«A mí me encanta ofender, creo que es hasta necesario»
Jorge Martínez - Líder de Ilegales ·
«Vivimos en un país que ha caído en la molicie», lamenta el cantante, que actúa esta noche con su banda en BilbaoJosu Olarte
Viernes, 8 de febrero 2019, 00:43
«La mansedumbre es peligrosa», dice el líder de Ilegales. Jorge Martínez (Avilés, 1955) sigue siendo la bestia parda que solo sabía decir: «Mis dos ... puños cuidan de mí». En ese perfil ácido, cínico, socarrón, macarra, ácrata o desopilante, según se tercie, parece recrearse el cantante, compositor y gran guitarrista. Con todo vendido desde hace semanas, esta noche la banda regresa a Bilbao (Kafe Antzokia) con su afilada y «furiosa» última entrega, 'Rebelión' (18). «Se está agotando (el papel) toda la gira. Parece que la gente necesita que alguien reparta hostias. Estamos sobrados de buenismo y corrección política».
- ¿Se han vuelto los tiempos más salvajes?
- Totalmente. Cuando en el 82 sacamos nuestro primer disco, se había abolido la censura. Ahora tenemos la 'ley mordaza' y prohibidores vocacionales de todo lo que les molesta. A mí, en cambio, me encanta ofender. Creo que es hasta necesario. Entonces los derechos laborales se habían ampliado y ahora la gente tiene que conformarse con sueldos de miseria. Rebelarse parece más necesario que nunca.
- «Si no luchas, te matas», proclama frente a la sumisión social.
- La gente parece tragar con todo para no perder lo poco que tiene, pero la mansedumbre siempre es peligrosa. Los mansos acaban pereciendo machacados. Vivimos en un país que ha caído en la molicie. La capacidad movilizadora parece reducirse a los nacionalismos. Sé que voy a caer mal por decirlo, pero el nacionalismo es una enfermedad artificial inoculada al pueblo para que olvide su conciencia de clase. Es difícil casarlo con la izquierda.
- En 'Mi amigo Omar' aboga por una homosexualidad inclusiva, sin «guetos de colores para maricones».
- Omar es un buen amigo que, sin ocultar su orientación, sabe moverse con naturalidad en todos los ambientes, siendo aceptado. Es lo desable para un colectivo como el homosexual, que ha sido secularmente vilipendiado. Una sociedad crece y mejora cuando hay contactos entre las distintas orientaciones sociales, religiosas, culturales...
- 'No tanta, tonto' conecta con la relación con las drogas. ¿Se lo aplica a sí mismo?
- Me lo he dicho miles de veces. Desde antes de los 20, porque yo soy de la generación que se metía anfetas para estudiar. No digo a nadie que no tome drogas. Lo que digo es que hay que alejarlas de la gente con personalidad adictiva. Yo no la tengo y no solo no me han hecho daño, sino que incluso me han servido para abrir puertas de exploración.
«Una sociedad mejora cuando hay contactos entre las distintas orientaciones sociales, religiosas, culturales...»
La veteranía en el rock
- Lleva en activo más de 35 años y tiene ya 63. ¿Qué se gana y se pierde con los años en el rock?
- No creo que haya perdido nada... Quizás algo de agilidad. Pero he ganado en continencia, conocimiento y medios para hacer todo más fácil. Antes no podía cantar más de una hora porque hablaba a gritos en locales con mucho ruido. Ahora puedo hacer conciertos de más de dos horas y 36 temas sin problemas.
- Su herramienta es la guitarra. ¿Cuántas ha acumulado?
- La primera me la compré con 13 años en Vitoria, donde viví dos años con mi familia. Ahora tengo unas sesenta. Mi favorita es una Ramírez maravillosa. En esta gira llevo tres Stratos (Fender Stratopcaster) para cambiarlas a toda velocidad si se rompe una cuerda o lo que sea.
- ¿Le dice algo que la marca Gibson esté en bancarrota?
- Sí, que zapatero a tus zapatos. Su negocio era hacer guitarras y se metieron en otras cosas. Como la SGAE de Teddy Bautista, que se metió en negocios inmobiliarios. Si no fuera una sociedad sin ánimo de lucro, estaría en concurso de acreedores.
- Formó parte de una candidatura a la junta de la SGAE que defendía la intervención del Estado.
- Hay que intervenirla, pero entrando a saco. Reclamamos que lo hagan con una investigación judicial profunda. Pero veo que el Gobierno quiere una intervención amable, conservando a los ladrones en los sillones directivos. Tienen miedo a meterse con compañeros que son puercos al servicio de las editoriales, de las cadenas de televisión, RTVE incluida. Nosotros proponíamos que se acabara con la rueda (música en horario nocturno) que permite que gente que no ha escrito una canción en su vida esté cobrando millones mientras la sociedad está en quiebra técnica.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión