Iconos para el cambio
El fenómeno global de los museos como iconos del cambio cultural y la tracción económica está lejos de desaparecer, por mucho que sus opugnadores afirmen ... su superación o incluso por mucho que la cuestión siga generando un indisimulado escepticismo. Porque, de una manera o de otra y con especificidades o con una adaptación a las preocupaciones o a las demandas sociales de la contemporaneidad, lo cierto es que en muchas partes del mundo se sigue confiando en los museos como ornamento o singularización urbana, como expresión de identidades cívicas y culturales, como motor para el estímulo económico y la atracción turística o incluso como elemento indispensable en la apuesta por una deseable estabilidad regional.
Mucho de todo esto está en la filosofía o en el objetivo perseguido por las autoridades del Golfo Pérsico, tanto en Doha o Dubai como en Abu Dhabi, donde se sigue el usual patrón de los arquitectos-estrella y el acuerdo con las grandes instituciones museísticas de occidente, todo ello en un diálogo cultural Este-Oeste y también con una voluntad de resituar globalmente las perspectivas del arte, hasta ahora mayoritariamente centradas en Europa y Norteamérica. ¿Servirán estos nuevos museos para estabilizar una región con tanta importancia y riesgo geoestratégico, para democratizar sus monarquías feudales, para eliminar sus enormes desigualdades sociales, para elevar el nivel cultural de sus ciudadanos y para cambiar y diversificar una economía todavía fuertemente basada en el petróleo? Pues es ciertamente difícil anticiparlo ahora. Solo el tiempo lo dirá.
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