al presentar el certificado de defunción, la funcionaria le pidió que lo leyera con atención. Oficialmente, el muerto era él.

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Es el arranque de su último libro, 'Posmo' (editorial Consonni), título que hace referencia a la condición post-mortem que experimentó -no sin algún agobio al pensar que cómo regresaría en ese estado a Barcelona, su ciudad de residencia- y que consta de «unas estampas de ultratumba escritas desde la venganza que solo pueden urdir, en este mundo, los que ya están en otro».

Situarse en la perspectiva del fallecido «tuvo un efecto liberador». «También a nivel de estilo, ya que en este ensayo-mosaico me permito colocar un poema, un cuento de Navidad, un sueño, un aforismo, mi propio certificado necrológico o un sms», explica.

Con esa libertad, el ensayista, comisario de exposiciones y asesor del festival Gutun Zuria avanza en temas como la problemática vuelta a la normalidad después de la pandemia, el «triunfo del selfi como patrón cultural» o la participación de la izquierda en las guerras culturales, movimiento que se inició en la derecha neoconservadora de Estados Unidos durante los sesenta contra los distintos movimientos de liberación.

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En 'Posmo', reflexiona sobre el clima de contestación general que había en el mundo antes de que llegara el virus, indicio de que había muchas cosas que parecían muy poco 'normales'. El modelo chino, la corrupción sandinista, el neoliberalismo, los regímenes de Rusia y Cuba o las «teocracias petroleras» se encontraban entre ellas. Lo que sí fue nuevo de la 'nueva normalidad' fue «una vida domesticada en la que se diluyen las fronteras entre trabajo y hogar, y en la que acabas autoexplotándote o autopromocionándote sin el menor recato».

'Egotrip' y autoficción

Pese a todo, la gente acabó aún más encantada de haberse conocido y se volcó en contar sus cosas. «Todo ese 'egotrip' de 'likes' funciona como un placebo para ocultar los problemas de la vida cotidiana. Y como género literario, se convierte en la tan extendida autoficción». Pero también conduce como al 'hágalo usted mismo', al 'responsabilícese usted mismo' o, incluso, al 'cúlpese usted mismo» de lo que le pasa, argumenta De la Nuez.

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Por mucho que haya quien se crea muy original, de verdad cuesta serlo. «En la guerra cultural española actual, la izquierda copia el intelectualismo de las universidades norteamericanas o eslóganes como el 'Yes We Can', mientras la derecha copia el anti-intelectualismo de Donald Trump y todo ese neomacartismo populista que le llama 'comunismo' a todo lo que corre a su izquierda, que es casi todo. En lo que respecta a España, a mí me resulta bastante inútil la división entre obreristas y culturalistas, posmos y antiposmos», incide.

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